Si me preguntaras, cuál de los valles más populares de los Alpes Albaneses elegir, el Valle de Theth o de Valbona, la respuesta sería fácil: lo que más te cuadre en tu ruta por Albania. Y si pueden ser los dos, mejor. Ambos tienen muchas cosas que hacer y, sobre todo, la naturaleza que contemplar. Yo podría quedarme en cualquiera de los dos valles sin hacer nada, simplemente paseando por el pueblo, tomando un té o café, escribiendo en mi cuaderno y observando.
Pero si no tienes tiempo suficiente y no quieres hacer el trekking entre Valbona y Theth, sino solo visitar uno de los destinos top de los Alpes Albaneses, creo que me quedaría con Theth. La excursión al Blue Eye (Ojo Azul) y a la cascada de Grunas (Theth) son muy completas. Además, la iglesia de Theth es una pasada a cualquier hora del día o de la noche. Y el río le da un toque muy especial al entorno.


Alpes albaneses: Valle de Theth
Theth es un destino mega-turístico, tanto entre los extranjeros como los locales. ¡No esperes “chollos” aquí! Casi toda la población se dedica al turismo en temporada. Casi todos bajan a Shkodër en invierno. Para buscar algo más tradicional, habría que alejarse del pueblo de Theth y adentrarse en las aldeas en sus alrededores. ¿Listos para la explorar el Valle de Theth?
Mapa de nuestra aventura por los Alpes Albaneses:
Si quieres saber más sobre otro valle popular en los Alpes Albaneses, el Valle de Valbona, lee nuestro post con toda la información necesaria: dónde alojarse, cómo llegar, dónde comer y qué hacer.
Cómo llegar al valle de Theth, en los Alpes albaneses
Al valle de Theth se puede llegar tanto en coche de alquiler como en transporte público. Al igual que en el Valle de Valbona, la carretera hasta Theth ya está asfaltada en su totalidad. En algunos tramos es estrecha, con curvas, pero perfectamente transitable; incluso llegan autocares.
Los minibuses a Theth salen de Shkodër (10€/persona). La gran mayoría no son oficiales, así que habría que averiguar cómo se pueden reservar en tu alojamiento en Shkodër. Los furgones suelen llevar a los pasajeros a la puerta de la casa. A poco de llegar al destino, el conductor te preguntará el nombre del alojamiento y allí te dejará.
A la vuelta hacen lo mismo: recogen a los huéspedes en sus alojamientos. Reserva tu plaza en el furgón a través de las guesthouses en Theth y el furgón pasará a recogerte a la hora indicada.
Por supuesto, tanto al Valle de Theth como en el de Valbona, se puede llegar andando al hacer la ruta de senderismo que hay entre estas dos localidades.
Ninguno de los dos pueblos tiene problemas para orientarse: consisten en una calle principal y unas pocas secundarias.

Qué hacer en el Valle de Theth
Theth es el final o inicio de la ruta de senderismo que va o sale de Valbona. Es el principal atractivo. Te habíamos dejado el link a ella al principio de este post. Además, se puede caminar por las montañas en los alrededores de Theth. Una de las rutas más famosas es la del Blue Eye Theth que se puede combinar con la Cascada de Theth, o Grunas. Esta última también puede ser una caminata aparte. Te dejamos el link con todos los detalles de las Rutas de senderismo en los Alpes Albaneses. Y por último, también puedes quedarte en el pueblo de Theth para explorar su iglesia, torre de aislamiento, el río y buscar sus mejores vistas.
Se dice que el pueblo de Theth fue fundado hace unos 400 años por 6 hermanos como refugio para los cristianos que huían de los otomanos. Hoy en día sigue dividido en 6 barrios con el nombre de cada uno de los hermanos. Sin embargo, para los que venimos de fuera es imposible percatarnos de esa división. Para mí, Theth es un pueblo muy largo de casas y huertas esparcidas a lo largo del río Lumi sin orden alguno.


Qué ver en Theth
Entre las casas tradicionales de piedra y madera, unas más grandes que otras, hay varios puntos «de interés turísticos». Aunque, decir la verdad, diría que todo el valle es de «interés turístico». Contemplar el cambio de la luz durante las 24 horas sobre las montañas que rodean al pueblo, ya en sí es una «actividad turística» que merece mucho la pena. También te puedes bañar en el río, hacer paseos interminables o simplemente «callejear», fijándote en la vida cotidiana de los locales.
Pero si quieres visitar algo en concreto, aquí tienes algunas sugerencias de qué ver en Theth. La iglesia de Theth es del 1892 y se ve espectacular con los picos puntiagudos de telón de fondo. En la época comunista se usaba como un centro de salud y embarazo, pero, después de la reconstrucción, volvió a su esencia.
También hay un pequeño museo etnográfico (en el interior de la casa-torre Lulash Keq Boshi, una de las muchas torres de aislamiento que había en Albania antes del reinado del rey Zog). Aquí podrás conocer mejor el día a día de la gente que vive aquí, en un rincón tan apartado.


Torre de Aislamiento, o Reconciliación, de Nikoll Koçeku
Probablemente, la visita más popular en el núcleo habitado de Theth es la Torre de Aislamiento, o Reconciliación, de Nikoll Koçeku. Hay varias teorías de su función. Una dice que aquí se aislaba a la persona que cometía un asesinato por un máximo de 15 días hasta que encontraba a alguien que la pudiera/quisiera defender. En otras torres de este tipo el acusado podía quedarse encerrado durante toda su vida.
Según otra de las teorías, en esta torre de reconciliación, o kulla, se juntaban las dos familias que estaban en plena práctica de las venganzas de sangre, según el Kanun (un código oral, durante muchos siglos, según el cual se ordenaba la vida de los albaneses). Según el Kanun, si alquilen mataba a un hombre, sus familiares tenían la obligación de vengarse matando a un hombre de la familia del asesino. Así la primera familia debía hacer lo mismo, matando en venganza por su hombre. Y así, hasta el infinito. Cuando quedaban muy pocos hombres en las dos familias, había que pararlo de alguna manera y se sentaban en una kulla intentando reconciliarse con la ayuda de un anciano-intermediario.
Si visitas la Torre de Nikoll Koçeku, el guía te contará todos los detalles del proceso, te enseñará los enceres que se usaban y cómo se podía volver a la paz… o qué pasaba en caso de no alcanzar el compromiso. La entrada cuesta 1€ (septiembre 2021).

Vírgenes Juradas, o Burneshas, del Valle de Theth, Alpes Albaneses
Otra curiosidad de la vida albanesa son las Vírgenes Juradas, o Burneshas. Básicamente, son mujeres con derechos de un hombre. Los derechos del hombre incluían poder estar en los espacios reservados para ellos, beber alcohol, hacer labores del hombre, etc. Eso sí, las Vírgenes Juradas no podían casarse ni tener sexo.
Las Burneshas aparecían en unas circunstancias muy difíciles. Cuando casi no quedaba hombres en la familia por culpa de la venganza de sangre violenta, una de las mujeres de la familia podía convertirse en una Burnesha y «vivir la vida del hombre». Curiosamente, la última Virgen Jurada llegó hasta el s. XXI.
#Curiosidad: matar a una mujer se consideraba «más grave» que matar a un hombre. Por una mujer la familia debía vengarse con la muerte de dos hombres. Las mujeres eran madres y se les tenía mucho respeto.

Dónde alojarse y comer en el Valle de Theth en los Alpes Albaneses
Alojamiento: Guesthouse Leke Gerla en Theth; 30€/2 pax en una habitación de 4 camas con baño y ducha compartidos. Ten en cuenta que la ducha se comparte con toda la gente del camping que tienen en el jardín. La ubicación está muy bien.

Restaurantes: Cenamos en el guesthouse Leke Gerla en Theth. ¡Muy buena experiencia! ¡La madre de la familia cocina genial! Si quieres probar platos locales, éste es tu lugar. Las comidas en el guesthouse Leke Gerla cuestan 5€/persona y cenas, 6€/persona. Para beber sirven agua. Si quieres otra cosa, se paga a parte.

Samuel Restaurant and Camping en Nderlysaj. Aunque está en pleno «núcleo turístico» de la aldea de Nderlysaj, de camino al famoso Blue Eye Theth, es muy recomendable comer en Samuel Restaurant and Camping. Antes de elegir el restaurante en el que sentarnos (hay varios al lado), observamos los clientes. Aquí es dónde más locales había. Y no nos equivocamos. Buena comida, buen precio y camareros amables. Nos tocó una mesa con vistas preciosas.
Kunora e Grunasit (tomamos un té). Kunora e Grunasit es en realidad una casa particular en la que sirven bebidas y snacks en temporada. Destacaría la ubicación, las vistas y el ambiente: tranquilidad total. El señor que atiende a los clientes es muy peculiar: solo habla albanés, pero de alguna manera entiende los pedidos. Y si no, pide ayuda al primer cliente albanés que pille. Un encanto. Por cierto, pedimos un té y nos trajeron algunas hierbas en agua caliente. No sabemos qué hierbas eran, pero estuvo rico y nos sentimos más felices después de tomarlo.

Comer en los Alpes albaneses
En la zona de montaña hay muy pocos restaurantes o bares. Se estila comer/cenar en los alojamientos. Puedes hacerlo en el tuyo o presentarte en otro. No hace falta reservar. Te dirán qué opciones tienen y eliges. Según nuestra experiencia, no hay horarios fijos de comidas/cenas. Lo pudimos hacer a la hora que queríamos. Si veníamos a “deshora”, nos ofrecían lo que quedaba de la comida anterior. Si queríamos comer de lo “nuevo”, nos decían a partir de qué hora estaría preparado. Pero nunca nos quedamos sin comer.

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