Probablemente, uno de los pueblos más “completos” en la Ruta del Vino de la Manchuela es Alcalá del Júcar. Lo tiene todo: un encanto difícil de superar, restaurantes acogedores para comer o cenar al aire libre y con el murmullo del río de fondo, un castillo imponente con vistas panorámicas, un río con una playa fluvial y hasta cuevas excavadas en la montaña en las que refugiarse del calor y, de paso, tomar algo.
¿Y sabéis quién creó esta belleza? La naturaleza y el hombre trabajaron codo a codo. El Río Júcar fantaseó con la orografía, tallando el camino para sus aguas, y el hombre se dio cuenta de lo cómodo que sería observar los alrededores desde lo alto, protegido por la hoz del Júcar y sus rápidas aguas.

Qué ver en Alcalá del Júcar
Si entras por CM-3201 y paras en el mirador de Alcalá del Júcar, te harás una idea de lo que te espera: una villa fascinante que ocupa toda la montaña, coronada por un castillo. Tendrás que caminar mucho, ya que no se puede transitar en coche por la mayoría de sus calles, pero te aseguramos que merece la pena, y mucho.
Te recomendamos aparcar en la parte baja de la villa, en el parking habilitado (Av. de los Robles) o en las calles, antes de cruzar el puente. Otra opción es seguir en coche hasta el parking del casillo, arriba del todo. Habrá que meterse por una carretera estrecha, pero con cuidado se supera bien.
En el mapa fíjate en pins de «color vino» para ver dónde están todos los puntos clave en Alcalá del Júcar.
Callejear
Para callejear por Alcalá del Júcar, ponte calzado cómodo y mentalízate con que habrá que hacer esfuerzo. Pero, créeme, merece la pena. Las calles de Alcalá del Júcar son un encanto. Y cuanto más alto llegas, más podrás deleitarte con las vistas.

Castillo y casa-cueva
Cuando visites el castillo, ¡recuerda! que en el recinto también hay una casa-cueva que forma parte del recorrido. Sigue las señales para visitarla.
El castillo se encuentra en el punto más alto de Alcalá del Júcar, presidiendo un montículo con vistas a la hoz del río Júcar y sus verdes orillas. Data del s. XII y es de origen musulmán. Se pueden visitar un torreón pentagonal con vistas de 360º y dos torrecillas circulares; también se puede bajar a las mazmorras. En el interior se suelen hacer exposiciones.
Creo que sobra decir que desde el castillo y su parking tendrás unas vistas preciosas de Alcalá del Júcar.
Entrada cuesta 2,5€/adulto. Tiket combinado con Plaza de Toros: 3,5€/adulto. Consulta los horarios y precios de los monumentos de Alcalá del Júcar en este enlace.


Cueva del Diablo
Las Cuevas del Diablo están excavadas en la montaña y cruzan la hoz de un lado al otro. Todo el año están a 18ºC. Tienen 2 entradas, un horario de visitas (de 10.30 a 20.00 de L a D) y son de pago: 3€/adulto, incluyendo una consumición y gratis, niños menores de 6 años. Durante el recorrido se atraviesan la cueva del Diablo y también la del Rey Garadén.
Se cree que la Cueva del Rey Garadén es de origen árabe y se usaba con fines bélicos. Con la llegada de los cristianos, se transformó la cueva en unos grandes palomares, de los que aún queda huella hoy. Cerca del mirador de la Cueva del Rey Garadén verás sus restos.
#Curiosidad: Según los locales, parece que la actual cueva del Rey Garadén tenía otro nombre, pero lo cambiaron por éste, porque es más impresionante. La cueva del Rey Garadén en realidad se encuentra en una zona de difícil acceso cerca de Alcalá del Júcar.
La Cueva del Diablo se encuentra tres calles debajo de la cueva de Garadén, aunque hoy en día las dos están conectadas con unas cómodas escaleras. La Cueva del Diablo fue excavada por una rica familia en 1905 para fines domésticos: guardar el ganado y el vino. En la entrada veréis establos tallados directamente en las paredes de la cueva.

Puente Romano y paseo fluvial
El puente Romano era muy importante en los ss. XIV y XV, porque era aduana y aquí todos que cruzaban de Castilla y Levante y visa versa debían pagar impuestos. Desde el mirador de la Cueva del Rey Garadén se vigilaba que la gente no cruzara el río navegando y así evitara pagar.
En uno de los extremos del puente empieza un paseo fluvial que lleva al restaurante Los Fogones el Chato y luego se puede volver al puente callejeando o seguir explorando Alcalá del Júcar.

Río Júcar
En verano se aprovechan las orillas del río Júcar para disfrutar de un chapuzón, tan necesario en los días de más calor. Hay una playa habilitada, con baños y duchas. Estuvimos un sábado y sí que había gente, pero nada exagerado. ¡Muy recomendable! hacer una parada refrescante y disfrutar del río Júcar desde dentro, disolviéndose en sus aguas.


Otros encantos de Alcalá del Júcar
Justo coincidió que nosotros pudimos avistar un atardecer muy especial en Alcalá de Júcar: desde el río Júcar, bañándonos en sus aguas calmantes. Los últimos rayos del sol salían entre el castillo y el gran montículo que hay al lado. Magia. Creo que también habrá una buena vista al atardecer desde el castillo de Alcalá del Júcar.
Otro lugar que nos pareció curioso es el Museo del Cine, en una de las calles empinadas de la villa. En nuestra visita estaba cerrado y no había manera de averiguar si abre. En Google Maps tiene comentarios contradictorios. Si has estado últimamente, cuéntanos si funciona y si merece la pena.
Dicen que la Plaza de Toros de Alcalá del Júcar también se merece una visita, sobre todo, por su forma irregular. La vimos a lo lejos desde el castillo y desconcentra.
Cruzando el Puente romano y girando a la derecha, para empezar la subida hacia el castillo, se encuentra la iglesia de San Andrés, un templo humilde y robusto, encajado en una de las estrechas calles de Alcalá del Júcar.

Dónde comer en Alcalá del Júcar
No me imagino un mejor plan para cenar en verano en Alcalá del Júcar que el asador Los Fogones el Chato. Tienen mesas al aire libre: una parte en el patio del restaurante, bajo las vides, y otra, en la orilla del río Júcar. ¡Idílico!
Una gran parte de los platos se preparan en la barbacoa y todos los que probamos, sin excepción, estaban buenos. Nosotros nos sentamos a cenar pronto, sobre las 20.00, y casi no había nadie, pero a partir de las 21.00, se llenó. Recomendable reservar.

Hablamos más sobre el restaurante Fogones el Chato, que tanto nos gustó, en el próximo post Ruta del Vino de la Manchuela. Guia práctica: dónde comer y alojarse.
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