Lerma es una villa donde puedes pasar un par de horas o perderte un día entero. Merece mucho la pena alojarte aquí y pasearla tanto de día como de noche y al amanecer. A cada hora tiene una cara diferente, pero siempre sonriente y acogedora. Y siempre se ve en sus ojos un reflejo del espíritu del Duque de Lerma, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, sin cual esta ciudad, seguramente, tendría un aspecto muy diferente.

Un poco de historia de Lerma
Lerma llevaba poblada muchos siglos, antes de que llegó el primer Duque de Lerma para convertirla en una villa célebre. Se llamaba Francisco Gómez de Sandoval y Rojas y era el valido del rey Felipe III entre 1598 y 1618, y fue quien prácticamente reemplazó al rey en sus funciones. Gracias al poder riqueza del duque, en los escasos 20 años se levantó la parte monumental de Lerma que hoy en día es el principal atractivo de esta ciudad.
En muy poco tiempo aparecieron el palacio, la colegiada, 6 conventos de clausura, hospital para peregrinos, ermitas, molinos, casas, jardines, cotos de caza y demás construcciones y espacios para que el rey se sintiera como en casa, no se preocupara por nada y dejara a su valido gobernar tranquilamente.
Es como Lerma se convirtió en una ciudad de recreo donde «traer al rey y darle todo lo que él deseara y en grandes cantidades«. Pero ¿por qué Lerma? ¿Por qué aquí construir el «parque temático» para el rey y con tanta prisa? Primero, porque está en el cruce de caminos y es un puesto importante en el Camino Real. Y segundo, está cerca tanto de Madrid como de Valladolid, lo que era crucial cuando el duque de Lerma decidió trasladar la corte de Madrid a Valladolid.
Y las prisas, bueno, el Francisco Gómez de Sandoval y Rojas ya estaba al límite, según la esperanza de vida de entonces, así que le quedaba poco tiempo para disfrutar de su posición privilegiada.
Ahora ¿cómo Francisco Gómez de Sandoval y Rojas consiguió construir una ciudad de tanta grandeza en tan poco tiempo? Tuvo suerte: pudo «reutilizar» la mano de obra cualificada que justo terminaban de construir El Escorial. De allí trajo a los trabajadores e ingenieros a Lerma.
#Curiosidad: ¿Notas un cierto parecido entre Lerma y El Escorial? El estilo de la arquitectura de ambas ciudades se llama el Herreriano – un estilo que duró muy poco tiempo, porque justo después llegó el Barroco. Se caracteriza por poca decoración, líneas rectas y limpias, y, muy importante, se construye rápido, porque no se pierde tiempo en detalles.
Lerma: Qué ver
Ahora vamos a hacer un rápido recorrido por Lerma. Visitaremos los monumentos más importantes. Si necesitas más información, abajo te dejo el link de la web de la ciudad. Y si sientes curiosidad, visita Lerma. Abajo te dejo el contacto de la información turística, donde podrás contratar una excursión por la villa.

Parador-palacio-castillo ducal
Primero, bienvenido al parador de Lerma. Es el antiguo castillo, muy pequeño, la única construcción significante que había en la ciudad antes de que el duque empezara su obra para reformarla. No derribaron al castillo, sino que lo integraron en el palacio, hoy en día, el parador.
Aquí, en los tiempos de Felipe III, se montaban las mejores fiestas de la época. Pero conociendo ya un poco la figura del Duque de Lerma, su valido, entenderás que no lo hacía simplemente para emborracharse y pasarlo bomba. Era un hombre culto y muy listo, y lo que parecía un derroche innecesario de dinero, era el precio a pagar por la paz. La impresión que daban con estas fiestas es que la corona disponía de mucho dinero, por lo que podía permitirse unas tropas importantes. Como consecuencia, nadie quería provocar. Esta estrategia funcionó: el reinado de Felipe III y duque de Lerma era un reinado de paz.
También en este castillo-palacio hacían teatro en el patio, donde había un moderno sistema de escenarios que permitía levantarlos. Lope de Vega estrenó aquí varias de sus obras.

Plaza Mayor
Siguiente parada, nada más salir del parador-palacio-castillo, es la plaza Mayor que no es, en realidad, ninguna plaza Mayor. Era un espacio privado del palacio, bordeado por pasadizos y casas de nobles. Por dentro de esos pasadizos el rey se movía por Lerma – a las iglesias, conventos, plazas etc. – sin la necesidad de salir a la calle. Cómodo, ¿verdad? Y no solo en términos de frío que hace aquí en invierno, sino también facilitaba mucho la logística. Si el rey quisiera salir a la calle, habría que desplegar una mini-tropa por razones de seguridad.
#Curiosidad: Cuando Lerma dejó de ser «el lugar del recreo de la corte«, los pasadizos se dividieron en casas y se vendieron. Obviamente, también se perdió la conexión entre los edificios… ¿O no? ¿O no del todo? Pero la plaza durante muchos años era privada, pertenecía a los descendientes del duque, hasta que un día el ayuntamiento de Lerma la compró por un precio simbólico.

Convento de Santa Teresa
Convento de Santa Teresa era sede de las carmelitas en Lerma. Actualmente es el ayuntamiento y oficina de turismo. El duque de Lerma también tuvo algo que ver con este edificio. Como tenía relación con el Vaticano, pudo acelerar el proceso del reconocimiento de Santa Teresa como santa. Sin embargo, incluso antes de proclamarla santa, le da este nombre al convento que manda a construir en Lerma. ¿Coincidencia? ¿Sabía que lo conseguiría? ¿No era un poco presuntuoso? O ¿realmente tenía tanto poder y valentía que se lo podía permitir?
#Curiosidad: Paseando por Lerma verás que hay muchos edificios religiosos. ¿Quieres saber porque tantos? En el pasado los nobles fundaban conventos para asegurarse la salvación de su alma (los religiosos rezarían siempre por el alma del fundador). Y también lo hacían para tener donde pasar los últimos años de sus vidas. En caso de Lerma había una razón más: a Felipe III le encantaba estar rodeado por los religiosos.

¿Quién es el cura Merino?
Por un momento dejamos la figura omnipresente del Duque de Lerma para contar la historia del cura Jerónimo Merino, cuya tumba se encuentra en la Plaza de Santa Clara. Era, a parte de cura, un guerrillero ilustre de la Guerra de la Independencia. Las tropas francesas, al sufrir la derrota en Bailen, se retiren en dirección norte, saqueando todo lo que encuentran a su paso. ¿Qué hace el cura Jerónimo? Se va al monte y forma una pequeña tropa de guerrilleros para asaltar los soldados franceses. Al acabar la guerra, los franceses se retiran y el cura vuelve a su pueblo para volver a ser cura. Parece un final feliz.
Pero, al parecer, Jerónimo Merino no podía quedarse quieto. Cuando estallan las guerras Carlistas Don Jerónimo pasa el bando carlista. Como tiene experiencia militar, ejerce de General del ejercito Carlista. ¿El problema? Pierden la guerra. Y nuestro cura se ve obligado a exiliarse. ¿A dónde, crees, que escapa? A Francia. Sí, eso es, contra cuyos tropas luchó con gran éxito hace tan solo un par de años. Y hasta recibe una pensión francesa.
#Curiosidad: Otro guerrillero famoso de los alrededores de Lerma es el hombre que contribuyó mucho en la historia de España – Ramón Santillan – cofundador del Banco de España.

Mirador de los Arcos
Detrás del sarcófago del cura Merino verás unas columnas a través de las cuales se observa una panorámica preciosa sobre la vega del río Arlanza. Te recomiendo venir aquí al amanecer, si quieres ver los campos y los bosques pintados de dorado.
Y si te encuentras en modo poético, recorre este balcón a través de los poemas de José Zorilla que están grabados en los paneles por el camino.
En los tiempos del Duque desde este balcón se observaban los jardines y… ¡un canal donde se hacía espectáculos! Tal era el realismo que hasta se hundían barcos en sus aguas imitando batallas reales. Más allá estaban las huertas y cotos para cazar.
#Curiosidad: ¿Sabías que el Lerma se podía obtener indulgencia plenaria en los tiempos del Duque? Había 7 ermitas, algunas visibles desde este mirador, y si las visitabas todas, obtenías la indulgencia plenaria, es decir, se te perdonaban todos los pecados cometidos hasta el momento. Otro lugar donde se podía obtener tal indulgencia era el Vaticano. Creo que no son necesarias más pruebas del poder de Francisco Gómez de Sandoval y Rojas.

Los pasadizos
Una pequeña parte de los pasadizos es visitable. Tiene paneles informativos y una pequeña muestra de cómo se movía el rey por aquí. El pobre prácticamente no caminaba. Incluso dentro de los túneles, lo llevaban en el palanquín.
#Curiosidad: ¿Sabes cómo el pueblo se enteraba por dónde iba el rey? Se abrían las ventanas de los pasadizos para iluminarlos al paso del rey.
José Zorrilla
Enfrente de la Colegiada está la estatua de José Zorrilla. Desde aquí se ve su casa y la de su primer amor – Catalina – que fue la inspiración para su poesía toda su vida.

La Colegiata de San Pedro
Hay algo muy especial sobre la Colegiata de San Pedro. No es una iglesia al uso. Sino es una iglesia construida especialmente para hacer música en ella y para que los ángeles tuvieran donde cantar. Era prácticamente el único lugar done, junto con el coro masculino, se podía escuchar voces tan claras como las femeninas. Y como en aquellos tiempos las mujeres no estaban permitidas cantar en las iglesias y además, el sonido venia desde el techo, la única explicación era que bajaban los ángeles desde el cielo para cantar los días que el rey visitaba la iglesia.
#Curiosidad: ¿Cómo el ingenioso de Duque de Lerma consiguió este efecto? Porque, creo que a estas alturas ya sabemos todos que si algo imposible pasaba en la ciudad, era obra de este gran hombre. Pues, muy fácil. ¿Te acuerdas que había pasadizos conectando prácticamente todos los edificios importantes de la Lerma? Por uno de ellos llegaban las monjas clarisas desde el convento que está al lado y se colocaban detrás de las rejas en el balcón sobre el altar, arriba del todo. Así no infringían la prohibición de cantar en la iglesia, como mujeres, porque aquella parte del pasadizo pertenecía a su convento. Pero, por otro lado, sus voces – claras y angélicas – se escuchaban en la Colegiata.
Otra de las curiosidades de la Colegiata es que tiene dos órganos, uno frente al otro. Como consecuencia, toda la música que se tocaba aquí tenía que componerse para este lugar en exclusiva. Si visitas la Colegiata, escucharás esa música, ya que va acompañando la visita.

Más información sobre Lerma:
La web de Lerma, para saber más.
Todos los espacios, salvo la Colegiata y el pasadizo, se pueden visitar por libre y gratuitamente. Para entrar a la colegiada y el pasadizo, hay que hacerlo con guía. Ambas visitas, además del resto del recorrido, están incluidas en la visita guiada por Lerma que cuesta 4€/persona.
Visita guiada por Lerma: llamar al ayuntamiento/oficina turística y concertar cita si sois un grupo. Si no, hay horas concretas en las que hacen visitas. No hay un mínimo de asistentes para estas visitas. Todo el año, de martes a domingo.

Este post fue elaborado después del blogtrip por el Valle del Arlanza en colaboración con Destino Burgos.