Mallorca – la más grande de las Islas Baleares – te puede captivar por más de una semana si decides explorarla a fondo. Y si te gusta la montaña, adéntrate en la Sierra de Tramuntana, que esconde tanto tesoros paisajísticos como culturales. Te ayudamos a organizar tu viaje: ruta en coche de un día por Serra Tramuntana, declarada en 2011 Patrimonio Mundial de la Humanidad por UNESCO.
Esta experiencia fue posible gracias al blogtrip organizado por Baleares Travel Bloggers y la Agencia de Turismo de les Illes Balears.
7 + 1 paradas en la Sierra de Tramuntana
Comenzamos esta ruta en coche por la Sierra de Tramuntana en la capital, Palma de Mallorca. Las paradas están a unos 10-30 minutos una de la otra, así que este itinerario por las montañas mallorquinas se hace muy llevadero. Algunas carreteras tienen más curvas que otras y a veces la circulación se complica, porque hay muchos ciclistas compartiendo la vía. Paciencia, mucho cuidado y a conducir a tu ritmo sin agobiarte. Tal y como hemos aprendido:
Las islas Baleares no son aptas para la gente con prisas. Disfruta de cada momento.
Visita práctica: taller de Vidrio, La Fiore
Comienza tu día con aprendizaje.
La Fiore es una tienda-taller de vidrio donde puedes encontrar tanto souvenirs como tu lado más artístico. Por 20€/persona te dejan ¡hacerte una pieza tú mismo! Los artesanos te enseñan cómo soplar el vidrio y te ayudan con algunos detalles para que tu obra de arte salga perfecta. El día siguiente tendrás que pasarte por el taller para recogerla, ya que, después de darle forma, un toque de color y perfeccionamiento, necesitaría aproximadamente 24 horas para enfriarse.
Parking: gratuito, propio de la tienda-taller.
Pueblo con encanto: Valldemossa
Continúa la ruta por la Sierra de Tramuntana deleitándote con un pueblecito cautivador.
Valldemossa es coqueto y sorprendente, protegido del mundo exterior por las montañas verdes. Ya desde la carretera se intuye que un paseíto por sus calles color ocre va a ser una delicia.
Una vez consigues aparcar, piérdete sin rumbo fijo. Esta villa es pequeña, así que tarde o temprano verás todos sus encantos: Museo de Frederic Chopin y George Sand y el museo Municipal, la Cartuja de Valldemossa, iglesia de San Bartolome, el mirador, y un sinfín de callejuelas empedradas y plazuelas llenas de macetas con flores.
Al sentirte cansado, elige una terraza o una cafetería con jardín interior y siéntate para probar los dulces típicos: coca de patata o cuarto. Y que no se te olvide acompañarlos con un Laccao fresquito.
Parking: difícil, pilla el primer sitio que veas. Hay un par de zonas de parking en la entrada. Mínimo: 2€ (da para 1 hora, suficiente para ver Valldemossa rápidamente).
Mirador de Sa Foradada
Mira al infinito Mediterráneo.
De camino a Sóller, te espera una parada casi obligada – el mirador de Sa Foradada desde el cual podrás avistar una roca con el agujero que, dicen, tiene la forma de la isla, si lo miras desde el ángulo correcto. No sé si es el correcto, pero sin duda el ángulo más popular es desde el otro agujero.
Aquí hay una cafetería donde se puede tomar algo con vistas al mar.
Parking: fuera de temporada, gratuito. Pero vimos una caseta que igual en verano sirve para cobrar.
Pueblo curioso: Sóller
Busca tu rincón favorito entre calles empedradas.
Hasta este pueblo serrano llega el tren de madera, que sale desde Palma de Mallorca, y lo cruza por la plaza Central. Entre mesas de terrazas, gente paseando y árboles centenarios va recorriendo kilómetro tras kilómetro avisando de su llegada con el característico silbido.
Si te apetece algo dulce, no te puedes perder los helados típicos, Sa Fabrica de Gelats. Cuestan 1,20€/la bolita y tienes un montón de sabores para elegir. Están en la Placa del Mercat.
Parking: muy difícil, especialmente los fines de semana, incluso fuera de temporada. Los sábados a partir de las 13.00 y domingos, gratis.
Visita didáctica: La cooperativa agrícola de de Sant Bartomeu
Conoce el paisaje típico mallorquín.
Después de complacerse con las vistas Mediterráneas y el paisaje de la Sierra de Tramuntana, disfrutar de la gastronomía dulce de la zona y conocer pueblos con encanto, ahora es el momento perfecto para aprender algo sobre la región. Para eso vamos a la cooperativa agrícola de Sant Bartomeu donde te explicarán sobre la agricultura tradicional y sobre todo lo relacionado con los olivos.
Para Mallorca los olivos no solo son fuente de aceitunas para producir aceite, sino también una forma natural para prevenir erosión y deslizamientos de la tierra, al igual que los incendios. Por eso es tan importante seguir cultivando los olivos, aunque esto supone un esfuerzo extra que no siempre trae mucho dinero y nunca es dinero fácil.
Aparte de la teoría, aquí también puedes recibir conocimiento práctico haciendo talleres. Nosotros realizamos el de “olives trencades”, pero hay varias opciones para elegir.
Cómo reservar la visita y actividades: hay que ponerse en contacto con Més Cultura.
Parking: Un pequeño parking dentro de la finca.
Comida campestre entre olivos
Come sano, tradicional, casero.
Comer en casa de Pere, un pagés mallorquín, es una experiencia idílica. Primero, la carretera por la que tienes que subir a la finca – tanto andando como en coche – está llena de encanto campestre: entre aguas, olivos y huertos. Luego, llegas a la mesa bajo loza falsa con vistas al valle y entiendes que acabas de encontrar tu lugar ideal y que no quieres moverte de aquí nunca más. Y cuando por fin llega la comida, te das cuenta de que incluso el paraíso se puede mejorar y convertirse en el paraíso supremo.
En una mesa te sirven avellanas, tomates e olivos del huerto, pan casero, jamón y queso. Te explican cómo se hace “pa amb oli” y lo montas tú mismo. ¡Sabe a gloria! Será por la materia prima de calidad, por el hecho de que lo hayas preparado tú o por el entorno. Sea cual sea la razón, la experiencia es deliciosa.
Después de la comida – y una siestita, si tienes suerte – te enseñan un poco la finca y explican porque es tan importante seguir con la agricultura tradicional y cómo las ovejas ayudan a cuidar de los olivos.
Cómo reservar la visita y actividades: hay que ponerse en contacto con Més Cultura.
Parking: Un pequeño parking en el territorio de la finca o al inicio del camino.
Mirador opcional: Ses Barques
Contempla Puerto de Sóller desde las alturas.
El mirador Ses Barques ofrece vistas sobre el Puerto de Sóller. Pero decir la verdad, si no os pilla de camino, podría ser opcional. Es bonito, pero está al lado de la transitada y ruidosa carretera y bastante pequeño para la cantidad de gente que hay, así que le falta un poco de encanto.
Parking: uno pequeño gratuito. También hay una cafetería bastante concurrida.
Relájate al final del día: Puerto de Sóller
Deja fluir tu mente.
Un lugar tranquilo para pasear y asimilar todo lo visto durante el día. También se puede cotillear por el puerto deportivo, entre barcos y yates. Y si eres más de descansar sentado, elige tu terraza, pide tu bebida favorita y disfruta de las vistas.
Parking: relativamente fácil dando un par de vueltas por las calles cerca del puerto. De pago.
Espero que te hayamos ayudado a planificar tu viaje a la Sierra de Tramuntana de Mallorca. Cuando vuelvas, cuéntanos qué tal lo pasaste.