Costa de Estonia y Letonia, ruta de Pärnu a Rundāle

Si viajas a los Países Bálticos, sobre todo, en invierno, no pierdas la oportunidad de recorrer la costa de Estonia y Letonia. Ver las olas congeladas y playas cubiertas de nieve es una experiencia verdaderamente especial. Y lo mejor es que es bastante fácil acceder a las costas de los Países Bálticos. Casi siempre hay una carretera y un parking para que disfrutes cómodamente de estos parajes naturales. Además, muchas veces cuentan con pasarelas de madera, mesas de picnic y zonas de juegos infantiles escondidos en los bosques de pinos. En este post compartimos la ruta entre Pärnu, en la costa de Estonia, y Rundāle, en el interior de Letonia, que recorre muchos kilómetros de costa del mar Báltico.

Paisajes de camino de Pärnu a Rundāle, entre Estonia y Letonia. Países Bálticos en invierno.
Paisajes de camino de Pärnu a Rundāle, entre Estonia y Letonia.

De Pärnu a Rundale, entre Estonia y Letonia

La ruta por la costa de Estonia y el interior de Letonia es solo un pequeño ejemplo de lo que se podría hacer en un día si alquilas un coche y exploras por tu cuenta. Estos dos puntos –  Pärnu (Estonia) y Rundāle (Letonia) – están separados por un poco más de 250 kms, pero nos llevó todo el día recorrerlos. En parte, se debe a que viajamos por Países Bálticos en invierno y las carreteras estaban nevadas. Pero otra razón, más importante, es que las paradas eran muy bonitas y queríamos pasar un rato largo en cada una de ellas. Si no fuera por el avión de vuelta, hubiéramos dividido este itinerario en dos días. Y es lo que te aconsejamos a ti, si tienes tiempo suficiente para explorar la zona entre PärnuRundāle.

En el mapa, en colores, están todos los puntos de interés que visitamos. En gris están algunos puntos que nos parecieron interesantes, pero no nos dio tiempo verlos.

Pärnu

Pärnu es, probablemente, la ciudad más importante en la carretera principal entre las capitales de Estonia y Letonia, Tallin y Riga. Está estratégicamente ubicada sobre el río Pärnu y tiene un gran puerto. Hoy en día presume del sobrenombre “capital de verano” de Estonia, gracias a sus largas playas y una gran selección de spas y hoteles.

El casco antiguo es bastante pequeño y se ve rápidamente. También hay unas cuantas zonas naturales protegidas, con pasarelas de madera para pasear cómodamente. Además, hay varias torres-miradores a las que se puede subir gratuitamente.

Lee más sobre Pärnu en nuestro post Guía completa de Pärnu: qué ver, dónde alojarse y comer.

Costa del mar Báltico de Estonia en invierno. Entre Pärnu, Estonia, y Riga, Letonia, Países Bálticos en invierno.
Costa del mar Báltico de Estonia en invierno.

Ainazu mols, Letonia

Nada más cruzar la frontera con Letonia, hay un parking gratuito. Para allí si quieres intentar ver focas desde Ainazu mols (espigones de Ainazu). En el parking hay un cartel con la información contando la historia del lugar y las normas de comportamiento en caso de toparte con una foca. Aquí mismo empieza la pasarela al espigón. Mucho cuidado en el espigón, ya que está compuesto de grandes piedras, que dificultan un poco la caminata.

#TipViajero: si te mola cruzar fronteras a pie, no te pierdas esta parada. Está a pocos metros de la línea divisoria y hay todos los atributos de la frontera: banderas de los dos países, letras “Latvia” en grande, perfectas para un selfie y hasta los postes que marcan cambio del país.

Ainazu mols, Letonia.
Ainazu mols, Letonia.

Ainazi, Letonia

El primer pueblo letonio al cruzar la frontera es Ainazi. Aquí encontrarás algunos museos, iglesias y supermercados. Nosotros no tuvimos tiempo para entrar en ningún museo, pero teníamos apuntados el Firefighting Mueum y el Museo marítimo, o, más concretamente, de la construcción de barcos y navegación. Parecían unas opciones interesantes.

Veczemju klintis, Letonia

Veczemju klintis es una zona preciosa de dunas rojas. Bueno, tampoco son de rojo vivo, pero sí que tienen un tono rojizo que se resalta aún más al atardecer. El único inconveniente es que los parkings para llegar a los acantilados se encuentran bastante alejados, ya que es una zona natural protegida. Pero si hace buen tiempo, tiene que ser una gozada pasear por aquí.

Dunas rojas de Letonia. Ruta por la costa entre Pärnu, Estonia, y Riga, Letonia, Países Bálticos en invierno.
Dunas rojas de Letonia.

Balta Capa (Duna Blanca), Letonia

Os recomendamos encarecidamente estar aquí al atardecer y hacer «la ruta del atardecer“. No le podrían poner mejor nombre. Trascurre por un bosque de pinos con accesos a una playa inmensa.

#Aviso: el parking es de pago. Aunque no se ve nadie controlando, te recomendamos pagar, porque en Letonia la policía pasa a menudo y no tiene ningún problema en poner multas a los coches de alquiler. El precio mínimo es de 2,5€ por una hora. No se puede pagar menos.

Duna Blanca y la ruta del atardecer, costa del mar Báltico en Letonia.
Duna Blanca y la ruta del atardecer, costa del mar Báltico en Letonia.
Olas congeladas al atardecer en Letonia.
Olas congeladas al atardecer en Letonia.

Jelgava, Letonia

Jelgava se encuentra a unos 40 kms de Riga, la capital de Letonia, y es la ciudad más grande de la región de Zemgale.

Aunque durante la Segunda Guerra Mundial una gran parte de la antigua Jelgava fue destruida y se reconstruyó mayoritariamente en el estilo soviético, poco a poco va recuperando su «look» inicial, influenciado por la arquitectura germánica. No tiene un centro histórico compacto, por lo que habrá que caminar bastante en búsqueda de los monumentos más interesante.

Qué ver en Jelgava

Primero del todo, no te pierdas la torre de la iglesia de la Santa Trinidad, cuyos muros en algunos lugares tienen más de 400 años de antigüedad. En la planta baja está cómodamente ubicado el centro de información turística que tiene un horario de apertura bastante amplio (algunos días, hasta las 22.00). Y desde la torre (de más de 37 m de altura) se abren vistas a Jelgava y una buena parte de Zemgale.

Otro punto de interés en Jelgava es el antiguo palacio de los duques de Kurzeme (cuyas tumbas se encuentran en el palacio y son visitables). Ahora es la Universidad de Ciencias y Tecnologías de la Vida de Letonia. Se puede visitar la parte que pertenece al museo, participar en diferentes actividades e incluso alquilar una parte del palacio para bodas y otros tipos de eventos particulares. Por cierto, el palacio se encuentra en un bonito parque, en el que se puede pasear libremente, en una isla, unida al resto de Yelgava con puentes. Si te interesa el palacio de los duques de Kurzeme en Jelgava, consulta su página web.

Iglesia de la Santísima Trinidad en Jelgava, Letonia.
Torre de la Iglesia de la Santísima Trinidad en Jelgava, Letonia.

Además, en Jelgava puedes visitar 2 museos: de historia y arte de Gedert Elias y el museo-memorial de Ādolfs Alunāns.

También queda una pequeña parte del centro histórico de Yelgava. Es básicamente una calle, con pequeñas casas de madera y unos cuantos carteles informativos (en letonio, pero se entienden con Google Translator). Recomendamos ir a la calle histórica en coche, porque está un poco apartada de las demás atracciones.

La calle de Jelgava histórica, Letonia.
La calle de Jelgava histórica, Letonia.
Palacio de los duques de Kurzeme en Jelgava, Letonia.
Palacio de los duques de Kurzeme en Jelgava, Letonia.

Palacio de Rundāle

Nuestra última parada en nuestra ruta entre Pärnu, en Estonia, y Rundāle, en Letonia, es el Palacio de Rundāle, una de las atracciones turísticas más emblemáticas de Letonia. En la página web del palacio de Rundāle tienen información actualizada sobre los horarios, precios y actividades. Si viajas en invierno, el tiempo mínimo recomendado de la visita son 2 horas. Sin embargo, le dedicaría más tiempo en verano para poder visitar el los jardines, con una gran variedad de flores, sobre todo, rosas.

El primer palacio de Rundāle fue construido en el s. XVI. Y después pasó por muchas manos diferentes, sobrevivió – a veces, parcialmente – diferentes eventos históricos turbulentos y fue reconstruido, remodelado y redecorado en varias ocasiones.  Hoy en día es un complejo que consta del palacio, varios edificios adicionales y jardines.

#Curiosidad: A nosotros durante toda nuestra visita por libre nos siguieron las «supervisoras» – unas mujeres de una cierta edad que nos guiaban entre las salas y se aseguraban de que no tocáramos nada. No hablan inglés, pero han perfeccionado tanto su lenguaje corporal que se explican de maravilla.

Una de las habitaciones del Palacio de Rundāle, Letonia.
Una de las habitaciones del Palacio de Rundāle, Letonia.

Más sobre Estonia, Letonia y Lituania en nuestro blog. Y también, todos los posts por los tres Países Bálticos, incluidas recomendaciones prácticas para viajar.