Qué ver en Tallin. Estonia

En Tallin se mezcla lo moderno, lo soviético y lo medieval – una combinación que brinda mucho encanto a la ciudad y enamora a cualquiera que la visita. Y, como te puedes imaginar, con una historia casi milenaria hay muchísimas cosas que ver en Tallin.

Para conocer la capital de Estonia a fondo, necesitarás muchos días, igual semanas, porque es una ciudad que nunca deja de sorprender: cuánto más la conoces, más rincones encantadores vas descubriendo. Las puertas menos destacadas te llevan a los museos, tiendas o talleres impresionantes. Las callejuelas en las que acabas por casualidad, son las que te maravillan. Y las escaleras más empinadas suben a los miradores que te quitan el aliento.

La parte más popular de Tallin está en intramuros. Dicen que Vanalinn – el casco antiguo de Tallin – es el barrio más encantador de todo el país. Y si tienes suerte de visitarlo en invierno, cuando todas sus callejuelas y tejados están nevados, te prometo que no vas a olvidar nunca este cuento medieval.

El casco antiguo de Tallin se compone de la Ciudad Alta, el barrio de la nobleza, y la Ciudad Baja, donde vivían los comerciantes y artesanos.

Qué ver en Tallin: las mejores vistas del casco antiguo. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Qué ver en Tallin: las mejores vistas del casco antiguo.

Nuestros favoritos del casco antiguo de Tallin.

Tal y como decíamos, para conocer la capital de Estonia a fondo necesitarás muchos días. Además del Casco Antiguo hay atracciones y visitas curiosas en otros barrios: Kadriorg (zona de parques, arte y palacios), Pirita (playas y monasterio en ruinas), Centro (aquí están el museo de KGB y el barrio de Rotermann, donde las fábricas se transformaron en una zona de compras de moda), Kalamaja (barrio de fábricas en ruinas y edificios medio destruidos que se convirtieron en bares, tiendas y otros “negocios” curiosos levantados por los hipsters), Maarjamae (vistas preciosas al Casco Antiguo al atardecer), Haabersti (aquí se encuentra el Museo al aire libre de Estonia, una verdadera joya), etc.

A nosotros en dos cortos días de invierno, entre mercadillos Navideños, calles nevadas cautivadoras, vinos calientes y tés de espino amarillo, solo nos dio tiempo a conocer el Casco Antiguo de Tallin y el Museo etnográfico de Estonia a las afueras. Y de estas visitas te hablaremos. Y además, te contaremos cuáles fueron los atractivos que se quedaron en nuestra lista de “pendientes” para cuando volvamos a Tallin.

Rincón de los artesanos en Tallin. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Rincón de los artesanos en Tallin.

#TipViajero: Dicen que en verano varios cruceros desembarcan en Tallin cada día y hasta las 17.00 aprox. (es cuando los barcos zarpan del puerto) la ciudad está inmersa en un caos. Si puedes visitarla a partir de esa hora, creo que estarás más a gusto. En invierno en la Plaza del Ayuntamiento y un par de lugares más famosos había gente a cualquier hora, salvo muy temprano por la mañana. Pero con alejarnos un poco de estos sitios, nos encontrábamos prácticamente solos en los recovecos medievales escuchando cómo caía la nieve sobre las calles empedradas y esperando al caballero y su caballo aparecer detrás de la esquina.

Mapa de lo que visitamos en Tallin (en negro, nuestros pendientes):

Qué ver en Tallin: Plazas y Calles

En Tallin encontrarás muchas plazas encantadoras. Una de nuestras favoritas es Raekoja Platz (plaza del Ayuntamiento), donde se encuentra el principal Mercadillo Navideño en invierno.

#Curiosidad: El primer árbol de Navidad se instaló aquí en 1441 por el gremio de la Hermandad de los Cabezas Negras. Se cree que fue el primer árbol de Navidad ¡del mundo! expuesto en público. Eso sí, Riga no está de acuerdo. Si quieres saber más sobre Riga, lee nuestro post.

La plaza del Ayuntamiento está rodeada de edificios históricos de los ss. XV – XVII; muchos tienen una placa informativa en estonio e inglés. Aquí, como es de esperar, también se encuentra el Ayuntamiento gótico de Tallin, construido en el s. XIV. Por cierto, es el único ayuntamiento gótico que se conserva en el Norte de Europa (se pueden visitar algunas de sus salas con cita previa). Desde su torre, de 64m se puede ver una panorámica bellísima de la ciudad (en principio, abre de junio a agosto; consultar en una de las oficinas de información turística de Tallin).

Plaza del Ayuntamiento en Navidad. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Plaza del Ayuntamiento en Navidad.

#Curiosidad: el origen de la plaza del Ayuntamiento está en el mercado medieval que se celebraba aquí ya en el s.XI. En parte por eso es la más amplia del casco antiguo y muchas de las casas que la rodean son antiguos almacenes de la época Hanseática.

La calle Pikk, con casas de comerciantes alemanes, es una de las más visitadas de Tallin. Los edificios más antiguos, del s. XV, suelen tener tres o cuatro plantas.

El Pasaje de Katariina es, probablemente, el más romántico de toda la ciudad. Si consigues aquí una foto sin gente, según la creencia popular, vas a tener suerte en los siguientes 10 años. Vale, no existe tal creencia, pero ya la podrían establecer, porque es prácticamente ¡imposible!

Pasaje de Santa Katariin, Tallin. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Pasaje de Santa Katariin, Tallin.

Qué ver en Tallin: Miradores

Se puede subir a muchas de las torres de las iglesias y murallas para obtener impresionantes vistas de la ciudad de Tallin. Por ejemplo, la Torre del Ayuntamiento, la Torre de la Catedral luterana de Santa María, murallas de la Ciudad Baja, la Torre de la Iglesia de San Olaf, la Torre de Televisión de Tallin (aquí también se puede pasear por la cornisa de la torre con arneses de seguridad).

Al Mirador Kohtuotsa se puede llegar por la puerta de la Torre Pika jala väravatorn (Long Leg Gate Tower). Desde aquí tienes vistas impresionantes – tanto de día como de noche – a la Ciudad Baja y las partes más modernas de Tallin, con la costa báltica y el puerto de fondo.

Vistas desde el mirador Kohtuotsa, Tallin. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Vistas desde el mirador Kohtuotsa, Tallin.
Vistas nocturnas de Tallin. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Vistas nocturnas de Tallin.

Para ver las vistas al otro lado de la ciudad, al sur, y sus tejados del Casco Antiguo, hay que dirigirse al Jardín de los reyes daneses (Taani Kuninga Aed). Decir la verdad, en las noches estrelladas y nevadas de invierno era nuestro rincón favorito, lleno de magia y espíritu medieval. Se encuentra al lado del museo de las fortificaciones de la torre Kiek in de Kök.

Vistas desde el Jardín de los Reyes Daneses. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Vistas desde el Jardín de los Reyes Daneses.

Qué ver en Tallin: Iglesias y Catedrales

La iglesia de San Olaf, del s. XII, es de 124 m de altura. Se cree que era el centro de la primera comunidad escandinava de Tallin. La leyenda de su construcción está reflejada en los murales en uno de sus laterales. A ver si eres capaz de descifrarla. Y otro dato curioso: se rumorea que en los tiempos soviéticos se utilizaba como punto de vigilancia por la KGB.

#Curiosidad: Entre 1549 y 1625 la iglesia de San Olaf era el edificio más alto del mundo. Hasta que la alcanzó un rayo, medía 159 m.

Iglesia de San Olav, Tallin. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Iglesia de San Olav, Tallin.

La iglesia del Espíritu Santo, s. XIII, posee la torre más antigua de Estonia, del 1433, y el reloj más antiguo de Tallin, del 1684. Y el retablo del altar mayor data del 1438. En fin, una iglesia con muchos tesoros.

Probablemente, uno de los edificios religiosos más llamativos de Tallin es la Catedral de Alexander Nevsky, una iglesia ortodoxa rusa, con las típicas cúpulas en forma de bulbos y frescos e iconos ricamente decorados en el interior. Fue construida como parte del plan de la rusificación de las provincias bálticas en la época cuando Estonia pertenecía al Imperio Ruso. Está dedicada al mítico comandante Aleksander Nevsky (proclamado santo) que ganó la Batalla del Hielo en el lago Peipus en 1242. Por cierto, las cámaras están prohibidas dentro.

Si quieres saber más sobre el lago Peipus, lee nuestro post.

El monasterio de Santa Catalina (Santa Katariina) es uno de los edificios más antiguos de Tallin (construido en 1246). Desde que en 1524 unos luteranos le prendieron fuego, estuvo muchos años en ruinas y en el s. XX solo se reparó una pequeña parte. El horario de apertura a visitas no es muy regular, pero muchas veces se puede acceder al claustro bordeado por lápidas talladas.

Claustro del monasterio de Santa Catalina - uno de los edificios más antiguos del casco antiguo de Tallin. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Claustro del monasterio de Santa Catalina – uno de los edificios más antiguos del casco antiguo de Tallin.

Qué ver en Tallin: Edificios emblemáticos

Unos de los edificios más emblemáticos y ricamente decorados son los de los antiguos gremios alemanes. Por ejemplo, el del Gran Gremio, del año 1410 (hoy en día, Museo estatal de historia). Otro edificio importante es el que ocupaba la hermandad de los Cabezas Negras, cuyo santo era el africano Mauricio; de aquí, el nombre de la hermandad. En la fachada hay un relieve del año 1597 y las puertas son renacentistas.

Gremio de los Cabezas Negras, Tallin. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Gremio de los Cabezas Negras, Tallin.

El castillo de Toompea – actual cede del Parlamento de Estonia – es, sin duda, uno de los lugares más representativos de Tallin. Se elevó sobre los restos de las primeras fortalezas que se levantaron sobre Tallin por los daneses y alemanes. La torre más famosa del complejo es Pikk Hermann (1371) en la que ondeó por primera vez la bandera estonia y desde entonces es todo un símbolo de la identidad nacional.

Si quieres saber más sobre la creación de la bandera estonia, lee nuestro post sobre Tartu, la cuna del espíritu nacional.

#Curiosidad: Igual al principio te costará reconocer el antiguo castillo de los Caballeros Portaespadas en un edificio cuya facha barroca de color rosa es más propia de un palacio. Pero sí, estás delante de aquel castillo que en el s. XVIII sufrió una exhausta remodelación de las manos de la emperatriz rusa Catalina la Grande.

En la Plaza del Ayuntamiento se encuentra la Farmacia del Ayuntamiento, según algunos, la farmacia en funcionamiento continuo más antigua de Europa. No se sabe cuándo exactamente abrió sus puertas, pero en 1422 ya había cambiado tres dueños. Desde 1583 y hasta 1913 fue gestionada por ¡10 generaciones! de la misma familia, los Burchardt. Hoy, además de comprar algunas pastillas, se puede visitar una exposición histórica.

Una de mis cosas favoritas qué ver en Tallin: la Farmacia del Ayntamiento. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Uno de mis lugares favoritos: la Farmacia del Ayntamiento.

Qué ver en Tallin: Murallas y Puertas

Al principio la muralla de la Ciudad Baja tenía 46 torres. Hasta hoy solo se conservaron 26 y un poco menos de 2 km de los muros. Se puede visitar varias torres y subir a los muros. En algunos tramos aún se pueden ver las huellas de los cañonazos recibidos durante la Guerra de Livonia.

#Curiosidad: La muralla que rodea la Ciudad Baja (barrio de los artesanos y comerciantes) fue construida por los comerciantes en el s. XIV para “separarse” de Toompea (Ciudad Alta de los nobles) como medida de precaución cuando el conflicto entre los Caballeros y el Obispo se agravó.

Llegamos a Tallin una tarde nevada de invierno y entramos por la Puerta de Viru – dos torres altas que llevan protegiendo la entrada este a la ciudad desde el s. XIV. Al atravesar la puerta, nos encontramos en la calle Viru que en pocos minutos nos llevó a la Plaza del Ayuntamiento.

Torre Kiek in de Kök, literalmente del alemán, “dar un vistazo a la cocina”, es una de las torres medievales más impresionantes de Tallin; alberga una parte del Museo de la Ciudad. Si te fijas, verás nueve balas de cañón de Iván el Terrible incrustadas en sus muros. Desde esta torre salen visitas guiadas por los túneles del s. XVII entre las torres defensivas construidas por los suecos (con reserva previa).

Muralla y torres de Tallin. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Muralla y torres de Tallin.
Puerta Viru, una de las muchas de las murallas de Tallin. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Puerta Viru, una de las muchas de las murallas de Tallin.

Museo etnográfico al aire libre de Estonia

Muchas casas y otros edificios tradicionales de toda Estonia se trasladaron a este extenso complejo arbolado para que todos que lo quisieran pudieran ver cómo se vivía en el pasado y cómo se sigue viviendo en algunas zonas de Estonia, lejos de las grandes urbes. En invierno todas las “calles” están cubiertas de nieve y en verano, por estas mismas calles pasean los “habitantes” del museo vestidos de época.

En este “pueblo” hay de todo: molinos, granjas, escuelas, una capilla del 1699 y hasta una taberna de madera, Kolu Korts, donde se puede tomar algo. La noche de San Juan aquí se celebra una fiesta tradicional, con hogueras, bailes y cantos.

La forma más cómoda de llegar es en coche, pero también hay transporte público: autobús nº21 desde la estación de trenes. Comprueba los horarios en la web del Museo al aire libre de Estonia; aunque pone que en invierno solo abre hasta las 17.00, cuando estuvimos, en las fiestas Navideñas, cerraba más tarde.

Museo etnográfico de Estonia, Tallin. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Museo etnográfico de Estonia, Tallin.
Interiores de casas en el Museo al aire libre de Estonia. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Interiores de casas en el Museo al aire libre de Estonia.
Museo al aire libre de Estonia, Tallin.

Visitas pendientes en Tallin

Después de nuestra primera visita nos quedaron muchas cosas “pendientes” qué ver en Tallin. Por ejemplo, el barrio de Kalamaja, el de las antiguas fábricas industriales. Allí se encuentra el Puerto de hidroaviones de Lennusadam, hoy en día Museo marítimo con un rompehielos, un dragaminas y un submarino. Patarei es una antigua prisión donde aprender sobre la historia de encarcelamiento y… arte.

#Curiosidad: la última ejecución tuvo lugar en 1991, al final de la época soviética. Y la prisión seguía funcionando hasta 2002.

En el Centro nos gustaría visitar el Hotel Viru KGB, pero en invierno fue muy difícil coincidir con los horarios. Construido en 1972, fue el único lugar donde los pocos turistas extranjeros podían alojarse en Tallin. En los tiempos paranoicos de la URSS los del KGB ocupaban el piso 23 para tenerlos todos controlados y además, vigilar que los locales tuvieran muy poco contacto con ellos.

Parque Kadriorg forma parte de una historia más lejana, pero también relacionada con Rusia – el parque y el palacio, de belleza serena e imponente, fueron encargados por el zar ruso Pedro el Grande para Catalina I, su esposa. Además de pasear por el parque, se puede visitar el interior del palacio que alberga una de las partes del Museo de Arte de Estonia.

Y, por último, los más fuertes mentalmente pueden visitar dos de los museos más conmovedores y terroríficos de Tallin: Museo de las Ocupaciones (dedicado principalmente a los horrores de los tiempos de la ocupación soviética) y los Establos del Palacio Maarjamäe (se centra en el período de ocupación nazi entre 1941 y 1944, tras la ocupación soviética del año 1940 (conocida como “año del terror”) y antes de la siguiente ocupación por la parte de la URSS entre 1945 y 1991).

Qué ver en Tallin: calles. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Qué ver en Tallin: calles.

Más sobre qué ver en Tallin

Creo que ya te has dado cuenta de que en Tallin hay muchísimas cosas que ver y hacer. Para que no te pierdas y puedas elegir lo que más te apasione, además de este post, que esperemos te haya servido de ayuda, te dejamos varias webs con información detallada de horarios, precios, direcciones, etc.

Museo de la Ciudad de Tallin tiene 7 sedes e incluye desde el Museo de fortificaciones y hasta el Museo de la fotografía. Además, organiza exposiciones temporales, visitas guiadas y eventos especiales según la temporada (en Navidad 2020, por ejemplo, tienen eventos sobre los 800 años de Cristiandad en Tallin).

El Museo de la Historia de Estonia también cuenta con varias sedes, organiza exposiciones temporales y diferentes visitas guiadas.

El Castillo de Toompea también merece una visita. Cada parte (la torre Pikk Hermann, el Parlamento, etc.) tiene su horario y precio.

Otro museo con varias sedes es el Museo de Arte de Estonia. Puedes elegir entre exposiciones de arte estonio, ruso, europeo, religioso, etc.

Y para más ideas de qué ver en Tallin, aquí la web de Visit Tallin con opciones infinitas. Procura empezar a elegir tus favoritos y confeccionar tu ruta por la capital de Estonia con antelación para no agobiarte en el último momento.

Lee nuestro post Datos prácticos para visitar Tallin para preparar tu viaje a Tallin. En él hablamos de alojamiento, gastronomía y transporte de la capital estonia.

Qué ver en Tallin en Navidad: el mercadillo de la plaza del Ayuntamiento. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Qué ver en Tallin en Navidad: el mercadillo de la plaza del Ayuntamiento.
Tallin en Navidad. Viajar a Países Bálticos en invierno.
Tallin en Navidad.

Un poco de historia de Tallin

En el s. IX Tallin ya era un centro comercial importante de los estonios. Y en el s. XI se elevó una fortaleza en Toompea(la colina que se alza sobre la Ciudad Baja). El 1219 fue el año cuando los daneses conquistaron estas tierras, aunque no por mucho tiempo. Ya en 1227 los Caballeros Portaespadas les quitaron la ciudad y levantaron una fortaleza de piedra en Toompea. Pero en 1238 los Caballeros se vieron obligados a devolver la ciudad a los daneses. En plena lucha de poderes unos 200 comerciantes alemanes vinieron de Gotland(Suecia) y se asentaron debajo de la fortaleza, hoy Ciudad Baja.

#Curiosidad: Una de las explicaciones del nombre Tallin es “Taan linn” – “localidad danesa”.

Si quieres saber más sobre Gotland, lee nuestros posts: Gotland por la mañana y Gotland por la tarde.

Ciudad Baja de Tallin desde el mirador una noche de densas nevadas.
Ciudad Baja de Tallin desde el mirador una noche de densas nevadas.

Tallin y Liga Hanseática

Desde que Tallin se unió a la Liga Hanseática en 1285, se convirtió en el “centro de operaciones comerciales” entre Países Nórdicos y el Imperio Ruso: al oeste se transportaban las pieles, la grasa de foca y el cuero. Y de vuelta iban los arenques, los vinos, la sal y los paños.

En una de las sedes del Museo Marítimo, Fat Margaret, hay muchísima más información sobre esta etapa histórica y todo con lo que se comerciaba.

La situación de Tallin a finales del s. XIII – principios del s.XIV: legalmente pertenecía a Dania, pero el dominio económico lo tenían los germanos, gracias al poder de la Liga Hanseática. La población local empezaba a cansarse de la dominación extranjera y en 1343 la ciudad fue asediada por los propios ¡estonios!

Al final, los daneses vendieron Tallin, junto con el Norte de Estonia, a la Orden Teutónica. Ahora todo el poder sobre esta zona, menos eclesiástico, estaba en las manos germanas. Sin embargo, el Obispo danés seguía siendo la autoridad religiosa. De aquí, los conflictos, enfrentamientos y la muralla de la Ciudad Baja que los artesanos y comerciantes levantaron por su cuenta, cansados de las disputas entre los teutones y los religiosos.

Mercadillos en las murallas medievales de Tallin. Consejos prácticos para visitar Países Bálticos en invierno.
Mercadillos en las murallas medievales de Tallin.

Lucha por el dominio en la región Báltica

En el s XVI, sin embargo, surgió un conflicto mucho más serio que el de entre el poder eclesiástico y administrativo. Empezó la disputa por el dominio en la zona Báltica entre los daneses, polacos, rusos, suecos y lituanos. Tallin y el Norte de Estonia se encontraban en el epicentro del campo de batalla. Finalmente, el dominio de esta zona se lo ganó Suecia y se puede decir que el período en el que el Norte de Estonia era sueco (1560 – 1710) era uno de los más tranquilos y prósperos.

#Curiosidad: fue cuando se estableció y floreció una de las universidades más progresistas  de Estonia – la de Tartu. Si quieres saber más sobre esta universidad y la ciudad profundamente patriota – Tartu – lee nuestro post (link más arriba).

Tallin con nieve. Consejos prácticos para visitar Países Bálticos en invierno.
Tallin con nieve.

La sufrida relación entre Tallin y Rusia

Desde 1710 y hasta los finales del s.XX Tallin y Estonia pertenecían a Rusia, primero como Imperio Ruso y luego, formando parte de la URSS. Es un período más depresivo, sin poder expresar su identidad nacional abiertamente, pero es cuando se construyeron casi todas las fábricas y ferrocarriles que convirtieron Estonia en un país industrializado y le devolvieron la importancia al puerto de Tallin.

Tallin se convirtió en la capital de la república independiente de Estonia en 1991, después de varios años del “despertar nacional” y la Revolución Cantada (link a Wikipedia) al final de la cual los Países Bálticos salieron de la URSS.

Cuidado en invierno en las calles: están resbaladizas. Consejos prácticos para visitar Países Bálticos en invierno.
Cuidado en invierno en las calles: están resbaladizas.

Más sobre Países Bálticos: categoría Países Bálticos.

Más sobre Estonia: categoría Estonia.