Durante nuestro proyecto #ViajarConSuegra viajamos por Portugal durante aproximadamente una semana; y tres días los dedicamos a la zona en los alrededores de Lisboa. Uno de los lugares cercanos a la capital portuguesa que visitamos (el primer día de nuestro roadtrip) fue la Península de Setubal, una apuesta segura si lo que buscáis es naturaleza, tranquilidad, playa y un lugar con relativamente poca gente, incluso en temporada alta. No es la primera vez que llegamos hasta aquí, y nos sigue encantando, así que os invitamos a conocer este rincón también.
Península de Setúbal en 24 horas
El día cuando mi madre vio un océano por primera vez.
Desde Madrid hasta la península de Setúbal fueron unas 8 horas en coche, sin peajes y pasando por Lisboa para dejar al pasajero de BlaBlaCar. Sin mucha complicación nos acordamos del camping en el que estuvimos hace dos años y que nos gustó mucho. Pusimos la tienda y ¡Buenas Noches!
Información útil y consejos prácticos
Dónde dormir
El camping se llama Campimeco y se encuentra en Praia das Bicas, Aldeia do Meco. Es bastante barato (39€/2 noches/3 personas/1 coche/1 tienda) y cómodo: personal amable, tiene bungalows y zona libre de acampada. Se puede hacer barbacoa al lado de la tienda o también tienen una zona equipada para ello. Hay wifi en la recepción (300M a 3€) o Internet en ordenador (25 min a 1€ o 12 min a 0,50€). También tiene piscina (de pago), restaurante, minisúper y baños y duchas cómodos. Un supermercado más o menos grande más cercano está en Alfarím a unos 5 kms.
¿Lo mejor del camping? Su ubicación: a 5 min. de la playa salvaje y con vistas impresionantes desde el camping sobre el océano, sobre todo, al atardecer.
El día siguiente nos despertamos en medio del bosque. El sol estaba ya bien alto (¡qué no se os olvide cambiar la hora, en Portugal es una hora menos!), un poco de briza, un poco de olor al pino calentado, mezclado con las aromas a hierbas varias.
Desayunamos en la cafetería del camping (3 cafés, 2 bollos muy ricos recién horneados y 1 bocadillo con mantequilla y queso por 5,70€) y bajamos andando a la playa. Al lado del camping la playa es virgen, salvaje, atlántica.
Hora de comer
A la hora de comer fuimos a buscar algún sitio con unas ciertas características: económico pero dónde cocinaran bien y dónde irían los locales. Y ¡lo encontramos! En Aldea do Meco, en una calle ya saliendo del centro (R. do Comércio 26), detrás de una puerta normalita, sin siguiera el enorme tablón anunciando el menú ni precios, está el restaurante Domingos. Vimos parar coches constantemente dejando a los pasajeros que desaparecían detrás de aquella puerta con ninguna información interesante para el turista… y no volvían a salir… Decidimos seguirlos… y no nos arrepentimos.
Dentro hay dos salones y una terrazita. De decoración minimalista, caras locales, self-service (pillas tú mismo tus cubiertos, mantel y comida que has pedido en la barra – y lo llevas todo a la mesa que has elegido). Miramos qué comía la gente a nuestro alrededor y al ver que la mayoría tenían mejillones, apostamos por la elección popular y pedimos lo mismo… pero sobrevaloramos nuestro conocimiento del portugués y nos sacaron unas ¿almejas?. Al probarlos, dimos las gracias a nuestro error, porque estaban maravillosas!!! Y relación calidad-precio muy buena.
Más playas
Después de comer, seguimos con las playas: esta vez fuimos a la de la Albufeira, donde el río entra al océano y da un espectáculo único al atardecer.
CómoLlegar: seguir las señales Albufeira, llegar hasta el último bar y aparcar justo al lado o en las callejuelas alrededor. El parking después de la glorieta, a la izquierda, en la playa, es de pago (unos 1,50€/día).
Hora de cenar
Para la cena compramos carne y salchichas e hicimos barbacoa rico-rico, acompañado de vino verde portugués. Un final de nuestra escapada a la península de Setúbal, mejor imposible.
Más ideas para más días por la península de Setubal.
Si vosotros tenéis más días, os animamos a explorar la península de Setúbal en más detalle. Primero, os dejo nuestra ruta de hace un par de años por la costa Caparica, 30 kms de playas paradisíacas, a tiro de piedra de Lisboa y desconocidas por el turismo masivo. En Azeitao podéis conocer la cultura local, visitando el taller de azulejos típicos y una de las bodegas más antiguas de la península. Uno de los destinos más románticos es Sesimbra, con la niebla que aparece de la nada y no se va nunca… ¿Será el legado de los dinosaurios? También tenemos dos posts opuestos sobre los horrores y los secretos de la Península de Setubal. Para comer barato os recomendamos Setubal, antes o después de la visita al pueblo de Palmela.