Ser viajero responsable es mucho más fácil de lo que puede parecer.
Lo más importante es creer en ti mismo. Si piensas que con lo que hagas no vas a poder cambiar el mundo y salvar el planeta, debes saber que estoy de acuerdo contigo, aunque… No vas a poder hacerlo sólo, pero puedes contribuir a la causa. Entre todos el cambio es posible. Y lo que para ti es un pequeño gesto para el planeta es de gran ayuda.
9 retos para viajeros responsables
Tranquilo, no te voy a pedir renunciar a todas las prácticas nocivas para el medioambiente, porque significaría abandonar muchas de las comodidades modernas. No es todo blanco o negro. Entre ser 100% verde-responsable y 100% negro-irresponsable hay miles de tonalidades y sombras.
Eso sí: no podemos seguir como si nada estuviera pasando en el mundo en el que los animales se ahogan con plástico, la basura se apodera de los montes y las playas y cada año escasea más el agua. Pero ¿sabes qué? Sólo con cambiar nuestra rutina un poquito podríamos ayudar enormemente al planeta.
Sé que no se puede convertir en un viajero responsable de un día para otro. Pero ponerlo como meta es el primer paso. Empieza por algo pequeño y fácil.
Hoy comparto contigo lo que podrían ser tus primeros retos de camino al turismo responsable.
Cómo ser viajero responsable. Guía para principiantes.
Te agradecería si pudieras dejar tu opinión en los comentarios. Y si tienes que añadir o corregir algo, bienvenidos tus apuntes y crítica constructiva.
1. Viajero responsable y Basura
Antes que nada, hay que intentar generar lo mínimo de basura. Menos envases individuales. Menos desperdicio de comida. Reutilizar todo lo que se puede reutilizar. Intentar reparar antes de tirar.
#TeRetamos: Te propongo hacer lo mismo que va haciendo La Maleta de Carla en sus viajes: observar la basura que generas. Consiste en que durante tu viaje «colecciones» todos los residuos de un solo uso que vayas generando: envoltorios de plástico, cajitas de hamburguesas de fastfood, pajitas de mojitos, etc. Al final del reto, haz una foto con todo lo que hayas generado. Así tú, y todos, nos daremos cuenta de la pequeña parte de basura que producimos cada día. Digo pequeña parte, porque aún nos quedará por contabilizar basura orgánica, plásticos sucios que no vas a guardar durante una semana, etc.
A continuación te dejo dos fotos de La Maleta de Carla. La primera corresponde a un viaje por Filipinas. Y la segunda, a un mes de viaje por los EEUU. ¿Cómo te quedas? Esto ya es el nivel PRO. Pero todos tenemos que empezar por algo. ¿Aceptas el reto?
Gestiona la basura, la tuya y la de los demás.
El viajero responsable también ayuda a gestionar la basura ya generada, por él y por otros.
- Llévate la basura. La tuya y la de los demás. Siempre que ves basura en el suelo, procura llevarla hasta los cubos. Ya sé que no fuiste tú quien la dejó allí. No es tu culpa. Pero tampoco es la culpa de las montañas, ríos o playas. Necesitan nuestra ayuda. Así que cuando estés recogiendo la basura de los demás, no pienses «qué guarra la gente», piensa «la naturaleza nos lo agradecerá».
- Apúntate a los retos, «challenges». En buena compañía la recogida de basura se convertirá en diversión. Y la compañía puede ser tanto real como virtual. En las RRSS existen muchísimos «challenges» relacionados con la basura: #2MinuteBeachClean, #TrashChallenge, #LaBasuraNoDaLikes, etc. En vida real existen grupos de voluntarios que se juntan para limpiar terrenos afectados. Puedes seguir Pure Clean Earth (con base en Barcelona) que organizan diferentes eventos para concienciar y ayudar al planeta.
- ¿Has escuchado hablar de «plogging«? Significa salir a correr y al mismo tiempo recoger la basura.
- ¡Importantísimo! No tires la caca de tu perro en bolsa plástica en medio de la montaña. Si no te la vas a llevar hasta el cubo de la basura, no la recojas. Al fin y al cabo, es orgánica. Apártala del camino, pero no la metas en la bolsa para tirarla allí mismo. ¡NO tiene sentido!
- Cuidado con tirar deshechos orgánicos en la montaña, sobre todo, en los espacios protegidos. Aunque parezca que no pasa nada, puedes introducir una especie devastadora sin querer. Imagina que tiras el corazón de manzana y crece. Puede que expulse especies autóctonas de la zona. Es difícil prever las consecuencias de la intrusión humana.
- Mucho cuidado con las colillas. Es una cosa pequeñita que puede hacer mucho daño. Tarda en degradarse hasta 10 años.
Cuidado, no te obsesiones con la basura.
Por experiencia propia y la de los compañeros que suelen limpiar las playas y los montes sé que a veces hasta llegas a culparte por no limpiarlo todo. En playas kilométricos es habitual pasar un día entero limpiándolas y olvidar que hayas venido a relajarte. Pero te das cuenta de que no puedes llevar toda la basura. La sensación es muy frustrante.
En estos casos debes aceptar que no puedes hacerlo todo sólo y tienes que poner tus propios límites. Por ejemplo, 10 minutos de limpieza cada 3 horas. Con un poco de suerte en estos 10 minutos inspirarás a alguien y te tomará el relevo. Aunque, decir la verdad, yo aún no he conseguido inspirar a nadie. Es decir, nadie nunca se levantó de su toalla para limpiar la playa. Mirarme sí, seguirme el rollo, no.
Otro ejemplo: en la montaña empieza a recoger los deshechos a pocos kilómetros del punto de llegada, si no te sientes lo suficientemente fuerte como para hacer toda la ruta con kilos extra de basura. Eso sí: siempre lleva una bolsa vacía por si te encuentras porquerías varias en el monte. Y si te da asco cogerlas con las manos, además lleva guantes.
Bolsas de plástico: dales otra vida
Aunque es difícil eliminar todas las bolsas de plástico, porque están por todos lados y se meten en tu día a día sin darte cuenta, si nos encontramos una en casa podemos aprovechar y darle otra vida:
- reutilízalas para hacer compras;
- úsalas para los cubos de basura y no compres bolsas especiales para tal fin;
- úsalas para hacer la maleta. Si sabemos que puede llover en nuestro viaje, empaquetamos nuestras cosas en bolsas. Y si se empapa la mochila, no pasa nada.
#Curiosidad: Parece que a algunas bolsas de plástico no les pasa nada. Con algunas llevamos varios años viajando, hasta podemos recordar el viaje al verlas. Si son tan duras, ¡imagínate lo que tardarían en descomponerse!
2. Viajero responsable y Agua
- Cerrar el grifo mientras te enjabonas o lavas los dientes.
- Si sales de casa en coche para algún destino donde no vas a poder tomar agua del grifo, pero en casa sí que lo puedes hacer, llévate una garrafa (de 5 ó 10 L) de agua desde casa.
- Bebe agua en el trabajo de un vaso que no sea de plástico. Lleva tu botella reutilizable y rellénala con agua. Algunas, como las de Runbott, también sirven para líquidos calientes.
- Riega tus plantas con el agua que te sobra de la botella reutilizable cuando quieres desechar el agua que te haya sobrado y rellenarla con agua fresca.
- Cuando te sirven un botellín, bebe de él, sin manchar el vaso para que no tengan que lavarlo gastando agua.
3. Viajero responsable y Comida
- No tires comida.
- Intenta comprar fruta, verdura, marisco, etc. de temporada y dentro de lo posible, local. Si no es de temporada o de fuera, implica que para producirla o traerla se usaron plásticos de invernaderos, pesticidas, etc… o se emitieron gases nocivos, como CO2, a la hora de transportarla; cuanto más lejos, más emisiones.
- Si compras carne, pescado, marisco, huevos, jamón, etc. no estaría de más comprobar que las condiciones en las que se crían los animales son aceptables. Por ejemplo, no es lo mismo que las gallinas estén dentro de las jaulas todo el día o que se crían en el suelo. No es lo mismo que un cerdo esté cebado para la fábrica de jamones que esté pastando feliz en las dehesas.
#SabíasQue: La tienda Lidl es de las primeras grandes superficies que no venden huevos de gallinas criadas en jaulas. Y el precio de estos huevos no es mucho más alto.
- Aprende a cocinar utilizando todas las partes de los ingredientes. Hay cursos que enseñan cocinar sin tirar prácticamente nada, se llaman cocina de aprovechamiento.
- Si no puedes con todo lo que pediste en el restaurante, pide lo que te ha sobrado para llevar.
- ¿Has escuchado hablar de productos «kilómetro 0 (cero)»? Significa que se usan productos locales, de los productores, agricultores, etc. locales. Esto significa que se apoya a las comunidades locales y que no se emite tanto CO2 a la hora de transportarlos. Hoy en día hay más y más restaurantes que se comprometen con el medioambiente y apuestan por la economía local. Si son «km. 0«, lo suelen anunciar en la web.
- Pajitas. De mojitos, zumos naturales y demás placeres sin los que el viaje no sería el mismo. Pero ¿sabías cuánto es la vida útil de una pajita? El tiempo que está en tu bebida. Y se tira. ¿Y sabes cuánto tarda en descomponerse? Dan números diferentes, según el material de la pajita, condiciones climáticas, etc., pero el mínimo es de 100 años. ¿Merece la pena generar un residuo que tarda 100 años en descomponerse por 20 minutos de uso? Solución: pajitas de varios usos.
Café para llevar
Lo de café para llevar es mi tema frustrante personal. Por un lado, me encanta tomar mi café mientras camino. Por otro lado, entiendo que vasos de un solo uso y azúcar en bolsitas de plástico individuales no son muy sostenibles. ¿Solución? Tengo dos, una ideal y otra, de apaño.
Solución ideal: hacer tu café en casa y llevarlo en el vaso de varios usos. Yo, por ejemplo, tengo un termo que simula un objetivo de cámara de fotos. Cuando lo llevo por la calle, aparte de disfrutar del café, disfruto de las miradas desconcertadas. También se puede pedir en el bar que te echen el café allí. Aún no lo he probado hacer en Madrid. Será mi siguiente reto.
El apaño: Si no me llevo el vaso reutilizable, porque nos vamos de viaje, tengo una semi-medida. Compro el café en vaso de un solo uso… y lo reutilizo. Hago mi café en el alojamiento y lo echo en este vaso. También sirve para vino, té, sopas calientes, etc. Si es un vaso normalito, aguanta hasta 5 rellenos. Lo mejores sirven para hasta 10.
4. Viajero responsable y Hacer la compra
- Lleva tu bolsa de tela o similar.
- Si no la tienes y te ves obligado a aceptar/comprar la bolsa de plástico, reutilízala para las siguientes compras.
- Cuando hacemos roadtrips, cogemos una caja de cartón y la utilizamos para guardar y transportar comida. En los supers te suelen dar cajas si las pides.
- En el mercadillo te suelen meter cada pieza/kilo/caja, etc. de fruta, verdura, etc. en una bolsa individual. Lo mejor: lleva las tuyas de papel o tela. Y si no, junta los productos. Por ejemplo, no pasa nada si en la bolsa con patatas también pones una cabeza de repollo y un ramo de perejil.
5. Viajero responsable y Transporte
Desplazarse por el mundo nos viene en el ADN. No te puedo recomendar dejar de usar transporte. Pero cuánto más respetuoso sea con el medioambiente, mejor. Y, por otro lado, cuánto menos te desplaces en tus viajes, mejor.
Por ejemplo, en vez de alojarte fuera de la ciudad, si lo que quieres ver es el casco urbano, busca algo en el centro, para que pudieras desplazarte andando y no tener que coger el coche o bus todas las mañanas y noches.
A la hora de planificar un roadtrip, intenta hacerlo de tal manera que no tuvieras que volver a los mismos sitios. Así tu coche emitirá menos gases. Y si puedes diseñar tu roadtrip de tal manera que cada día recorrieras el mínimo de kilómetros y el resto del tiempo le dedicaras a ver cosas y caminar, mejor que mejor.
Aparcando… igual compensa pagar un poco más por un parking de pago en vez de dar vueltas interminables buscando sitio en zonas gratuitas y así gastando gasolina (que también cuesta) y ensuciar la atmósfera. En este último punto, reconozco, aún tenemos que mejorar.
Un par de consejitos más:
- Transporte público es más «eco-friendly» que coche particular.
- Usar transporte colaborativo (tipo BlaBlaCar) es más responsable que viajar en coche particular.
- Lo mejor: moverse andando, en bici, en coche eléctrico, segway, etc.
6. Viajero responsable y Alojamiento
Lo ideal sería comprobar antes de hacer la reserva que el alojamiento tenga un compromiso con el medioambiente. Algunos sellos te pueden ayudar a diferenciarlos. Por ejemplo, los de Biosphere Tourism, aunque no solo certifican hoteles, sino también otros establecimientos relacionados con turismo. Pero también puedes empezar por algo más sencillo.
- En vez de utilizar las botellitas con gel o champú que te dejan en el hotel, lleva los tuyos.
- Si te ves obligado a utilizar las botellitas del hotel, lleva las que hayas empezado al finalizar tu estancia. No las van a dar al siguiente huésped, sino tirar. Desperdicio de los jabones y botellas. Pero tú las podrás utilizar en otras ocasiones.
- No dejes que te cambien las toallas todos los días si te quedas en el mismo hotel varias noches.
- No utilices más toallas de las que necesitas.
- Durante el desayuno elige los productos que no vienen empaquetados en plástico o en sobres individuales (café soluble, por ejemplo).
Como alternativa a los hoteles puedes elegir las opciones que te da economía colaborativa. Por ejemplo, las casas de la gente local que se ha ido de viaje o simplemente no la usan en este momento. En otras palabras, puedes hacer intercambio de casas. Nosotros muchas veces viajamos con Home Exchange. Si quieres saber qué es y cómo funciona, lee nuestro post.
Y si ya estamos hablando de la economía colaborativa, otro consejo. Nosotros siempre que viajamos desde casa en coche con la intención de alojarnos en una casa de Home Exchange, llevamos nuestras sábanas y toallas. Si son pocas noches, incluso cogemos las que estamos usando en casa en este momento. Así el dueño ahorra el agua de lavarlas después de nosotros (que es lo mismo: después de una o dos noches de uso). Y nosotros también ahorramos agua al no tener que lavarlas dos veces: después de usarlas en casa y otra, después del viaje (¡2 noches!).
7. Viajero responsable y Animales
Uno de los temas más importantes a la hora de comprometerse con viajar como viajero responsable es tu relación con los animales. Antes de hacer cualquier actividad, hay que averiguar si es respetuosa con los animales. Por ejemplo, ¿Un zoo lo es? ¿Darse un paseo a caballo o camello? ¿Avistar ballenas? ¿Visitar los santuarios de tigres o gorilas?
Puede ser bastante complicado definir qué es «respetuoso». Una manera simplificada de saberlo sería: ¿Les hacemos daño a los animales con la actividad? ¿Los molestamos? Por otro lado, no se puede generalizar y decir que todos los zoos son malos y todos los santuarios, buenos. Depende de los objetivos de cada lugar/organización y de las condiciones en las que están los animales. Y de muchos factores más.
Una de las maneras de orientarse a la hora de elegir tu actividad con animales puede ser consultar FAADA. Y si no encuentras la respuesta en su web, contáctales, estarán encantados de ayudarte.
8. Viajero responsable y Gente local
¿Dónde acaba turismo responsable y empezamos a ser intrusos en las comunidades locales? Desde mi punto de vista: cuando los locales empiezan a ajustar su vida a los turistas. Ejemplo: se cambia la hora de la cena en los restaurantes y en vez de a las 18.00 empiezan a servir a las 21.00. Si se ponen sombrillas en la playa virgen, porque así el turista está más cómodo, es intrusismo. Y si nos ponemos, podemos seguir hasta el infinito.
¿Qué podemos hacer para ser viajeros responsables y entrevenir en la vida local lo mínimo posible? Observar los locales y adaptarnos a ellos: comer lo que comen ellos y a la hora de ellos, movernos en su transporte, consultar cómo reciclan y copiar sus hábitos.
Una reflexión relacionada con lo anterior: ¿Deberíamos dar dinero a los niños que lo piden en la calle? Difícil. Por un lado, dan pena y piensas que no estarían allí si tuvieran alternativas. Pero por otro lado, muchas veces los padres los obligan a hacerlo, porque saben que los turistas daremos dinero a un niño antes que a un adulto. No van al cole y crecen con la idea de que se puede vivir de la limosna del turista.
Otra pregunta. ¿Dónde compras, comes, etc? ¿Con quién contratas excursiones? Etc. ¿Prefieres empresas globales o locales? Siendo sincera, a veces nos decantamos por las internacionales, porque dan más confianza. Sin embargo, deberíamos de apoyar el negocio local. Así las comunidades podrían sobrevivir.
Relacionándonos con los locales.
9. Viajero responsable e Higiene
Seguro que habrá más cosas cotidianas que no son sostenibles, pero las primeras que me vienen a la mente son cepillos de dientes de plástico. Hoy en día se pueden comprar de otros materiales, por ejemplo, bamboo. Hay cepillos de cabello de madera. Los tampones y compresas se pueden sustituir por una copa menstrual reutilizable. Cuando se me ocurran más ideas, las pondré por aquí.
4 verbos clave en la vida del viajero responsable
1. Reducir
No necesitamos todo lo que consumimos.
Es decir: podemos vivir tranquilamente con menos. Por ejemplo, mira consejos sobre el agua y la comida. Comprar menos ropa, reducir el uso de la gasolina y moverse más a pie o en bici, apagar la luz cuando no la necesitas – con todas estas reducciones pequeñas de las que ni te darás cuenta y no empeorarán la calidad de tu vida estarás ayudando a recuperar el planeta. Además, al consumir menos, ahorrarás dinero gastando menos.
Ser responsable no cuesta dinero. Al revés, te lo ahorra.
2. Reutilizar
Reutiliza todo lo que puedas, no tires cosas después de su primer uso. Sean bolsas de plástico o calcetines agujereados, reutilízalos. Mira el apartado Bolsas de Plástico para ver cómo se puede hacer. Y si tienes más ideas, será un placer incluirlas en el post.
Reutiliza también las botellas de plástico. Hay muchísimos videos en Internet con ideas geniales.
Y si hay agujeros en tu ropa, cóselos, a la antigua.
Otro ejemplo: no compres botes para la cocina para sal, azúcar, pimienta etc. Reutiliza los botes de otros productos. Si te apetece, incluso puedes hacer un poco de DIY y decorarlos a tu gusto. En Internet encontrarás muchas ideas..
3. Educar
Te cuento una historia y lo entenderás todo. Se llama «Denys y el Carnicero«.
Tenemos una carnicería al lado de casa donde la carne se sirve sobre una bandeja de plástico, se mete en una bolsa de plástico y luego, dentro de otra bolsa de plástico con asas para que fuera cómodo llevarla a casa. Nuestra casa está a 5 minutos. Cuando la carne llega a casa, se saca de todas las bolsas y ¿qué pasa con todo el plástico? Correcto, se tira, porque está manchado y no se puede reutilizar.
Una mañana Denys, cansado de tirar la basura de plástico cada dos días, le dijo al carnicero que no se lo envolviera en plásticos, que solo iba a estar dentro de ellos 5 minutos. Pidió algún papel o parecido. El carnicero sólo pudo encontrar una caja de cartón. Hizo su función y la carne llegó a casa.
Happy End. La próxima que Denys fue a por la carne, el carnicero le ofreció papel con cera en vez de envoltorios de plástico.
Si nosotros, como viajeros responsables, mostramos la demanda de la reducción de plástico, de los vasos de un solo uso, si pedimos agua de grifo en vez de embotellada, no cogemos pajitas, etc., los que prestan estos servicios cambiarán la oferta.
No podemos esperar a que alguien busque las soluciones, tenemos que ofrecerlas nosotros.
4. Posturear
No, no me he equivocado. Es justo lo que quería decir: hay que posturear, tanto si ves algo que se hace mal como bien. Ser «viajero responsable» es relativamente nuevo. Hay mucha gente que no entiende qué significa y aún más importante, no sabe cuáles son los pasos para convertirse en un viajero responsable. Los que tenemos RRSS, blogs, algún tipo de influencia tenemos que denunciar malas prácticas y premiar las buenas.
Poco a poco iremos concenciándonos, clarificando los conceptos, aprendiendo e inspirándonos unos en los otros.
A modo de resumen
Este post es solo un borrador. A la medida que vayamos aprendiendo más sobre el estilo de vida de viajeros responsables, lo iremos actualizándolo. Fue parcialmente inspirado en el II Encuentro de Viajeros Responsables organizado por Intermundial en Cuenca en marzo 2019. Todas las experiencias descritas en este artículo son reales: la gran mayoría las practicamos en nuestros viajes y otras, nuestros amigos.
Y, por cierto, esta guía es practicable tanto si estás de viaje como en casa.
Si quieres aprender más sobre turismo responsable, aquí van algunas recomendaciones.
Puedes explorar la web de Instituto de Turismo Responsable para hacerte una idea qué es turismo responsable y cómo practicarlo.
La Maleta de Carla es una defensora incondicional de #ViajarSinPlástico.
Uno de los viajeros responsables es @MarcoVolador1 que siempre denuncia todas las irregularidades y nunca deja la basura donde la encuentra, siempre la lleva al cubo más cercano.
También puedes seguir a Maruxaina que viaja por el mundo en transporte público y «va con la cesta de abuela y las fiambreras al súper para no usar ni el envoltorio del plástico del queso«.
#ViajerosResponsables es el evento que organiza Intermundial cada año. Siguiendo el HT, puedes aprender mucho sobre cómo convertirse en viajeros responsables.
También puedes consultar el Manifiesto del Viajero Responsable elaborado por Intermundial en colaboración con bloggers de viajes y otras entidades competentes.
#KLMVuelaSostenible es otro evento sobre sostenibilidad y responsabilidad viajera. Además del evento anual, hay mucha conversación en RRSS y hasta concursos.