Estas dos costas – Cliff Coast (Costa de los Acantilados) y Bay Coast (Costa de las Bahías) – probablemente son nuestras costas favoritas de la ruta Wild Atlantic Way (Ruta Costera del Atlántico) en Irlanda. Aunque casi no vimos nada de Cliff Coast, por falta de tiempo, lo que sí visitamos, nos encantó. En la Bay Coast encontramos lo que nos vuelve locos: montañas, mar y lagos en un mismo lugar. Además, esta costa está llena de carreteras con encanto, de esas que no quieres que acaben nunca. De esas que las recorres con ganas, incluso si odias conducir.
Cliff Coast
Estuvimos unos 5 días entre Haven Coast y Southern Peninsulas Coast. Nos quedaban 5 días más de viaje por Irlanda y 4 costas sin descubrir. Íbamos fatal de tiempo. Y prescindimos de Cliff Coast. Solo hicimos dos visitas, o mejor dicho, dos en una, para la que teníamos comprado descuento con Groupon. Fuimos a pasar el día a la isla más pequeña de las islas de Arán, Inisheer, y a la vuelta, a ver los Acantilados de Moher desde abajo. Ambas excursiones nos costaron 15€/persona y tardamos un día completo en realizarlas.
Isla Inisheer
Dicen que la pequeña isla de Inisheer es una de las más auténticas de Irlanda. Muchos años la gente que vivía aquí estaba aislada en invierno, porque era imposible navegar. Ahora hasta tienen un pequeño aeropuerto con vuelos regulares desde Galway.
La isla Inisheer es un laberinto de paredes de piedras, que se levantaron para hacer posible la agricultura. El clima aquí es bastante severo: vientos que lo arrasan todo, precipitaciones frecuentes, temperaturas bajas. Aún así, la gente se empeñó en vivir aquí. Y es más, crearon tierra fértil y consiguieron cultivar algo. Hoy en día, la mayoría de las huertas están vacías y un 90% de los habitantes de Inisheer se dedica al turismo – hospedaje, restauración, paseos a caballo y en tractores, alquiler de bicis.
Además de asombrarse con la persistencia de los lugareños (hay carteles informativos que explican cómo crearon terreno para cultivar y cómo sobrevivían), hay unos cuantos lugares de interés turístico. No te pierdas el lago, el cementerio, la iglesia, el castillo, y, por supuesto, los restos del naufragio con su historia de salvamento de toda la tripulación que saca lágrimas a cualquiera.
Datos prácticos:
Cómo llegar: desde Doolin. Hay varias empresas. Salidas por la mañana. Vueltas al medio día y por la tarde. Tienes que avisar a qué hora quieres volver.
Qué ver: pide el mapa de la isla en cualquier establecimiento o en el barco.
Cómo ver la isla: andando o en bici. También existe la posibilidad de ir en un carruaje, aunque tienes menos tiempo libre para descubrir la isla a tu aire.
Alquiler de bici: 10€/todo el día. Hay algunas empresas que lo tienen más caro. Hay dos rutas para descubrir la isla Inisheer. La ruta roja tiene un poco de pendiente y recorre los puntos de interés turístico, como, por ejemplo, el castillo, el barco del naufragio etc. La azul es prácticamente llana (si la haces en la dirección sugerida) y su principal encanto son los paisajes.
Cliffs of Moher
Nosotros vimos los acantilados de Moher desde abajo, desde el barco. Ese día llovía, había niebla, y los acantilados parecían gigantes transformados en roca. Me daba la sensación de que en cualquier momento empezarían a moverse, extendiendo sus brazos enormes hacía nuestro barco. El paisaje que vimos fue agreste, inhóspito, y por eso, aún más cautivador.
Como el día era muy feo (niebla cerrada y lloviendo), decidimos no visitar los acantilados desde el mirador. Eso sí, pasamos por la taquilla – con una chica y un guardia muy aburridos – para pedir información. Ellos mismos nos aconsejaron amablemente que no visitáramos los acantilados, que el tiempo no acompañaba, y que no nos cobraban por entrar en el parking y dar la vuelta. También nos dijeron que este tiempo es bastante habitual, así que, cruza los dedos para que tengas buenas vistas el día que vengas a ver los Cliffs of Moher.
Datos prácticos:
Parking enorme donde las taquillas.
Precio: 8€/persona, aunque dicen que los acantilados son gratuitos y cobran por aparcar. Sin comentarios.
Recomendación de los locales: Dejar a los pasajeros en la carretera para que entren andando por la senda (gratis) y que solo entre el conductor con el coche (8€).
Como ver los acantilados de Moher desde el mar: desde Doolin. Hay varias empresas que operan este tour, que puede ser un combinado con una de las islas Aran o un tour independiente. No es imprescindible la reserva con antelación.
Bay Coast
Nuestro paso por Bay Coast fue perfecto en todos los sentidos: muy buen tiempo, sitios impresionantes, poco turismo y un alojamiento con los anfitriones muy amables, donde nos sentimos como en casa.
Carretera R374
La carretera R374 es una de esas carreteras que parece que no tiene ningún punto destacable, pero no puedes parar y dar la vuelta, porque algo te hace seguir. No hay puntos de interés concretos. Es una carretera para simplemente cotillear las vidas de los locales. Mira, qué casa. Mira, qué pista, ¿cómo van por aquí? Ay, allí hay un mini-puerto con barcas pesqueras. ¿Y cómo estarán conectadas las islas? Porque en Google Maps estas dos tierras no parecen estar conectadas, pero la carretera sigue… ¿Por qué vivir tan apartados de la civilización? Parece cerca, pero ¡tardamos medio día en ir hasta Lettermullan y volver!
Cuanto más lejos de la carretera principal, peor las carreteras, aunque siempre había asfalto, aunque a veces con vegetación en medio, pero había asfalto. Cuanto más lejos de la carretera principal, más posibilidades de encontrar vallas con carteles «propiedad privada». Nosotros dimos la vuelta al llegar a uno de estos, casi al final de la última isla.
#TipViajero: si no dispones de tiempo suficiente, se puede prescindir de este recorrido. Es meramente curioso, para la gente a la que le gusta observar cómo se vive fuera de los atractivos turísticos, aunque muy cerca de ellos.
Roundstone
Dicen que es uno de los pueblos pesqueros más bonitos de Connemara. No está mal, pero a nosotros no nos impresionó. Diría que merece la visita solo si te pilla de paso.
Gurteen Bay y Dog’s Bay
Son dos bahías y dos playas enormes a dos lados de una franja de tierra que se adentra en el océano Atlántico. Si dudas que en Irlanda hay playas paradisíacas, ven aquí. Gurteen Bay y Dog’s Bay se convirtieron en nuestras playas favoritas de la Bay Coast y entraron en nuestro Top 5 de toda la Isla Esmeralda.
Lo que iba a ser una visita rápida – un vistazo, una foto – se convirtió en varias horas de paseos. Además, tuvimos muchísima suerte con el tiempo, hasta valoramos la posibilidad de bañarnos. Eso sí, después de mojar los pies, esa posibilidad se desvaneció, pero sí disfrutamos de una comida al aire libre con la briza templada y vistas fascinantes.
Ballyconneely
No hay mucho que ver en la misma ciudad, pero los alrededores son un ejemplo más de vida rural auténtica. Recorrimos un par de carreteras estrechas de doble sentido, presenciamos un atasco creado por caballos, dimos marcha atrás por la izquierda – en fin, vivimos los encantos de un día cualquiera de la gente de aquí.
¿Te has dado cuenta? ¡Conducir por la izquierda y marcha atrás sentado al otro lado del coche! Eso sí que es nivel. Por cierto, si quieres saber si es difícil hacerse con la conducción al revés en Irlanda, lee nuestro post Carreteras de Irlanda.
Alcock and Brown landing site y memorial (lugar de aterrizaje de Alcock y Brown)
Esta atracción turística de Bay Coast es muy poco conocida. Sin embargo, es una de las más sorprendentes e inesperadas. ¿Sabías que los pilotos del primer vuelo transatlántico aterrizaron en las marismas de Derrigimlagh? Bueno, aterrizaron. No les quedaba otra. Así, por accidente, este lugar se convirtió en un punto histórico.
Si quieres saber más sobre el hecho, recorre la ruta circular. Está bien marcada y con mucha información interactiva en los paneles. Por cierto, si haces un poco de deporte, tendrás la posibilidad de escuchar la información. Si eres vago, tendrás que leerla. ¿Cómo?.. ¿Hemos despertado tu curiosidad e interés?
Connemara National Park
Cuando llegamos al Centro de Visitantes del Parque Nacional Connemara, ya estaba cerrado. Así que, no sabemos si merece la pena. Eso sí, las rutas que hay en su alrededor, no molan. Hay dos que bordean un «agujero» con vacas pastando. Las vistas no cambian mucho en todo el recorrido y puedes ver la senda al otro lado en todo el momento. No le pillamos la gracia. La tercera ruta, la del bosque, no está nada mal. Trascurre por un bosque frondoso al lado del curso del río. Hasta tiene una cascada. Primero tendrás que bajar y al final, subir para volver al centro de los visitantes o al parking.
Kylemore Abbey & Victorian Walled Garden
No nos dio tiempo para entrar, pero sí que conseguimos hacerle la mítica foto desde el otro lado del lago. ¿A que te suena? Si quieres planificar bien tu visita, consulta los horarios en la web de Kylemore Abbey.
Carretera R366
Siguiente carretera con encanto por la que recorrimos una parte de Bay Coast es la R366. Atraviesa las montañas del interior por los valles con los picos amenazantes a ambos lados. No hay poblados a lo largo de muchos kilómetros, ni gasolineras, ni tiendas. Solo la naturaleza, la carretera serpenteante y el viento.
Carretera R300
La R300 es una carretera preciosa, probablemente, una de las más bonitas de Bay Coast, que bordea los lagos Corrib y Mask. Al final se convierte en R330 para llegar a Westport, y la magia sigue. Antes de desviarnos por la R330, vamos a recorrer mis puntos favoritos de la R300, aunque puedes parar en muchos más.
Puente entre County Cork y County Mayo
El dicho «en el lugar correcto en el momento preciso» no pudo ser más verdadero en la frontera entre la región de Cork y Mayo. Llegamos allí entre lluvia y lluvia, cuando el cielo se pintó con un arcoíris enorme. Estaba por todos lados: en la ladera de la montaña, sobre la carretera, sobre las barcas… ¡Momento inolvidable!
Joyce Country Sheepdogs
Llevábamos un tiempo buscando una granja o empresa donde poder ver a los perros-pastores trabajando. Se dice que con un perro se puede recoger ovejas disparciadas por las escarpadas montañas de Irlanda. Dicen que solo es necesario saber silbar tres melodías distintas para poder dirigir a los perros, como si de un JOISTIC se tratara. No nos lo creíamos mucho, la verdad. Así que, cuando de camino a Surf Coast vimos un anuncio con el contacto de Joyce Country Sheepdogs, no lo pensamos dos veces.
Para saber si nos gustó la experiencia en Joyce Country Sheepdogs, lee nuestro post, dónde también te explicamos cómo reservar la visita.
Lough Nafooey
A las orillas del lago Nafooey está la granja de Joyce Country Sheepdogs. Al salir de su aparcamiento y adentrarse un par de metros hacía el pueblo, verás un desvío a la izquierda. Si te aventuras por allí, las magnificas vistas serán tu recompensa.
Mirador sobre el lago Nafooey
Y si eliges volver a la carretera R300, para seguir rumbo Westport, a pocos metros habrá un apartadero para dejar el coche. ¿Para qué? Para acercarte a un mirador natural sobre el lago Nafooey, el valle y las montañas.
Carretera R330
Al final de la carretera R300 tendrás que decidir: salir a la autovía N84 o volver a sumergirte en los encantos de las carreteras secundarias. Si te decides por paisajes pintorescos, coge la R330 que te llevará, a través de campos y montañas, hasta Westport.
Vistas entre Westport y Newport
En Westport hicimos una parada técnica: súper, gasolinera barata, comida. Ya que estábamos, pasamos a ver su iglesia. Es un pueblo bonito, pero lo mejor está en la carretra entre Westport y Newport. Es una zona de miles de islas a una distancia relativamente pequeña de la orilla. Parecen platos irregulares flotando en el agua. Para donde puedas y disfruta de las vistas.
#TipViajero: Dicen que hay vistas preciosas desde la cima de Croagh Patrick, en las montañas que puedes ver enfrente. Cuando estuvimos nosotros, llovía a mares, así que no subimos. Consulta el HT #croaghpatrick en Instagram para inspirarte.
Burrishoole Abbey
Burrishoole Abbey es una de las joyas mejor escondidas de la Bay Coast. No sale en las guías turísticas ni está entre los HTs más populares en redes sociales, pero se merece una visita, aunque sea corta. Son nada más que ruinas de la abadía del s. XV, pero el enclave es espectacular. Las tumbas del cementerio alrededor casi llegan a las aguas de la ría que cambia el nivel del agua según la marea. Y lo más bonito de este rincón es que aquí se siguen celebrando bodas y en el cementerio se sigue enterrando a la gente. La Abadía de Burrishoole son ruinas vivas.
Mulranny Beach
El día que vimos la playa Mulranny nos pareció una de las playas más inhóspitas de toda Bay Coast: lluvia, viento, olas enfurecidas. Y sin embargo, había servicio de socorristas y aún más sorprendente, gente bañándose. Nosotros nos pusimos tres capas de ropa calentita más un chubasquero y nos sentamos a comer contemplando con admiración los irlandeses valientes en bañadores.
Bordeando la península, Corraun Hill, llegas a la zona de marismas – un paisaje único. Y si de por si las vistas nos dejaron boquiabiertos, a pesar de la lluvia, en aquel lugar presenciamos uno de los momentos más bonitos de nuestra ruta por Bay Coast. No te olvides lo que dijimos al principio del post – esta zona es una de nuestras favoritas de toda Irlanda. Estábamos en Mulranny Beach en el momento preciso para comprobar, una vez más, que los sheepdogs (perros-pastores) son una maravilla. Vino un paisano con un único perro y sin nada de esfuerzo recogió a más de 100 ovejas. En menos de media hora recorrieron un par de kilómetros de distancia: el paisano en su coche y el perro ¡solito! dirigiendo a todo el rebaño.
Ballycroy National Park
Para terminar nuestro recorrido por Bay Coast, visitamos el Centro de información del Parque nacional de Ballycroy.
El centro merece mucho la pena, tanto por el señor de la recepción con muchas ganas de ayudar, conocimiento profundo del parque y mucho amor por lo que hace, como por el pequeño museo que tienen abajo. La exposición es muy clara y cercana. Lo que más me gustó fueron vídeos de gente local relatando sus vidas en galés (con subtítulos en inglés).
Decir la verdad las rutas que tienen en los alrededores del centro no son muy bonitas. Sin embargo, las que nos recomendó el señor de la recepción, en otros puntos del Parque Nacional Ballycroy, tenían muy buena pinta. Si quieres hacer senderismo por la zona, hablar con los del Centro de interpretación primero sería una muy buena idea.
Descubre las demás costas de Wild Atlantic Way en nuestro blog: Haven Coast, Southern Penínsulas, Surf Coast, Northern Headlands. Para organizar tu viaje por Wild Atlantic Way, consulta nuestro post con Consejos prácticos.