
Ruta de la Chorrera Hervás Extremadura
La ruta de la Chorrera de Hervás es una de estas sendas polivalentes que se adaptan con mucha facilidad a cada senderista. Se puede acortar, evitar desnivel en la subida, jugar a scouts e intentar orientarse con un mapa y una brújula, perderse en el bosque frondoso o/y disfrutar de las vistas panorámicas, hasta se puede hacer lineal o circular. También hay Charcas Verdes para daros un chapuzón y carteles informativos por si os interesa cómo se abastecen del agua las poblaciones cercanas. ¡Una maravilla de ruta! y encima fácil. Os contamos todas las opciones y vosotros elegís.
Ruta de la Chorrera. Hervás
Si estáis pasando un fin de semana en Hervás, Extremadura, conocer sus alrededores naturales sería un buen complemento. Existen varias rutas que salen de Hervás o de sus alrededores, de las cuales nosotros escogimos ésta. Se puede hacer en familia, seguro que los niños (y adultos curiosos, por supuesto) se divertirán mucho con las cosas que van a ver a lo largo del camino: el Puente de Hierro y las vías de tren abandonadas, una piscifactoría, varios edificios en desuso que se pueden cotillear, las Charcas Verdes donde se puede mojar los pies – o el cuerpo entero -; ver in situ cómo se distribuye el agua por diferentes canales, y la Chorrera, un final muy grato y refrescante.
Nuestra ruta
En esta ocasión no íbamos solos, sino nos acompañaban los padres de Denys y su hermana pequeña. Decidimos que nos acercábamos en coche hasta donde podíamos y así acortábamos la ruta y ahorrábamos tiempo para poder ver más pueblos de la zona. Decir la verdad, el primer tramo (desde el Puente de Hierro hasta el refugio) nos pareció un poco aburrido, ya que trascurre por la pista y se puede hacer en coche perfectamente; a nosotros, francamente, no nos gusta hacer a pie lo que se puede hacer en coche, somos senderistas prácticos – si ya voy andando, quiero llegar hasta donde las cuatro ruedas no me pueden llevar.
Aparcamos nada más cruzar el puente del río Horcajo. Si abajo está todo ocupado, subir un poco por la pista a la derecha; hay una explanada bastante grande para dejar el coche.
Pasado el refugio, empezamos a subir por una pista de cemento. En unos pocos zigzags se llega hasta le Central hidroeléctrica. A la derecha de la verja, hay un paso que lleva a la senda-atajo para seguir hasta las Charcas Verdes.
Tras un par de fotos y caídas tontas, con una zapatilla mojada, subimos un poco por el curso del río hasta llegar al punto donde hay que cruzarlo para hacer la ruta circular.
No iba muy lleno de agua, así que pudimos vadear el río 😉 y seguimos subiendo… arriba, más arriba y más… hasta que no había más camino trillado… Paramos, comparamos el terreno con el planito y decidimos bajar y volver a cruzar el río. Este vez acertamos: allí estaba la senda bien pisada.
Nos adentramos en el bosque exuberante y seguimos el río por la derecha. En cuanto llegamos al cruce de dos afluentes debemos tomar el de la izquierda y empezar a subir por la ladera hasta salir a la senda marcada que tomaremos a la vuelta. Nosotros, como íbamos con muchos «especialistas» en orientación – Denys y sus padres – nos perdimos, porque cada uno tiraba para su dirección, y acabamos subiendo campo a través con las miradas de todos los senderistas «correctos» clavadas en nosotros: «Y estos locos, ¿de dónde salen?».
Ya estamos en la Chorrera – momento relax, foto y… «allí, al otro lado, veo una senda, ¿y si volvemos por allí?» Pero la madre de Denys se puso firme y nos hizo volver por la ruta conocida. Para darle un poco de adrenalina, hicimos una apuesta: los padres de Denys y la hermana volvían por la misma ruta por la que habíamos venido (1 km más corta y sin tanto desnivel) y nosotros con Denys fuimos por la circular, la marcada. A ver quien llega primero a la Central Hidroeléctrica.
En el Arroyo del Forero se explica muy bien cómo se distribuye el agua por la zona y cuál de los canales la lleva a que pueblo. A partir de aquí hay que seguir el Canal en todo momento. Lo podéis hacer tanto por la senda, como por la pared del canal, al estilo de Denys y el perro valiente.
Un poco antes de la Casa de Luz y la bajada en zigzag, allí donde la señal «Ruta de Heidi (33 kms)», hay un mirador muy bonito, no os lo perdáis.
Ya no nos queda nada para volver: la bajada… y nada más. Mucho cuidadin y si no estáis acostumbrados a hacer senderismo, tomarla con mucha calma, porque las bajadas pronunciadas son más peligrosas que subidas, es más fácil caer y hacerse daño.
Nosotros tuvimos que hacerla corriendo, porque nos entretuvimos mucho con las fotos por el camino, y no queríamos perder la apuesta. Llegamos al cruce, al lado de la Central Hidroeléctrica, y a partir de aquí la vuelta es por el mismo sendero que la ida.
¿Quién llegó primero: los padres de Denys o nosotros?
Al llegar al coche, terminamos la ruta con las ricas empanadas de la panadería de los Hermanos Herrero, Hervás.
Datos prácticos
Longitud: entre 12,6 (inicio en el Puente de Hierro) y 6 kms (inicio en el Refugio o hasta donde podáis subir con el coche, ya que la carretera se convierte en pista y se hace bastante irregular) y aprox. 5kms (si se hace circular).
Tiempo: entre 2hrs y… todo el día si decidáis quedaros en las Charcas Verdes a daros un bañito.
Desnivel: aprox. 400 m (en la circular puede ser menos en la subida y los 400m se hacen en la bajada)
Dificultad: fácil. Tiene un poco de desnivel fuerte, pero si se toma con calma y se avanza a la velocidad tranquila, sin agobios, no da problemas. No es nada técnica y muy bien marcada (marcas blancas y amarillas) si se hace lineal.
Tipo de ruta: lineal (bien marcada durante todo el recorrido) o circular (falta marcación en un tramo).
Nota: la circular no siempre es posible, ya que hay que vadear ríos varias veces y si van llenas de agua, sería imposible. La manera de saberlo es la clásica «pregunta-a-los-locales» 😉
Tipo de parking: «donde podáis», sin molestar la circulación.
Sombra/Agua: Lo bueno de esta ruta es que se puede hacer en verano, porque casi todo el recorrido se hace por el bosque, con mucha sombra. Además, se sigue el curso del río/canal, lo que permite refrescarse prácticamente en cualquier momento.
Calzado y Ropa: cómodo. Se puede hacer con zapatillas, aunque yo personalmente prefiero botas. Ropa según temporada; si hace calor, ¡que no se os olvide el bañador!
¡Qué paraíso! Una ruta preciosa, con lo que me gusta a mí la naturaleza y las cascadas… Desde luego tengo que volver a Extremadura, la gran desconocida. Sorprende lo verde y frondosa que es ¿verdad?
Un abrazo de la cosmopolilla
Por casualidad hemos vuelto tres veces a Extremadura en los últimos 6 meses y ya estamos acostumbrados a que siempre nos tiene preparada alguna sorpresa. Creo que tenemos que cambiar el chip de que Extremadura es amarilla, no tiene na, y aburrida 😉