Para mi, las islas siempre han sido sinónimo de secretos bien guardados, carácter propio, comunidades sólidas. Siempre despiertan mi interés durante viajes, porque suelen diferenciarse de la «tierra firme» de su país. En muchos casos tienen tradiciones propias, gastronomía diferente, basada en las realidades de su mundo, incluso su propio dialecto. Y ¡esa facilidad con la que se relacionan sus habitantes, cómo se conocen todos, qué autosuficientes son! Y esa relación especial que tienen con el mar… de amor y odio, de saber esperar con paciencia, de respetar y adaptarse a su genio. En esta ruta por los Países Bálticos en invierno estabamos decididos conocer por lo menos 2 islas de Estonia – Saaremaa, la más grande, y Muhu, su puente al continente y la unidad independiente más pequeña de Estonia. De este último detalle, por cierto, están muy orgullosos los habitantes de Muhu.
¿Por qué visitar Saaremaa y Muhu?
Si se lo preguntas a los estonios, finlandeses y suecos en verano, te dirán que por sus playas, tranquilidad, buena cerveza, poca construcción, aire fresco y bosques que huelen a pino. Aunque no son playas del Mediterráneo, se consideran las mejores de la zona. Además, los de Muhu llaman a la isla de Saaremaa algo como «la isla de los enfermos», de broma y con cariño. Es porque allí hay muchos balnearios muy bien valorados.
Pero nosotros nos decantamos por Saaremaa y Muhu debido a su «secretismo» y un toque misterioso. En el período Soviético el acceso a la isla estaba prohibido, porque, según se dice, aquí se instaló un sistema de radares y una base de cohetes. Gracias a esta situación, se preservó su naturaleza virgen, por un lado. Y, por el otro, según se dice, si sabes dónde buscar, hoy en día aún se ven esos lugares perdidos en los bosques donde en su día había secretas construcciones soviéticas militares. No las buscamos, porque…
Porque hay otra peculiaridad de Saaremaa que nos prevenía de alejarnos demasiado de las carreteras y vagar en medio de los bosques. Saaremaa muchas veces ha sido «el último reducto del país«, el último trozo en ser conquistado. Muchas batallas han estallado en esta tierra tan pequeña. Como consecuencia, se encuentran muchísimas balas, minas, misiles, etc… de diferentes guerras. Hasta ahora. Yo que tú me pensaría bien salir de las sendas marcadas.
Cómo llegar a Saaremaa y Muhu
Básicamente, hay dos maneras de llegar a Saaremaa y Muhu: por mar o aire. Por mar se entra por Muhu desde el continente o por Saaremaa desde Hiiumaa, otra isla estonia al norte de Saaremaa. No hay conexión desde los países-vecinos (año 2022).
Por mar
Ferry a Muhu
Para ir a la isla de Saaremaa, tenemos que coger un ferry desde Virtsu (Estonia vontinental) hasta Kuivastu (isla de Muhu). La isla de Muhu está conectada por carretera con la isla de Saaremaa. El viaje es de unos 30 min.
Hay ferris cada hora desde las 5 de la mañana hasta las 12 de la noche.
Precios: 3€ por adultos, 8,40€ por coche. Así una pareja que viaja con un coche, pagarían 14,40€ solo ida. En temporada baja no hace falta reservar, pero en temporada alta es muy recomendable venir con la reserva, así no tendrás que esperar la cola y sabrás que vas a embarcar a una hora concreta. En la web de Praamid puedes comprar los billetes.
#Curiosidad: El puerto de Kuivastu al que llega el ferry desde Virtsu, está a 75 km de la capital de Saarema, Kuressaare. Se hace en aprox. 1 hora en coche.
Carretera de hielo
En febrero y marzo el mar se congela y hacen carreteras de hielo entre las islas. Te dejamos el enlace en que puedes consultar las carreteras abiertas. En 2022, probablemente, no se harán muchas carreteras de hielo, ya que la empresa de ferris renovó la flota con barcos rompehielos. Y, debido a que tuvieron pérdidas durante años de la pandemia, seguirán operando, y prefieren que los viajeros pasen por caja, en vez de ir gratis por carreteras de hielo.
Transporte público
Existen autobuses desde Tallin, Pärnu, Tartu o Viljandi que llegan a Muhu en ferry y de allí, por carretera elevada, a Saaremaa. Desde Tallin a Kuressaare se tarda 4 horas y el billete cuesta 15€. Hay varias salidas diarias. Los billetes se pueden comprar aquí.
Por aire: avión
A 3 km de Kuressaare se encuentra el aeropuerto que conecta Saaremaa con Tallin. Hay 2 vuelos diarios con la aerolínea NyxAir. Precios económicos: 26€ por trayecto. El vuelo tarda unos 40 minutos.
Ruta por las Islas de Saaremaa y Muhu, Estonia
Las islas de Estonia ya estaban pobladas en el IV milenio a.C. Curiosamente, estos poblados en Saaremaa ahora se encuentran en el interior, ya que la isla ha subido unos 15m en los últimos 5.000 años. Y otra curiosidad, entre los ss. X y XIII, Saaremaa y Muhu fueron las regiones más pobladas del país. Y todos los vecinos intentaron conquistarla y algunos incluso lo consiguieron. Entre los siglos XIII y XX, Saarenaa y Muhu fueron gobernadas por los Caballeros Portaespadas alemanes, el obispo de Haapsalu, los daneses, los suecos y Rusia. Desde 1990 pertenecen al estado de Estonia.
Qué ver en Saaremaa
Aunque Saaremaa sea «solo una isla«, es la isla más grande de Estonia y tiene muchísimas cosas que ver. Si solo tienes un día para visitar Saaremaa en tu ruta por los Países Bálticos, lo dejaría para otra ocasión. En un día sólo te vas a agobiar. Hay más de 400 km asfaltados en las islas y la mayoría lleva a lugares especiales. Nosotros estuvimos 48 horas – eso sí, en invierno – y creo que pudimos recorrer tan solo una cuarta parte.
En el mapa tienes todos los lugares que visitamos (en azul) y muchos otros (en gris) que tenemos apuntados para la siguiente visita.
Saaremaa Oriental
Nada más entrar a Saaremaa por el puente elevado desde Muhu, estate atento. Pronto verás Ö/Õ piir Saaremaal – un monumento a la letra «O» que en este punto cambia su apariencia. A partir de aquí, será difícil escuchar el sonido «Õ» del estonio estándar. En su vez, entra en juego un sonido típico del dialecto isleño de Saaremaa, «Ö». Incluso hay una frontera entre las letras «Ö» y «Õ». La verás en el cartel al lado del monumento. Y si tienes muy buen oído, igual podrás distinguir las diferencias del habla de los habitantes de los pueblos vecinos.
En la isla de Saaremaa, en su parte oriental, se encuentra el ganador del premio al «Árbol Europeo del Año» del 2015, el roble de Orissaare, un roble de 150 años. Pero no es el dato más impresionante sobre este roble. Lo más interesante es que se encuentra en medio de un campo de fútbol. Cuando se empezó a construir el campo, los tractores no pudieron con el árbol, así que sigue allí. Y los futbolistas lo tienen que esquivar.
El castillo de Maasilinnus fue construido por los Caballeros alemanes a finales del s. XV. Luego lo destruyeron los daneses y solo queda una cámara subterránea restaurada que se puede visitar en la actualidad. También cerca de Orissaare se encuentra la iglesia de Santa María, de los finales del s. XIII, la sede de los Caballeros Portaespadas alemanes en Saaremaa. Hoy en día sigue funcionando.
Kuressaare
El sobrenombre de la capital de Saaremaa, Kuressaare, es «Spa-remaa«. Creo que queda bastante claro que ofrece muchas opciones de spa-hoteles, ¿verdad? En el s. XIX se descubrieron las propiedades curativas del lodo en su litoral y es cuando se abrieron los primeros balnearios.
La gran mayoría de los edificios emblemáticos de la capital de Saaremaa se encuentra alrededor de la plaza central, Keskväljak. Los más antiguos son el ayuntamiento y la casa de peajes (hoy, pub Vaekoja), ambos del s. XVII.
Paseando por las calles de Kuressaare, te toparás con dos iglesias: la ortodoxa, de san Nicolás (s. XVIII) y la luterana, de San Lorenzo (s. XIX). Si te interesa el idioma y/o música, no te pierdas el Museo Conmemorativo de Johannes y Joosep Aavik, la residencia de la familia Aavik. Joosep fue el lingüista que introdujo reformas en el estonio y su primo, Joosep, tenía un gran talento musical.
Oficina de turismo (en el Ayuntamiento de Kuressaare)
Aunque no nos gustó mucho la atención en la oficina de turismo de Kuressaare – la empleada parecía víctima de un interrogatorio y no soltaba más información de lo estrictamente necesario para contestar nuestras preguntas – en la entrada hay muchas revistas interesantes. Una en particular, me la «devoré» en la casa que alquilamos: se llama algo como «Curiosidades de Saaremaa«. Y la otra, a la que no me dio tiempo: «Rutas por Saaremaa». También hay información sobre spas y saunas que no encontramos en Internet. Si vienes con tiempo, pasa primero por aquí para planificar tu ruta por Saaremaa incluyendo estas placenteras actividades de «remojo».
Castillos de Kuressaare
Kuressaare empezó aquí, en el castillo, en el s. XIII. Se levantó como bastión del obispo de Ösel-Wiek de Haapsalu y se convirtió en el motor económico de la isla. Se construyó sobre una isla artificial y se rodeó por un foso. Lo que se ve hoy en día, la fortaleza dolomita, es del s. XIV con muros defensivos que se añadieron entre los ss. XV y XVIII.
#Curiosidad: El castillo de Kuressaare se considera el castillo mejor conservado de Países Bálticos y el único medieval de piedra que sigue intacto. Cuando te decíamos que Saaremaa muchas veces era el último reducto, no bromeábamos. Era muy difícil llegar hasta aquí y después del todo el esfuerzo, ponerse a destruir castillos.
Para acceder al castillo hay que aparcar en una de las calles en los alrededores, atravesar el parque exterior y encontrar uno de los tres puentes que dan acceso al castillo. Una vez dentro, puedes pasear por las murallas, ver un molino (su historia recuerda la del Ave Fénix) y algunas construcciones de madera. También puedes visitar la Torre de Homenaje en la que se encuentra el Museo de Saaremaa. La entrada al territorio del castillo no tiene horario y es gratuita. Para acceder al museo, hay que comprar un ticket.
Al lado del castillo se encuentran la playa de Kurassaare y el barco Hoppet – Purjelaev Sailing Ship que hace salidas a las islas cercanas en temporada alta y organiza eventos. Según su página web, es el único barco histórico superviviente, de 95 años, en Estonia.
Monumento a Suur Töll y Piret, su mujer
Como decíamos, las islas de Estonia tienen un carácter independiente y peculiar. Incluso tienen su propio héroe nacional, Suur Töll, en vez de nacionalmente venerado, el legendario Hijo de Kalev. Suur Töll ganó muchísimas batallas contra diferentes demonios. Sin embargo, se representa con su mujer, Piret, sacando el barco lleno de pescado.
Centro de Saaremaa
Dimos una vuelta por el centro de Saaremaa, saliendo desde la capital, Kuressaare. Nos llevó aprox. media jornada en invierno. Seguro que en verano podrías ir con más calma y disfrutar más.
Los acantilados más altos de Saaremaa se llaman Panga Pank (pank est. – esp. acantilados) y se encuentran en la coste norte. El punto más alto (21,3m) era un lugar sagrado donde se ofrecían sacrificios. Hoy en día se puede llegar desde Panga por una cómoda carretera y dejar el coche en un cómodo y amplio parking. En el parking hay carteles con información y varios caminos que salen en diferentes direcciones. Si quieres pasear, coge cualquiera, y te llevará por arriba de los acantilados – un entorno precioso. Pero, estando encima, no ves los paredones. Si lo que buscas es ver los acantilados, deshaz una parte de la carretera y sigue hasta el borde. Es el punto más cercano desde el cual ver los acantilados.
Dicen, que una de las mejores playas de arena en Saaremaa es Tuhkana, entre pinares. Está bastante remota: desde Leisi (el pueblo más importante del norte) son 11 km y 3 km de carretera sin asfaltar. El aparcamiento no es muy grande.
Leisi es una de las aldeas más importantes del norte de Saaremaa y la primera que se encuentra al desembarcar en el puerto de Triigi si se llega desde la isla de Hiiumaa en ferry. Pasear por Leisi sería complicado, porque es una aldea descentrada, con varias calles muy largas y casitas encantadoras. Si te pilla de paso, conduce más lentamente y así la ves.
A pocos kilómetros de Leisi está la Colina de los Molinos de viento de Angla, el conjunto de molinos de madera más extenso de la isla. La entrada es de pago, pero, tal y como dicen en Google Maps, se ven desde fuera. En invierno no pudimos entrar.
#Tip viajero: La Colina de los Molinos de viento de Angla disponen de un gran parking, no inventes plazas donde no las haya, como nosotros… Además de molinos, también alberga la colección de tractores y arados antiguos.
Para visitar la Iglesia luterana de Santa Catalina de Karja (s. XIV) habrá que hacer un pequeño desvío de la carretera principal.
Cráter de Kaali
Y otro desvío muy curioso es el Cráter de Kaali, hoy en día, un lago redondo de unos 100 m de ancho y 22 m de profundidad. Se formó hace aprox. 4.000 años. En los alrededores, se encuentran 8 cráteres más pequeños (de entre 12 y 40 m de diámetro) que formaron los fragmentos del mismo meteorito. Fue el segundo lago del mundo oficialmente reconocido como uno creado por un meteorito.
#Curiosidad: ¿Sabías que Estonia posee una de las mayores concentraciones de cráteres de meteoritos documentados?
Cuando se cayó el meteorito, aquí había un asentamiento que fue parcialmente destruido, lógico. Y desde entonces, en la mitología escandinava este lugar se conoce como «la tumba del sol«. Lo curioso es que no se quedó despoblado. Al revés, atrajo gente de todos los rincones y los hoyos creados por el meteorito empezaron a venerarse como sagrados.
Hasta hoy en día estos hoyos permanecen en su sitio: en medio del campo, entre los árboles, al lado de los edificios. Siguen sin destruirse, sin taparse, sin modificarse. Los tractores los esquivan cuidadosamente. ¿Será porque siguen siendo venerados? ¿O simplemente la gente local es respetuosa con su historia? No teníamos mucho tiempo para discutirlo con los locales (por cierto, casi nadie en esta zona habla inglés o ruso, que es muy raro para Estonia).
Datos prácticos para conocer el Cráter de Kaali
Para explorar la zona del Cráter de Kaali puedes dejar el coche en un amplio parking al lado de una tienda de alimentación en cuyo fondo se encuentra… el Museo del meteorito de Kaali. Le pagas a la dependienta la entrada (1,50€) y te abre el museo. No es gran cosa, pero hay varios carteles – algunos, en inglés/ruso, los demás, en estonio – y diferentes meteoritos (de verdad) de diferentes partes del mundo.
#TipViajero: creo que lo sabrás, pero, por si acaso, te aconsejo usar Google Translator en los casos cuando no entiendas el idioma en los carteles. Hay una opción de hacerle foto y darle a «traducir». Y voilà, ya entiendes lo que te están contando. En nuestro viaje por los Páises Bálticos este año lo usamos muy a menudo. ¿Será que nos metíamos por zona poco turísticas, donde no hablaban ni inglés ni ruso?
A pocos metros de la tienda-museo, al lado de un colegio, está el cráter principal. Hay carteles con información y pasarelas para dar la vuelta al lago. En los alrededores hay unos cuantos cráteres pequeños. Uno es de muy fácil acceso: desde el parking sigue la carretera hacia un bosquecito (unos 200 m) y verás un cartel.
Costa suroeste y la península de Sõrve
Da camino a la península de Sõrve desde Kuressaare pasamos por el principal centro vacacional de Saaremaa – las playas entre Mändjala y Järve. Dicen que es una zona perfecta para familias: aguas poco profundas y protegidas de vientos. En invierno no lo comprobamos 🙂
A pocos kilómetros de Järve, al lado de la carretera principal, está el Monumento a la Batalla Nocturna de Tehumardi que ocurrió el 8 de octubre de 1944. Fue una de las muchas y una de las más terribles batallas en la península de Sõrve durante la II Guerra Mundial. Las tropas alemanas de retirada y el Cuerpo de Rifles de Estonia del Ejército Rojo lucharon a ciegas. Si los dos ejércitos siguieran su curso sin cometer errores, muchas vidas podrían haber sido salvadas. Lee los carteles in situ, se ponen los pelos de punta.
Al lado, prácticamente, está el lugar en el que encontraron los barcos de vikingos de Salme que, según los científicos, cambiarán la historia de vikingos. Parece ser que no eran escandinavos y que su historia empezó mucho antes de lo que se piensa. En el lugar donde los encontraron solo pusieron un esqueleto de barco de hormigón (un poco feúcho, la verdad) y unos cuantos carteles. O nos perdimos algo o se podrían haber esforzado un poco más en destacar un lugar tan importante.
Museo Militar y de Historia Natural de Sõrve
Uno de los lugares más curiosos de Saaremaa es el Museo Militar y de Historia Natural de Sõrve (5€). Para empezar, la entra desde la carretera principal está a 5 metros, y no por detrás, que es por donde entramos nosotros, haciendo unos cuantos kilómetros (innecesariamente) por la carretera sin asfaltar congelada. Desde el parking, dirígete a cualquiera de los edificios y haz el pago. En invierno era self-service. Pagabas, cogías la vuelta y empezabas a explorar.
Hemos encontrado la siguiente descripción de este museo: «en los antiguos barracones de la guardia fronteriza soviéticas, este destartalado museo exhibe desechos militares, muchos de ellos, procedentes del campo de batalla circundante«. No podríamos estar más de acuerdo. Si te gusta descubrir en los museos, te encantará. Encontrarás mucho de todo en todos sus rincones. Solo tienes que tener los ojos bien abiertos y buscar con la mirada lo que más te interesa. Nosotros, por ejemplo, encontramos algunos recuerdos de nuestra infancia: un kit anti-radiactivo en caso de ataque nuclear (los teníamos en casa), uno de los primeros teléfonos móvil, propaganda soviética, porta cigarillos y medallas de guerra.
En el jardín verás unos restos de fortificaciones, restos de un nido de metralleta, una torre de vigilancia (no la veo muy segura para subir, aunque no esté prohibido), unos restos de guerra más grandes, como, por ejemplo, la base de una batería de la primera guerra mundial. También hay un par de bodegas, también visitables. En otros edificio tienes un museo de… de todo un poco: teléfonos, radios, TVs, esquíes, escuela, etc. Aquí es donde el dueño deja el té y café de cortesía para los visitantes. A nosotros nos sentó de maravilla, porque el día de nuestra visita hacía mucho frío.
Y otro museo a visitar es de Naturaleza. A mí (Kate) me dio un poco de yuyu, porque tiene muchos animales disecados, aunque tengo que reconocer, que era curioso. En la entrada, por ejemplo, había diferentes ejemplos de huevos y nidos de pájaros. Y en la otra sala, una estantería con un montón de cajones que podías ir abriendo y cotilleando qué hay dentro. En la mayoría, había insectos disecados.
#Curiosidad: Nos hemos dado cuenta de que a la mayoría de los museos de Estonia les encanta mezclar temáticas. Es muy habitual encontrar una expo sobre escolarización en un museo militar o una colección loca de relojes en un etno-museo.
Centro de visitantes / faro de Sõrve
Allí donde acaba la península de Sõrve sucede la magia. Por lo menos así nos pareció en invierno. Estábamos solos. Rodeados de bosques, silencio, niebla y aves. Ni un solo ruido que no perteneciera a aquel lugar desde los tiempos inmemoriales. Sorprendentemente, me sentía muy a gusto en aquel inhóspito y frío lugar.
Además de pasear, disfrutar, avistar los aves y ver cómo las olas aún vivas se colapsan sobre las congeladas, se puede subir a un antiguo búnker medio derrumbado. Se puede, pero no sé si se debe. Aunque, decir la verdad, arriba hay bancos, así que, supongo, que la idea es esa: subir y usarlo a modo de mirador.
Parece que en el faro han hecho un centro de visitantes y, parece, que no cumple las expectativas. No podemos opinar, porque en invierno estaba cerrado.
Acantilados de la península de Sõrve
Aunque no tan famosos ni tan altos como los acantilados de Panga, los de la península de Sõrve también tienen su encanto. Unos están cerca de Ohesaare y se llaman Ohesaare bank. Y otros, Kaugatoma bank, más cerca de Salme.
Saaremaa occidental
No nos dio tiempo para ver esta parte de la isla, pero no porque está muy lejos de Kuressaare, sino porque en invierno es menos accesible. El principal atractivo de esta zona es el Parque Nacional de Vilsandi, el más remoto de los parques nacionales de Estonia. La aldea principal de Saaremaa occidental, Kihelkonna, que es la puerta de entrada a Vilsandi. Una gran parte de la península de Tagamõisa también pertenece al PN de Vilsandi. Uno de sus puntos más atractivos, el faro de Kiipsaare, es accesible solo a pie. Por cierto, hoy en día este faro se encuentra 30 m mar adentro, por la erosión de la playa. Además, debido a la erosión – que sigue su curso – el faro se encuentra inclinado periódicamente, luego se corrige y vuelve a inclinarse.
Otro espacio natural de interés en la zona occidental de Saaremaa es la Reserva Natural de Viidumäe, donde se encuentra una torre de observación en el punto más alto de la isla – 54m. También hay 2 senderos naturales (2,2 km y 1,5 km) y un pequeño centro de visitantes.
Cerca de Kihelkonna se puede visitar una granja del s. XVIII (granja Mihkli) que se ha conservado muy bien, con edificios de madera con techos de paja. Este tipo de construcciones son típicos de las islas Saaremaa y Muhu. También se puede ver un molino de viento y un columpio tradicional, además de alquilar una sauna (por horas).
Y un último punto de interés de esta zona del que hablaremos es la iglesia luterana de San Miguel (Mihkli kirik), del s. XIII. La peculiaridad de esta iglesia es que su campanario se encuentra a 100 m de la iglesia y es el único de este tipo que queda en Estonia.
Sureste de Saaremaa
Si dispones de tiempo extra, puedes desviarte de la carretera principal que va de Kuressaare a Muhu y explorar carreteras segundarias. Nosotros solo tuvimos tiempo para recorrer la 132. En estos desvíos no se trata tanto de cosas que ver, sino más bien de adentrarte un poco más en la vida local, ver aldeas tradicionales, lugares muy solitarios y paisaje salvajes.
Solo por nombrar algunas paradas, podrías ver Sakla – una aldea pequeña, llena de casitas tradicionales. También, Boulder Piretikivi. Es una roca enorme en medio del bosque lejos de rocas y montañas. Según el cartel de al lado, vino desde Noruega, con la última glaciación. Y también puedes hacer una pequeña parada en Laimjala. Según una señora, aquí está una de las paradas de autobús más bonitas de la isla. Y bonita es.
Antes de volver a la carretera principal, podemos visitar la iglesia de Pöide. Pöide es uno de los pueblos de Saaremaa en el que se hace cerveza artesanal local. Sobre todo, recomiendan la cerveza negra. Otra cerveza artesanal se llama «Tuulik«, aunque desde hace años se produce en Tartu.
Qué ver en Muhu
Probablemente, el atractivo turístico más popular de Muhu es el Museo de Muhu al aire libre. Es, en parte, museo al aire libre, pero también es una aldea isleña tradicional habitada. Pero las casas de exhibición y las habitadas casi no se diferencian por fuera. Por eso es muy importante respetar los carteles y solo entrar en las que tienen símbolo del museo.
Con la entrada al museo puedes visitar una escuela, una casa y una granja-casa solariega del escritor Juhan Smuul. En la granja hay varios edificios. Te dejan unas hojas con información (¡en español también hay!) y puedes explorar a tu ritmo. En la casa principal, se compran los tickets y en la primera planta, hay una exposición muy curiosa de tejidos y trajes tradicionales. Fíjate en el llamativo color amarillo. Pregunta al señor de la taquilla – que seguramente te seguirá hasta aquí – de qué se hacían este color. Le alegrarás el día y, además, aprenderás algo interesante.
En Nautse, al lado de la carretera, puedes visitar el molino de viento en funcionamiento. Se puede comprar pan de harina que se hace en este molino. Y la iglesia de Santa Catalina en Muhu luce maravillosamente sobre la nieve y al atardecer.
Dónde alojarse en Saaremaa y Muhu
Nosotros nos alojamos 2 noches en la capital de Saaremaa, porque es un lugar bastante céntrico para explorar las islas y había muchas opciones económicas.
Enlace al Booking de Kuressaare Marina Apartment.
Si no está disponible o está muy caro, te dejo enlace a todos los hoteles en Saaremaa
Más sobre Estonia y Países Bálticos en nuestro blog.