Cuando planificábamos nuestro itinerario de 30 días por Perú, muchos nos decían que teníamos que viajar a la selva peruana, porque sería unos de los recuerdos más intensos del viaje. Las guías de viaje, por el contrario, nos hacían dudar seriamente por el tema de mosquitos y malaria. Al final la curiosidad y el todopoderoso “Si no ahora, ¿cuándo?” vencieron al miedo e incertidumbre. El 26 de septiembre estábamos en la estación de autobuses de Cusco embarcando en el bus nocturno con destino Puerto Maldonado para descubrir uno de los rincones de la Amazonía peruana mejor preservados y auténticos – Madre de Dios y Heath River.
Puedes ver Nuestro itinerario de 30 días por Perú en el enlace.
Nada más bajar del autobús, nos untamos con el spray antimosquitos y negamos quitar el pantalón largo o la chaqueta aunque hacía un calor tremendo. ¡Bienvenidos a la selva! Nos esperaban 4 días de temperaturas altas, humedad y amenaza constante por parte de los insectos. Y qué no te olvides de todo tipo de animales salvajes que nos pueden estar acechando detrás de cada árbol.
¿Realmente merece la pena tanto sufrimiento? ¿Realmente la selva es algo tan especial? ¿De verdad es tan peligroso como lo pintan?
¿Por qué viajar a la selva peruana?
En nuestro caso, decidimos viajar a la selva peruana, porque nunca antes habíamos visto este ecosistema y nos picaba la curiosidad. Queríamos ver el verde intenso sin parar hasta donde llegase la vista. Queríamos asegurarnos de que los ríos realmente eran de color marrón y que de verdad estas aguas turbias albergaban seres vivos. Nos prometían avistamientos de pájaros, mamíferos e insectos. Y uno de los deseos más fuertes que tenía era dormirme a la sinfonía de los sonidos de la selva, que, decían, era una experiencia única.
¿Se cumplió algo de lo que queríamos conseguir? Sí, todo, y con creces.
En el post Nuestra experiencia en la selva peruana te contaremos en detalle qué hicimos cada día y qué nos parecieron las actividades.
¿Por qué viajamos a la selva desde Puerto Maldonado?
Porque nos pareció uno de los destinos más accesibles y cómodos. En una hora en avión desde Cusco (1,5 hr desde Lima) o en una noche en bus ya estás allí. Además, desde Puerto Maldonado tienes varios campamentos en la selva a diferentes distancias: desde 30 minutos a 6 horas en bote. Eliges el que más te llame la atención y el mismo día en el que estuviste paseando por la plaza de Armas de Cusco o Lima ya puedes estar tomando tu té en la hamaca rodeado por el bullicio incesante causado por los habitantes de la vibrante selva.
Otra de las razones por la que elegimos Puerto Maldonado, fue porque el departamento Madre de Dios, del cual Puerto Maldonado es la capital, se considera como una de las partes de Amazonía peruana mejor conservadas y con mayor variedad de vegetación y fauna. Adicionalmente, tanto Puerto Maldonado como la selva en sus alrededores se consideran zona de bajo riesgo de malaria.
Datos prácticos para viajar a la selva peruana
Lo primero que tienes que hacer si quieres viajar a la selva peruana es buscarte una agencia que te llevaría al corazón de este ecosistema apasionante. La verdad es que ni nos pasó por la cabeza ir por libre, así que desconocemos si existe esta posibilidad.
¿En qué debes fijarte a la hora de elegir tu agencia para aventurarte en la selva peruana?
Lee atentamente qué es lo que está incluido en el precio y lo qué no. Lo suyo es que esté todo dentro, porque muy raras veces tendrás la oportunidad de salir de tu bungalow a comprar algo en el súper de al lado. “Todo” significa alojamiento con ducha, manutención en pensión completa, transporte desde/hasta el aeropuerto o estación de autobuses, excursiones y experiencias con un guía profesional. También conviene preguntar si el guía lleva el antídoto, por si acaso, y si cuentan con servicio de rescate urgente en caso de necesidad.
#TipViajero: No sería demás también mirar opiniones en Internet.
Nosotros nos decantamos por Inka Natura Travel, por si os sirve de referencia, que incluían todo lo expuesto arriba. No tenemos ninguna queja. Por suerte, no comprobamos la calidad de los servicios del rescate o antídoto, pero, decir la verdad, me quedé mucho más tranquila cuando nuestro guía nos contó que hacía cursos de primeros auxilios en la selva todos los años, así mejorando su cualificación, y que, además, tenían un teléfono satélite para solicitar un bote extra-rápido que en media hora estaría en la puerta del bungalow.
Si quieres conocer cómo fue nuestra estancia, lee el post Nuestra experiencia en la selva peruana donde explicamos qué hicimos cada día y qué tal las actividades.
#Nota: El viaje a la selva peruana con la agencia Inka Natura Travel fue una colaboración.
¿Cuánto tiempo debo dedicarle a la selva?
En cuanto tengas tu agencia, debes decidir cuántos días quieres pasar en la selva. Las opciones más comunes son entre 3 y 4 días. Sin embargo, existen programas de 2 o de más de 5 días, combinados que incluyen varios campamentos o salidas personalizadas orientadas a una actividad en concreto (por ejemplo, senderismo o avistamiento de un ave o animal específico). Si ya conoces la selva y sabes qué te llama más la atención, elígelo. Si no, empieza con 3 días si el campamento está cerca, o con 4 días, si está más alejado.
¿Qué debo llevar para mi viaje a la selva?
Lo más imprescindible, no lleves todas tus cosas. Nosotros pudimos dejar el exceso del equipaje en las oficinas de Inka Natura, o, mejor dicho, de la agencia local con la que colaboran en Puerto Maldonado: Manu Tambopata.
Aquí está lo imprescindible, según nuestra experiencia, aunque seguramente tu agencia te mandará un listado:
- Spray/crema/lo que sea antimosquitos fuerte. Renovar según las instrucciones de uso, pero normalmente, cada 8 horas o después de ducharse. ¡No utilizar más de lo necesario! ya que suelen ser un poco tóxicas.
- También conviene llevar palitos antimosquitos que se queman en la habitación antes de ir a la cama. A nosotros nos sobraron de nuestro viaje a Suecia y funcionaron igual de bien en Perú.
- Crema solar. ¿Cómo aplicarla con el spray antimosquitos? Primero, crema solar, y en media hora, antimosquitos. Normalmente, en el recinto de los campamentos utilizan tratamientos que espantan a los animales e insectos, así que te puedes echar la crema solar, ir a desayunar y después, aplicar el antimosquitos.
- Varias mudas de ropa ligera de manga larga. Algunos nos aconsejaban colores claros, y otros, oscuros. La discusión sigue, no lo tenemos claro. El experimento – Denys llevaba ropa clara y Kate, negra – no nos reveló la respuesta correcta. ¿Por qué varias mudas para tan pocos días? Porque sudas que no veas…
- Bota alta, aunque haga calor. Por posible barro, terreno irregular y bichos. Zapatilla ligera para excursiones menos exigentes y para estar por el campamento.
- Gorra para protegerse del sol y de insectos. A mí me pareció muy útil la braga para proteger el cuello de los mosquitos. Si aguantas bien el calor, un chubasquero te puede ser útil; lo pones por encima de la camiseta y ningún mosquito temible lo atravesará. En caso de pullovers o jerseys ligeros sí que sucede a veces.
- Pastillas personales.
- Si tienes champú y gel de ducha ecológicos, llévalos, porque el agua usada se desecha al suelo normalmente.
- Cámara, móvil, baterías extra (nosotros solo teníamos electricidad para cargar todos los gadgets en la zona común varías horas al día, así que, mejor ir bien preparado). Notebook para apuntar las experiencias. Un libro ambientado en alguna selva del mundo.
El famoso malarone: ¿tomar o no tomar?
Según. Según la zona a la que vayas, según el tiempo que estés en la zona de riesgo, según las recomendaciones de tu médico, según como lo toleres, según la confianza que tengas en tu spray antimosquitos. Conozco gente que dice que no lo toma nunca alegando que si nota síntomas, tomará un puñado de malarone a la vez para compensar. Mi médico no lo ve, pero consulta con el tuyo.
Aunque la zona donde íbamos (Puerto Maldonado, Madre de Dios, Heath River) se considera zona de bajo riesgo de malaria, decidimos tomar el malarone. Sin embargo, acordamos que si nos sentaba mal, lo dejábamos. Por suerte, lo toleramos bien. Los únicos días que tuve el estómago un poco revuelto, un poco de ansiedad y mareos fueron los dos días cuando tomé alcohol la noche anterior. Según el prospecto del medicamento e Internet, no hay contraidicaciones con el alcohol, pero no creo que fuera una coincidencia.
Algunas recomendaciones para tomar malarone que seguimos a raja tabla y que nos funcionaron muy bien. Tomarlo más o menos a la misma hora, inmediatamente después de ingerir la comida o durante la misma. La comida debe ser rica en grasas y lácteos. Si puedes tomarlo con leche o yogur en vez de agua, mucho mejor.
El primer día que lo tomes intenta estar en algún lugar cómodo y con baño al lado. Nosotros empezamos en un hotel, por si acaso, y no salimos hasta las 12.00. En cuanto te asegures de que no te da efectos adversos, puedes relajarte.
Lo que me interesaba mucho es ¿Hasta cuántas horas después de tomar el malarone te puede dar algún efecto? No encontré la respuesta cuál es el “tiempo seguro” pasado el cual puede decir que te sienta bien. Si lo sabes, avisa, por fa, y completo el post. En internet dicen que te puede dar en cualquier momento, pero no sé… no creo.
