El Valle de Truso es un valle entre vertiginosos picos, con ríos gélidos, aguas minerales, pozos sin fondo, fuentes de colores, ovejas y casas solitarias en pueblos abandonados. La excursión al Valle de Truso desde Kazbegi es una de las más espectaculares y sí, la recomendamos, aunque también es cierto que cuesta dinero; al final del post os damos un par de consejos cómo ahorrar.
Excursión al Valle de Truso
El primer tramo de la excursión pasa por la Autopista Militar con colas kilométricas de camiones esperando para cruzar la frontera con Rusia por el paso estrecho, a escasa distancia de Kazbegi. Los conductores se juntan: comen, descansan, juegan a cartas, conversan, parece que hasta les da tiempo hacer amistades. ¿Cuánto tiempo vivirán en el camión en carretera? “Días, – contesta nuestro taxista, – a veces llevan días sin moverse de sitio y no es raro que tengan que pasar semanas esperando su turno.”
Pronto dejamos la carretera principal y nos metemos por pistas de tierra. Detrás de cada curva el paisaje es diferente: los pueblos, las formas del río y de las montañas, los pastos… En la montaña de enfrente acaban de cortar hierba para secarla para el invierno. Parece misión imposible: la pendiente es demasiado pronunciada, ¿cómo es posible trabajar con una pendiente así?
“Es mucho más fácil que en llano, – dice el conductor, – cuando segas hierba, no tienes que hacer tanto esfuerzo, ya que estás más arriba que la guadaña, así que no se engancha tanto. Y también es más fácil recoger la hierba, la tiras abajo, y ya está“.
Curiosidades del camino
Pasamos una planta de extracción de burbujas del agua mineral natural para luego utilizarlas para las bebidas con burbujas… y yo que pensaba que había una manera más fácil de gasificar una bebida… ¿alguna máquina? ¿reacción química? ¿y cómo transportas luego las burbujas? El taxista no sabía respuesta a esta última pregunta, pero se paró a pensar un momento…
A medio camino empezamos a avistar ovejas, muchas, por todos lados, con pastores humanos y perrunos. En Georgia hay muchas ovejas, pero sorprendentemente no es muy fácil ni barato conseguir su carne. En los restaurantes suelen ofrecer cerdo o vaca, y, según nos contaron varias personas, ovejas se exportan, principalmente a países musulmanes. También es muy típico alquilar pastos a los armenios, que vienen con sus ovejas, así que no todo lo que veis pertenece a los locales.
#Curiosidad: Las chabolas en medio de la nada con techos de lona azul son poblaciones de pastores de Armenia. No entendí muy bien la historia de porque tenían tanta lona de este color, pero parece ser que fue un pedido muy grande de su país que luego vendían muy barato a su gente. De todos modos, la lona azul se ha convertido en el distintivo de los pastores de Armenia.
Seguimos por el Valle de Truso. Pasado Kvemo, nos adentramos en el cañón por una pista de tierra sobre el precipicio bastante estrecha; no me gustaría comprobar si es posible que pasen dos coches al mismo tiempo… pero hay que vivirlo: hay dos todoterrenos detrás que por lo visto tienen mucha prisa e intentan ¡adelantar! Paramos para hacer un par de fotos al agua saliendo directamente de la roca, y… pasan sin ningún problema.
Zona de agua mineral termal
En varias ocasiones tenemos que vadear los ríos, cruzar el campo de “piedras caídas” y por fin llegamos a uno de los puntos más curiosos: zona de agua mineral termal que sale de la tierra y va cubriendo el área con una capa de calcio y otros minerales de colores. No sé qué minerales serán, pero a muchas plantas no les gusta, se ponen negras…
Por cierto, dicen que al otro lado del río hay un lago sin fondo de estas mismas aguas minerales. Es muy pequeño en diámetro, pero ya han desaparecido vacas, ovejas y caballos en él, y nunca han salido sus restos… Se puede acercar (en la ruta peatonal, por un puente que veréis por el camino), pero no se recomienda bañarse en él.
Por el camino veréis las cruces antiguas; la mayoría son marcas para delimitar los territorios y no hay misterios detrás 😉
Ketrisi, penúltimo pueblo Georgiano
Llegamos a penúltimo pueblo georgiano, Ketrisi, dónde sólo sigue viviendo una familia anciana. Al igual que en muchos otros pueblos de esta zona, aquí vivían los osetinos, pero tuvieron que dejarlos por los problemas geopolíticos.
¿Vasno (así se llama nuestro taxista), qué es ese edificio tan moderno y bien cuidado en medio de la nada? Y parece que hay huerta…
Ah, sí, son monjes. Lo construyeron hace poco. Muy trabajadores. Y viven aquí todo el año, aunque en invierno puede ser muy duro.
Ábano, el último pueblo georgiano en la frontera con Osetia
A cabo de unas dos horas aprox. llegamos a Ábano, el último pueblo antes de cruzar la frontera a Osetia del Sur, desde aquí los agentes fronterizos no os dejarán avanzar sin un permiso especial.
Justo llegamos para la misa en la pequeña iglesia. Siempre y cuando tenéis la posibilidad de presenciar una misa en Georgia, os recomiendo hacerlo: la gente es devota, el canto es místico, todo lo que sucede está lleno de fe y sinceridad. No pasa nada si no sabéis qué está pasando y qué hay que hacer en cada momento: los georgianos son muy comprensivos – os guiarán o simplemente os mirarán tiernamente pensando: “Ya sé que no eres de aquí e igual no eres cristiano, bueno, que se le puede hacer…”.
Las normas: otra vez sobre las normas para entrar en una iglesia en Georgia. Chicas: falda, rodillas y hombros cubiertos, pañuelo en la cabeza. Chicos: pantalón largo, cabeza descubierta.
La vuelta del Valle de Truso
Volvimos por el mismo camino, repasando todo lo que hemos visto y aprendido… Ahora nos cruzamos con muchos coches. Son las 11.00. Cuando le preguntamos al taxista porque tantos taxis ahora, nos dijo que la hora habitual de salir de excursión es entre las 10.00 y las 11.00, que nosotros somos madrugadores.
Consejos prácticos para visitar el Valle de Truso
#Tip Ahorrador: si queréis ahorrar, es mejor seguir la tónica general y salir a las 10-11, así podréis encontrar compañeros de viaje y compartir gastos. Sin embargo, si queréis aprovechar el día, mejor salir cuanto antes. Nosotros, por ejemplo, ese mismo día también hicimos el trekking a la piscina mineral termal y las cascadas, acabando el día en el banquete tradicional georgiano. ¿A qué nos cundió el día? En los siguientes posts podéis conocer ambas experiencias.
Alternativa menos cara: Coger el taxi hasta Ketrisi y quedar con el taxista que os recoja en 3-4 horas. Así tendréis tiempo para hacer el trekiking de 8 kms /sólo ida, hasta el pueblo de Abano en la frontera con la Osetia del Sur.
Cuánto cuesta: Entre 50 y 80 lari/taxi. 50 si os dejan en el pueblo de Ketrisi y vuelven a por vosotros en 3 horas. 80 lari si se hace toda la ruta en el 4×4, hasta el pueblo de Abano (nuestra experiencia).
Cuánto tiempo: unas 3-4 horas toda la ruta en todoterreno, 5-6 horas si se hace el trekking.
¿Merece la pena? Si, definidamente.
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Nuestro itinerario de 17 días por Georgia: días 1 – 10