Hay un lugar en Cantabria Infinita, al lado de Santander, donde el paisaje se vuelve salvaje. Las típicas playas cántabras kilométricas se cortan en pequeñas calas. Y el horizonte, normalmente azul e infinito, se llena de torreones de roca inaccesibles. Parecen bastiones que vigilan el acceso a la costa, la Costa Quebrada.
La costa Quebrada tiene una sufrida relación entre el mar y la tierra que dura más de 120 millones de años. Todo empezó cuando algo parecido a la península Ibérica flotaba cerca de las islas tropicales en el mar mesozoico de Thetys. Poco a poco en sus alrededores se iban acumulando los restos de organismos marinos en el fondo del mar que llegaron a formar gruesas capas de sedimentos.
Cuando hace entre 45 y 20 millones de años las placas africana y europea se chocaron, estas capas se levantaron y todas las huellas milenarias salieron a la luz del sol desde las profundidades del mar. Así se formó la Costa Quebrada. Pero el mar y la tierra siguen juntos, su relación sigue evolucionando. Ahora están trabajando en el “look” de esta parte del litoral cántabro: por medio del viento, fuerte oleaje, lluvia, erosión y cursos de agua continúan moldeando el paisaje y dejando al descubierto más pruebas de la historia de la Tierra en la superficie de los acantilados.
Dónde está la Costa Quebrada
La Costa Quebrada (de unos 20 kms) se comprende entre Santander y Cuchía, entre la península de la Magdalena y las dunas de Liencres. Hoy en día es un parque geológico que incluye calas, playas de arena dorada, acantilados, arcos, islotes, dunas, flechas litorales, estuarios y, por supuesto, los famosos urros (islotes de roca).
#Curiosidad: ¿Sabes cómo apareció el nombre “Costa Quebrada”? Lo inventaron en los años 70 del s. XX un bilbaíno y un madrileño: Jesús Mojas, fotógrafo aficionado, y Antonio Cendrero, geólogo, que se enamoraron de este rincón de la Tierra.
Nuestra ruta en coche por la Costa Quebrada
Puedes explorar la Costa Quebrada tanto a pie como en coche, según el tiempo que tengas. A lo largo de los acantilados hay una senda estrecha que recorre toda la costa. Nosotros le dedicamos un día entero. Pero si quieres ir más despacio, un fin de semana sería perfecto para disfrutar de la Costa Quebrada y sus alrededores.
Playa de San Juan de la Canal
La playa de San Juan de la Canal es un encanto. En temporada puedes relajarte en la arena dorada y bañarte en las aguas tranquilas, protegidas del fuerte oleaje del mar Cantábrico por los farallones. Al lado de la playa principal, la que ves nada más aparcar, hay un escondite. A la derecha, en la boca del arroyo de Palancate hay una playita pequeñita con aguas salado-dulces, el arenal del Jortín.
#DogFriendly: El arenal está reservado para nuestros amigos de cuatro patas. Allí pueden correr y jugar libremente.
Para pasear hay numerosas pasarelas y sendas con miradores y bancos para sentarse y contemplar el horizonte. En la Punta de San Juan continúa la senda de los acantilados de la Costa Quebrada.
#SabíasQue: Las rocas en medio de la playa y a los laterales son calizas del Terciario, con abundantes fósiles.
Durante las mareas desde el puente sobre el canal puedes presenciar un espectáculo singular: intercambio de aguas entre el mar y el arroyo. Nosotros llegamos justo a la hora para ver cómo la marea alta se apoderaba del cauce de Palancate.
Y si estas luchas de la naturaleza no es lo tuyo y eres más de observar la gente, quédate en el puente igual para curiosear los pescadores.
La Arnía
La Arnía es el punto principal de avistamiento de los Urros de Liencres. Es donde viene la mayoría de la gente para apreciar la Costa Quedrada en todo su esplendor. Nada más dejar el coche en el parking principal, verás la estampa impresionante de los farallones. Si no quieres andar, puedes terminar tu visita en este mirador.
Si, al contrario, tienes ganas de explorar la zona, ponte las botas y el gorro, échate la crema solar, y no olvides tu cámara.
Primero baja hasta las playas a ambos lados de los urros. Con oleaje fuerte las olas salpican por encima de los islotes de roca. Podría pasar horas contemplando la furia marina y sus intentos de derribar a los guardas de la Costa Quebrada.
Luego vuelve a subir hasta el cartel informativo y sigue la ruta de la Costa Quebrada en dirección Playa de San Juan de la Canal. A poco tiempo llegarás a la enigmática y caprichosa playa de Covachos. Solo se puede bajar hasta la arena terciopelada y disfrutar de sus aguas cristalinas con marea baja. Pleamar cubre las escaleras de acceso y manda olas traicioneras para imposibilitar cualquier intento de bajar. Sin embargo, lo que no te puede impedir ninguna marea es contemplar la hermosa cascada al estilo prehistórico que brota en una de sus paredes.
Si continúas por la senda, se te abrirán vistas estupendas sobre los urros. Y más adelante estará la playa de San Juan de la Canal, de dónde venimos.
Playa de Portio
A primera vista la playa de Portio no parece especial: un trozo de arena dorada cortado por crestas rocosas y rodeado por paredones verdes. Pero si dejas tu pereza a un lado y subes al paredón de la derecha, entenderás porque la playa de Portio es una de las maravillas imprescindibles de la Costa Quebrada y de toda Cantabria.
#TipViajero: Si buscas imágenes monumentales de la Costa Quebrada, ven aquí con tu trípode. Hay muchos rincones donde instalarte sin molestar a nadie e intentar capturar el momento perfecto.
Sigue la estrecha senda al borde de los acantilados y podrás ver claramente cómo el litoral sigue cambiando su apariencia. El oleaje vigoroso rompe con tanta fuerza contra los acantilados que poco a poco va ganando tierra al litoral y la costa va retrocediendo. A veces, si el mar no es capaz de destrozar la piedra más dura, la rodea y escarba los materiales más blandos. Así se forman agujeros enormes en medio de pastos y huertos. Con el tiempo este terreno va a pertenecer al mar. Y la roca más dura, la invencible, en el futuro se convertirá en otro farallón más.
#TipViajero: Desde la Playa de Cerrias las vistas de la playa de Portio y su linea accidentada son espectaculares.
Playa de Somocuevas
La playa de Somocuevas es probablemente la más famosa de la Costa Quebrada y la más frecuentada. Tiene buen acceso y si te gusta practicar nudismo, aquí lo puedes hacer libremente.
Playa de Canallave
La playa de Canallave dispone de un parking enorme con un nombre sugerente “Al otro lado de Liencres”. Este parking es uno de los lugares favoritos de furgoneteros, porque dispone de muchos rincones con encanto para pernoctar. No sabemos si en temporada alta sigue siendo posible, pero en febrero vimos muchas caravanas y furgos disfrutar del entorno.
La playa de Canallave a última hora de la tarde nos pareció una playa salvaje, solitaria, envuelta en una bruma misteriosa. Con cada minuto que pasaba, la marea alta conquistaba más y más arena hasta que nos echó de la playa.
La playa de Canallave, junto con la de Valdeareas, forman parte del Parque Natural de las Dunas de Liencres, las más grandes e importantes de Cantabria.
Playa de Valdeareas
Como decíamos, esta playa forma parte del parque natural de las Dunas de Liencres. Al lado de la playa están las dunas móviles, que siguen desplazándose con el viento y cambiando sus formas. Y allí donde las arenas están cubiertas por vegetación baja y pinos marítimos, están las dunas fijas. Los dunares son unos ecosistemas especialmente frágiles; con pisar donde no se debe podríamos destruir muchos años de evolución o molestar a las aves que anidan entre las dunas u otros seres vivos cuyo hábitat es la duna. Por eso debemos tener mucho cuidado al disfrutar de las playas de Canallave y Valdeareas.
Desde Valdeareas aún se aprecian los urros y la línea de la costa accidentada, pero el paisaje ya se va relajando notablemente. Se vuelve menos agreste, más ondulado, más tranquilo. Sin embargo, la furia del mar Cantábrico aquí se aprecia mucho más que en el resto de la Costa Quebrada. Aquí no hay farallones para impedir que el oleaje fuerte llegue hasta la playa. Aquí las olas muestran toda su fuerza, por lo que estas dos playas son muy frecuentadas por los surfistas. Si decides bañarte en estas aguas, ¡mucha precaución!
A modo de resumen
Terminamos nuestra ruta en coche de un día por la Costa Quebrada y esperamos que este rincón de Cantabria os haya fascinado igual que a nosotros. Sinceramente, nos sorprendió enormemente descubrir que al lado de Santander – una de las ciudades del norte de España que más visitamos – está escondida esta joya. Una joya de fácil acceso tanto en coche como a pie, con carteles informativos y muchísimos rincones para disfrutar de esta parte de Cantabria Infinita a solas.
Si quieres saber más sobre la Costa Quebrada, puedes visitar la web del Parque Geológico. En ella también encontrarás actividades que organizan para acercarnos al parque y su fascinante historia geológica.
#SabíasQue: ¿Sabes qué significa el icono del parque geológico Costa Quebrada? Es un fósil de Micraster, un erizo del mar.
Y si estás pensando en dedicarle un fin de semana entero a la Costa Quebrada, no te pierdas nuestro post Qué ver en los alrededores de la Costa Quebrada. Ya verás cuántas cosas curiosas hay en esta zona de Cantabria.