Fácil: Por regla general, hay que dirigirse a la parte oeste de la isla de Ibiza.
La buena noticia: puedes disfrutar de los atardeceres todos los días, ya que la isla es tan pequeña que te permite hacer turismo en el Este e ir a la otra punta en búsqueda de los últimos rayos del sol.
#TipPViajero: si sois amantes de los atardeceres y estáis convencidos que los vais a ver todos los días, os aconsejaría coger alojamiento en la parte Oeste de Ibiza, así no tendréis que hacer kilómetros extra después.

Tranquilidad: Cala Tarida
Fue nuestro primer atardecer en Ibiza y no sabíamos muy bien dónde dirigirnos y en qué cala la puesta de sol es la más bonita, así que seguimos los últimos rayos y paramos cuando nos dimos cuenta de que los colores rojo-dorados empezaban a tocar el agua… No son atardeceres de Noruega o Islandia en verano, que duran una eternidad, así que tuvimos que bajar a la primera playa y encontrar un rincón romántico.


#TipViajero: A finales de diciembre (24 – 28) el sol se pone sobre las 17.30. Para consultar la hora del atardecer, podéis utilizar la web de ElTiempo o GPS (de rutas de senderismo).
Sinceramente, no puedo decir que ha sido la mejor puesta de sol de mi vida, pero el sitio tiene su encanto, por lo menos en invierno, cuando no había absolutamente nadie en la playa. Y cuando salió la luna… entonces sí que nos quedamos en un «WOW sin palabras»…

Escápate de las aglomeraciones: Torre del Pirata/Mirador d’Hort
Es uno de los lugares más frecuentados de Ibiza para ver el atardecer. En invierno era imposible encontrar un espacio de 1×1 m para tener un mínimo de intimidad. Eso parecía un cine con una pantalla enorme que daba a Sa Galera e Illa Vedranell, con la única diferencia que la gente no se callaba: charlas a todo volumen, risas sin parar, músicos practicando la misma melodía una y otra vez…
¡Pero no te desanimes! Las vistas son preciosas, incomparables. Y si que existe una posibilidad de disfrutar del momento evitando la muchedumbre. Lo que tenéis que hacer es llegar con un poco de antelación y subir hasta la Torre del Pirata (tiene muchos nombres, así que, seguid las señales hacía la Torre…) Para que os ubiquéis, se queda a la izquierda del «cine». Hay un poco de desnivel.
Seguir las sendas ¡bien trotadas! si no, podéis acabar, como nosotros, al borde del precipicio por querer atajar.


Una vez arriba, podéis elegir entre subir encima de la torre (cuando llegamos ya estaba ocupado ;() o seguir un poco más adelante y acomodaros sobre las piedras, para tener las mejores vistas de la Illa Vedranell, lejos del jaleo del «cine»: tranquilidad, aguas oscuras, precipicios a ambos lados, y el paisaje para vosotros en exclusiva.


Algo diferente: Ses Salines
Sin duda será un atardecer diferente – no sobre el mar, sino las salinas. ¿Y qué tiene de especial? Las salinas están divididas en unos rectángulos por canales, por lo que no es una superficie entera, y el sol se refleja en ellas creando un mosaico de colores.
Además, los tonos son especiales: un poco más rosados y azulados, un poco más maté, un poco más tranquilos.


¿El mejor sitio para verlo? Si podéis encontrar algún ático o árbol, sería perfecto. Nosotros lo mejor que pudimos hacer fue subirnos a un montículo pequeñito detrás de la iglesia que está en la carretera PM-802.
#TipViajero: este atardecer está muy bien «ubicado», no se tarda nada al aeropuerto.
También podéis seguir la carretera que lleva a la «playa experimental«; unos 3 kms por una pista de tierra, bordeando las salinas, os llevará hacía el mar y podréis ver el punto dónde se conecta con las salinas. Aquí también podéis disfrutar del atardecer, eso sí: sobre el mar. Además, es un gran punto para ver los aviones de cerca.

#TipViajero: No confundáis Ses Salines con la Platja de Ses Salines; la playa mola, pero no se ve la puesta de sol desde allí.
NB: por lo visto en verano el parking de esta playa es de pago, había muchas instalaciones que deleitaban que es una de las playas más frecuentadas de Ibiza. Tenedlo en cuenta.
Un atardecer masificado: Cala Comte
Éste sí que un «cine» en condiciones. Se puede llegar cómodamente en coche hasta la misma playa y ver el atardecer desde el vehículo. El parking es bastante grande, pero también es verdad que viene mucha gente, incluso en invierno; ha sido la puesta más «grupal» de las 5 que vivimos en Ibiza.


Podéis intentar escapar un poco – buscar algún rincón en la playa, roca, alrededores… – pero imposible estar solo al 100%. Nosotros nos acomodamos en la terraza del bar (cerrado en invierno) y sacamos fotos al atardecer con las siluetas de la gente: si no se puede evitar, hay que convertirlo en ventaja, ¿no? ¿A qué les dan un toque especial a las fotos?

En el Este también se deja ver: Punta d’es Moscarté/Portinatx
Un día sinceramente nos dio pereza acabar la ruta corriendo e ir corriendo a la otra punta de la isla para ver el atardecer. Así que decidimos perderlo ese día… pero, tuvimos suerte: desde la Punta d’es Moscarté/Portinatx también se puede ver. A lo mejor, no tan intenso como desde el Oeste de Ibiza, pero los colores embellecen el paisaje aquí también.


Un detalle para disfrutar aún más de los atardeceres de Ibiza:
Depende de los gustos, pero yo, Kate, tenía una Cidra Copparberg para cada día. Mi favorita: fresa y lima. Las descubrí en Suecia, y desde entonces no pierdo ni una ocasión, si por casualidad las encuentro en España. Tiene un sabor… muy propio para acompañar los momentos románticos.


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