Secretos y horrores de la península de Setúbal: Secretos

Algunas cosas se descubren por casualidad, y otras las vas buscando, pero se escapan. En nuestro viaje por la península de Setúbal esto nos pasaba constantemente: lo que buscábamos, no sabíamos ni por donde acercarnos y lo que ni sabíamos que existía, salía a nuestro encuentro en los momentos más inesperados… Y así sucedió con Portinho que descubrimos por casualidad intentando encontrar la Gruta de Santa Margarida

Portinho

Al principio todo iba bien: vimos un cruce hacía Portinho, giramos, empezamos a subir por una carretera que se hacía un poco más estrecha… vimos una señal en portugués que parecía decir «No entrar a Portinho los fines de semana… o en festivos… o en algún horario/días concretos… « Vamos, no entendimos cuándo ni porque no se podía bajar al pueblo… no nos dio tiempo a reaccionar y ya estábamos bajando a Portinho… y es cuando entendimos porque no es recomendable: la última bajada es MUY estrecha, con curvas y muy empinada. Si no eres un conductor con experiencia o tienes un coche grande, NO es recomendable meterse por el pueblo, es mejor aparcar arriba (hay sitio autorizado). Además, para salir del pueblo, hay que esperar a que el semáforo se ponga en verde… pero nunca lo hace y hay que arriesgarse y empezar a subir… Si en medio de la subida os encontráis con el coche que está bajando, habrá que dejarle pasar… bajando con marcha atrás…

Las vistas desde Portunho, península de Setúbal, Portugal
Welcome to Portinho
Restaurante de Portinho, península de Setúbal, Portugal
Restaurante de Portinho
Playas de Portinho, península de Setúbal, Portugal
Como los niños pequeños 😉
Playas de Portinho, península de Setúbal, Portugal
¿Sabéis para qué están los palos en la playa?

A parte de entrar y salir del pueblo y encontrar un sitio para aparcar… no hay más complicaciones; todo lo demás es muy fácil y claro: al lado del parking hay un restaurante con vistas al mar, y a unos 200 metros, empieza la playa. Podéis elegir entre pillar un sitio y pasar todo el día vuelta-y-vuelta apreciando las vistas que se os abren, o pasear hasta los montes en el otro extremo de la playa y subirlos por los senderos bien pisados.

El pueblo de Portinho es muy pequeño y el atractivo principal es su ubicación, playa y naturaleza. Es bastante turístico, así que puede llegar a estar lleno de gente, por lo que los precios también son elevados. Tal y como lo comentamos al principio, es mejor aparcar arriba.

Interesante: Portinho fue nombrado una de las siete maravillas de Portugal.

Playas de Portinho, península de Setúbal, Portugal
Las vistas preciosas de Portinho

Cueva-Gruta da Lapa de Santa Margarida

Es de los sitios que buscábamos, pero se escondía… y no es de extrañar, ya que no hay ninguna señal para indicar su ubicación; parece que los locales la quieren toda para ellos. Pero conseguimos encontrarla y os dejamos unas indicaciones: giráis en dirección Portinho, en primera gran curva vais a ver un edificio grande, Lar de Férias Da Casa do Gaiato, en la carretera. Aparcar en sus alrededores, hay sitio en el lateral. En frente del edificio encontraréis una senda asfaltada de uso local, y a pocos metros de bajar, un camino a la izquierda que se adentra en el bosque convirtiéndose en escaleras que bajan a lo infinito… Hay que bajarlas todas.

Gruta de Santa Margarida, Península de Setúbal, Portugal; como llegar
Dejamos el coche en el lateral y nos dirigimos por una senda asfaltada en frente del edificio
Gruta de Santa Margarida, Península de Setúbal, Portugal; como llegar
Recto y a la izquierda
Gruta de Santa Margarida, Península de Setúbal, Portugal; como llegar
Izquierda, donde los escalones
Gruta de Santa Margarida, Península de Setúbal, Portugal; como llegar
Los escalones que hay que bajar para llegar a la cueva

Ilona (nuestra amiga ucraniana de Polonia) comenta la aventura: Claro, siempre cuando me pongo chanclas, me tenéis que meter por la montaña, correr a coger el metro, o… llevarme a la cueva… ¿Os hace gracia? 

¿Pero qué tiene de especial esta gruta como para merecer este gran esfuerzo físico (200 escalones no es para tomársela a la ligera) y de investigación? Es una cueva, que se convierte en una gruta, o en otras palabras, tiene entrada tanto por tierra como por mar. En su interior se encuentra una iglesia del s. XVII que parece perdida y olvidada… pero no es así, ya que en julio vuelve a respirar a pleno pulmón, en las fiestas locales.

La cueva puede llegar a albergar 400-500 personas, con antorchas encendidas y cantando los himnos gloriosos.

La sala central de la cueva de Santa Margarida, península de Setúbal, Portugal
La sala central de la cueva de Santa Margarida
El interior y la iglesia de la cueva de Santa Margarida, península de Setúbal, Portugal
La capilla dentro de la cueva de Santa Margarida
Los escalones finales y la cruz en la entrada de la cueva de Santa Margarida, península de Setúbal, Portugal
Los escalones finales y la cruz en la entrada

Nota: Si os fijáis en los paseos laterales y en el suelo de la sala central y la bajada al mar, veréis que antes esta cueva era parte del curso de un río y parece que incluso hoy en día, cuando hay mucha lluvia, este curso se despierta y llena la gruta de sus corrientes encorvados.

Tip: Qué no se os olvide una linterna… o por lo menos que el teléfono tenga batería y una luz/linterna incorporada. En cuanto lleguéis a la parte que sale al mar, ya no la necesitaréis, pero para bajar y ver en detalle la capilla es imprescindible.

La entrada a la Gruta de Santa Margarida desde el mar, Península de Setúbal, Portugal
La entrada a la Gruta de Santa Margarida desde el mar, Península de Setúbal, Portugal
El atardecer desde la Gruta de Santa Margarida, Península de Setúbal, Portugal
El atardecer desde la Gruta de Santa Margarida
Salida al mar desde la Gruta de Santa Margarida, Península de Setúbal, Portugal
Salida al mar desde la Gruta de Santa Margarida

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