Os pongo en la situación. Antes de salir a Albania, ya teníamos nuestro itinerario aproximado: Tirana (la capital) – los Alpes Albaneses – todo lo demás. Sí, así fue el «Gran Itinerario de #AlbaniaJuntos» pocos días antes de coger el avión. Y tiene su explicación. No sabíamos muy bien qué nos esperaba en los Alpes Albaneses y cuánto tiempo íbamos a estar allí. Solo nos sonaban los valles más famosos – valle de Valbona y valle de Theth – con una ruta entre ellos. Desconocíamos si se podía acceder a más zonas y si había más rutas marcadas que hacer.
Un día antes del vuelo, ¡sorpresa! Denys descubrió que la mayoría de transporte para los Alpes Albaneses salía desde Shkodër, y no desde Tirana. Eso suponía gastar un día de más en transporte: Tirana – Shkodër y al día siguiente, a las montañas. A mí, la principal planificadora de los itinerarios, no me cuadraba. Y Denys, el ejecutivo de mis itinerarios, se puso las manos a la obra. Objetivo:
Llegar a las montañas de Albania directamente desde Tirana, sin pasar por Shkodër, ahorrando un día de valiosas vacaciones.
Tenemos plan para llegar a Valbona desde Tirana (directos)
Bueno, tampoco se puede llamar «plan»:
Denys leyó en algún foro que, en teoría, había un autobús, a las 5 de la mañana que salía desde una gasolinera a las afueras de Tirana.
¿Qué tal suena? No muy fiable, ¿verdad? Nuestro plan B me parecía más real. Si no hubiera ningún bus en aquella gasolinera a aquella hora, aún nos daba tiempo ir a la estación de buses de Tirana y llegar a Shkodër el mismo día. Haríamos la noche allí y tomaríamos la «ruta habitual».
¡Qué empiece la aventura!
En Tirana justo encontramos un Airbnb nuevo, a buen precio, al lado de la gasolinera. Luego descubrimos que hasta se veía desde nuestra terraza. Bueno, en caso de fracaso, podríamos volver y dormir un par de horas más antes de ir a Shkodër.
La misma noche que llegamos a Tirana, dimos una vuelta de reconocimiento por los alrededores de la “estación de autobuses”, aka gasolinera.
También preguntamos en los negocios cercanos si sabían algo del bus a Komán. No. Nadie.
También le preguntamos al dueño de nuestro guesthouse si sabía algo del bus a Komán que salía desde la gasolinera de al lado. No. Nada.
Esto se ponía muy interesante…
Buenos días a las 4 de la mañana
Nos levantamos a las 4 de la mañana y de vez en cuando mirábamos abajo desde nuestra terraza. A ver si hay algún movimiento de autobuses en la “estación”. No. Nada. Sin mucha fe bajamos a la gasolinera a las 4.45. Eso sí, escondimos la llave del alojamiento de tal manera que pudiéramos recuperarla por si el autobús no aparecía.
Allí vimos 2 turistas y nuestros ánimos empezaron a subir… pero ¿igual son unos optimistas, como nosotros? También había un trabajador en la gasolinera. Le preguntamos si por aquí pasa el bus a Koman y nos dijo que sí… ¿O igual no nos entendió y respondió cualquier cosa para que le dejáramos seguir jugando con el móvil?
Eran las 4.55 y sin rastro deñ autobús… Empezamos a poner en duda toda esta aventura. Ya nos veíamos de vuelta en el piso, durmiendo un par de horas más (es que el día anterior también dormimos muy poco) y luego, buscando cómo llegar a Shkodër. Pensamos que hicimos bien en no reservar la ferry (no tenían clara política de devolución si no llegabas, tenías que pagar por PayPal y el descuento era solo 1€).
¡Final feliz! O mejor dicho ¡Ahora sí que comienza la aventura!
Pero de repente, y justo antes de hundirse nuestros ánimos por completo, apareció el bus con el tal deseado cartel: Komán. Va a ser que esto funcione… Eso sí, ya había gente dentro sentada. Entonces, ¿sale de otro sitio? Nunca lo averiguamos.
Aunque en la «estación de autobuses de verdad» vimos (más tarde en nuestro viaje) un bus con dirección a Komán. Ponía que salía a las 5.00. Pero «el nuestro» estaba a las 5 y punto en la gasolinera. ¿Salió antes de la estación de autobuses? ¿Era otro? Nunca lo averiguamos.
Una vez todos dentro, el conductor pasó lista. Resulta que la pareja sí que tenía reserva. Otra persona apuntada no apareció. La esperamos unos 5 minutos y a las 5.05 arrancamos. ¿Va a ser Albania el país de autobuses más puntuales o solo es éste, el que lleva turistas al famoso ferry?
Si no sabes de qué ferry hablo, lee nuestro post: Valle de Valbona, información práctica. Al Valle de Valbona se puede llegar por carretera, pero la manera más rápida es en ferry desde Koman a Fierza y allí, en otro minibus a Valbona.
El bus te lleva a la ferry, ¿Y ahora qué?
En el embarcadero del lago Komán, nos dirigieron al ferry. Para llegar al Valle de Valbona, aún quedaban dos trasbordos: un barco y otro furgón. No teníamos ninguna reserva.
Aunque el furgón en el que llegamos a la ferry desde Tirana era de la empresa Berisha, no nos forzaron a coger su ferry. Podíamos irnos con cualquier otra empresa. ¡Bravo!
Una vez en el ferry y zarpando a la hora establecida (¡al final van a ser puntuales los albaneses!),
… la esperanza de llegar a Valbona este mismo día y realizar la ruta por los Alpes Albaneses según lo planificado parecía más real.
En Fierza, final del trayecto en ferry, nos esperaban furgones para llevarnos a Valbona. ¡Esto parece más fácil de lo que nos imaginamos! 40 minutos y ¡estamos en Valbona! ¿Y ahora qué hacemos? Son las 13.00. Nos sobra tiempo.
Algunos detalles a tener en cuenta
Tener en cuenta que los baños en las estaciones de transportes no se estilan mucho. En la mayoría de ellas tocará ir al bar. Pero, por norma general, los del bar no te miran mal ni tienes que comprar nada para usar los servicios.
En el puerto de Koman hay puestos con comida: Denys se zampó un bocadillo con carne a la brasa – le pareció delicioso o no hubo consecuencias desagradables tipo problemas con estómago. Así que ¡aprovechad y disfrutad!
Más sobre Albania en nuestro blog.