Capítulo II.
Por la carretera #61 queremos llegar desde Isafjordur a Hólmavík… pero no es tan fácil, ya que hay muchas paradas interesantes por el camino: parada foto, otra foto, cosas que ver, museos que visitar, otro sitio perfecto para la foto…
Hólmavík
Parada Súdavik. Paramos en el museo-coffee-house para aprender sobre zorros árticos. El precio es de 5€/persona y cuando preguntamos que tiene el museo resulta que es una cafetería donde exponen unas cuantas fotos y carteles sobe el zorro ártico. Fuera, en una jaula, también tienen dos zorros que habían rescatado, que los podemos ver gratis, pero suelen esconderse en las madrigueras y es muy improbable que los vayamos a ver…
Sobre museos en Islandia: No es el primer, ni el último que nos ha decepcionado… y se lo comentamos a la chica autostopista que iba con nosotros. Ella pasó 3 semanas trabajando de voluntaria en un coffee-house-museo y nos explicó la posible causa del hecho: en Islandia te dan más fácilmente el permiso para montar un coffee-house-museo que un simple coffee-house, por eso muchos aprovechan, hacen una colección muy básica de ALGO y de este modo lo tienen más fácil con el papeleo… Sea como fuera, nuestro consejo: antes de comprar la entrada, que suelen costar bastante, preguntar de que se trata, que tipo de exposición tiene (sólo fotos y carteles o algo más auténtico…) etc. No son nada baratos y muchas veces no merecen la pena…
Parada Hvitanes. Ponía que es un punto donde se pueden avistar focas. Paramos. Se nos acerca un señor con prismáticos ofreciéndonoslos. Nosotros, recién llegados de Marruecos y acostumbrados a que todo tiene su precio, incluso los niños te piden dinero después de meterse en el objetivo de la cámara… pues, nosotros intentamos explicarle al hombre que no necesitamos prismáticos… El, a su vez, nos intenta explicar que no habla inglés, que vive en el pueblo de al lado y que podemos utilizar los prismáticos y cuando hemos acabado que los dejemos en la caja que está en la mesa… Me siento avergonzada un poco: me doy cuenta que el hombre deja varios prismáticos en la caja, junto con mermelada casera en botes con sus precios respectivos, coge su perro y se va a casa… dice que no tiene tiempo estar aquí, porque tiene mucho trabajo en el pueblo… Le agradecemos y otra vez nos damos cuenta que Iceland is different…
Resumen: si pasáis por aquí y veis una caja con prismáticos y mermelada, prismáticos son gratuitos y se ven focas de maravilla con ellos! Mermelada tiene su precio, escrito en cada bote; dejar el dinero en una caja especial y llevar la mermelada que os guste 😉
Pasamos por Holmavík principalmente para visitar su museo de brujería (en el puerto). En el siglo XVII muchos hombres y mujeres fueron acusados de brujería y ejecutados en los Westfjords, aunque se trataba únicamente de antigua tradición y rituales de víkingos… Pero no tuvimos suerte: cuando llegamos, quedaban 15 minutos hasta el cierre, así que no puedo deciros nada sobre este museo, no sé si merece la pena…
A modo de compensación, la señora de la taquilla nos informó que podíamos ir a Bjarnarfjördur a visitar la cabaña del brujo y … piscinas termales. Muchas gracias y allí vamos!!!
Bjarnarfjördur
Al lado del hotel Laugarhóll está la casa del brujo, una piscina termal de Gvendur el Bueno, del siglo XIII, piscinas naturales (42º) y una piscina artificial de aguas termales (32º). Hay donde cambiarse. Podéis abonar el precio de la piscina en los cambiadores (en una caja) o en el hotel.
Nota: en el hotel también podéis alquilar una toalla. Muy cómodo: no hay que preocuparse donde y cuando secarla, son grandes y suaves…
La Casa del Brujo forma parte del museo de brujería en Holmavík. La verdad es que parece más una casa típica del pueblo que de un brujo, pero por aquel entonces, siglo XVII, todos los que practicaban tradiciones víkingas se consideraban brujos… Mucha gente fue ejecutada sin saber ni un sólo conjuro…
Dicen que la piscina de Gvendur el Bueno fue bendecida por el obispo católico, Gvendur el Bueno, en el siglo XIII y desde entonces sus aguas tienen efectos curativos… No lo comprobamos, pero la manera de la que su superficie refleja la luz del sol es curiosa, yo diría encantadora…
El gran tesoro de Westfjords
¿Qué es lo que sólo Westfjords tienen y es muy difícil encontrar en otros rincones de Islandia?
¡Piscinas termales naturales!
Sí, las hay muchas por toda la isla, pero casi todas necesitan cuidades especiales, ya que el agua sale a una temperatura demasiado alta. La excepción son Westfjords, donde el agua es de una temperatura agradable y no necesita instalaciones adicionales. Digamos, son aún más naturales 😉 Los locales nos dijeron que si vamos de senderismo, seguramente encontramos algunas piscinas escondidas por la ruta… no tuvimos tiempo hacer muchas rutas, pero ya sabéis: si estáis caminando por Westfjords, estar atentos al humo que sale de la tierra… a lo mejor es vuestra piscina personal 😉
Nota: aún así siempre hay que tener cuidado con piscinas termales: comprobar que la temperatura del agua esté bien, asegurarse que el agua salga constantemente y no produzca ningún «geysir» inesperado de aguas más caliente y mi medida favorita: hablar con los locales y pedir su consejo!
Hornstrandir
El gigante blanco que simplemente está allí… Por el camino a Husavík nos estaba mirando… Vayas a donde vayas, coges otra curva…. y otra vez están sus ojos clavados en ti… Sus ojos de blanco y azul, a veces negro, nos hechizaba sin pronunciar la palabra y nos llamaba a su reino…
Una lengua de Westfjords aún más virgen que los demás Westfjords! No hay carreteras, por lo menos, en los mapas que teníamos no salían, no hay infraestructura, el último habitante dejó sus tierras en 1950s, sólo quedan rutas y cápsulas de emergencia…
Pues sí, se puede hacer trekking por aquella tierra; para llegar allí hay que reservar con bastante antelación, una plaza en el barco y avisar al mismo dónde y cuándo quieres que te recojan. Si ves que por alguna razón no puedes estar en el sitio acordado, hay que avisar, con otro montanista solitario, helicóptero, otro barco..! En caso contrario, empezarán la búsqueda… Dicen que es una zona excepcional… No tuvimos tiempo para explorarla…
Creo que demasiadas veces digo: no tuvimos tiempo…. y eso que Islandia, una isla, parece ser bastante pequeña en comparación con otro países de Europa… Creo que habrá que volver para conocer Islandia mejor… ¿Qué opináis?
Más entradas sobre Islandia:
Que ver en Westfjords. Capítulo I
Preparativos para el viaje a Islandia
Más fotos:
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