Aunque pueda parece que una ruta de 14 días por Países Bálticos es demasiado tiempo, no es verdad. Si lo piensas, son 4-5 días por país. Incluso en invierno – con días cortos y la mayoría de los Parques Naturales nevados e inaccesibles – Lituania, Letonia y Estonia tienen muchas cosas que ofrecer además de las tres capitales bálticas. A continuación te presentamos nuestro itinerario de dos semanas Países Bálticos – no es perfecto, pero te servirá de base para que puedas crear tu propio.
Ruta de viaje por Países Bálticos en invierno. 14 días
Antes de contarte nuestra ruta de 14 días por Países Bálticos en invierno, aquí tienes un par de cosas que tienes que tener en mente a la hora de elaborar tu propio itinerario por Lituania, Letonia y Estonia en los meses más fríos.
- Hay luz de día aprox. entre las 9.00 y las 16.30. Cuánto más al norte, menos dura el día.
- Los atardeceres duran mucho (1 hora aprox.).
- Antes del amanecer hay claridad, por lo que puedes comenzar tu ruta cómodamente antes de que amanezca.
- Cuánto más al norte y al interior, más nieve.
- Conducir en condiciones invernales lleva más tiempo de lo que dice Google Maps.
- Alejarse mucho de las carreteras principales conlleva el riesgo de quedarte atrapado en la nieve, si no tienes suficiente experiencia y/o las condiciones se empeoran inesperadamente.
- La mayoría de Parques Naturales/Nacionales/Regionales, salvo los más visitados, estarán cubiertos de nieve y no preparados para visitas turísticas. ¡Ojo! No está prohibida la entrada, simplemente no estará acondicionada. Esto implica pasarelas sin limpiar o resbaladizas, sendas sin marcar, parkings sin limpiar. Hay que tenerlo en cuenta a la hora de planificar los tiempos.
- Muchas atracciones turísticas están cerradas en invierno en Países Bálticos. Otras, abiertas hasta las 16.00. Muy pocas, hasta las 20.00.
- No hay problema con el Internet, hay cobertura prácticamente en todos los sitios. La mayoría de los alojamientos ofrece Wi-Fi.
- La mayoría de las excursiones guiadas en invierno está en ruso y no en inglés. Consulta antes de contratarlas.
Nuestro horario ideal para disfrutar de Países Bálticos en invierno al máximo
Teniendo en cuenta todo lo que dijimos arriba, confeccionamos nuestro «horario ideal«. Nos levantábamos sobre las 7.00. Si teníamos que conducir hasta el primer punto del día, salíamos antes del amanecer. ¡Cuidado! No es lo mejor, porque las carreteras están más congeladas y menos limpias, aún no hayan pasado quitanieves.
Con primeros rayos de sol visitábamos el primer destino. Durante el día intentábamos ver cosas naturales. Cuando anochecía, paseábamos por las ciudades bien iluminadas o hacíamos actividades, como, por ejemplo, la sauna. Si teníamos suerte y salía el sol, procurábamos parar en algún mirador para ver el atardecer. ¡No desaproveches esta oportunidad poco común! Por algo el segundo hashtag de este viaje, aparte de #PaísesBálticosJuntos, era #DíasSinSol.
Intentábamos alojarnos en una ciudad y aprovechar la tarde-noche para descubrirla. También era el momento de cenar en un restaurante. Las comidas las ahorrábamos, para no perder las valiosas horas de luz, y comíamos «de coche» (de lo que llevábamos en el maletero). Ya sabéis que Denys no viaja sin una dispensa de comida importante. Por la noche también íbamos al súper para reponer esa dispensa.
No digo que fue el horario perfecto, pero, espero que te sirva de base para poder elaborar el tuyo.
Nuestro itinerario por Países Bálticos en invierno. 2 semanas.
A continuación te detallamos nuestra ruta de 14 días por Países Bálticos en invierno día por día. Poco a poco irán saliendo los posts sobre cada destino e iremos enlazándolos aquí. También te dejamos el mapa de nuestro roadtrip de 2 semanas por Países Bálticos en invierno para que veas todo lo que pudimos visitar de un solo vistazo.
Vilnius, Lituania. Día 1
Nuestro primer día en Países Bálticos casi que no cuenta. Llegamos al aeropuerto de Vilna con 20 minutos de retraso, cogimos el bus de 1€ al centro de la ciudad y a las 00.30 ya estabamos en la cama. Buenas noches.
Vilnius – Kaunas – Kleipeda, Lituania. Día 2
Antes de alquilar el coche dimos un paseo por Vilnius. Primer contacto con Lituania. Primer contacto con Países Bálticos en invierno. Y no podía ser mejor: poca gente, nieve en las calles, y esa sensación de tranquilidad que se apodera de ti cuando llegas a un destino sin saber muy bien qué esperar de él, con un poco de precaución, pero tu «feeling» te dice: «Todo ok. Lo vas a disfrutar». Es lo que sentí en Vilna y mi presentimiento no se equivocó.
A una hora de Vilnius por autopista (una de las pocas de los tres países) está Kaunas, una ciudad universitaria muy coqueta. Tiene un centro pequeño, pero bonito, un funicular con vistas panorámicas, y un sinfín de museos.
En 3 horas cruzas toda Lituania del Este al Oeste y llegas a la costa del mar Báltico, a Kleipeda, la ciudad de vacaciones de verano por excelencia. Es aún más pequeña que Kaunas, pero tiene una ventaja muy grande: el mar y la playa. Además, es la puerta de acceso al istmo de Curlandia.
Curlandia – Kleipeda, Lituania. Día 3
El istmo de Curlandia es una de las visitas más recomendables de Lituania para todos los amantes de la naturaleza y formaciones geológicas curiosas. Todo el istmo es básicamente arena de diferentes edades. Dunas blancas, grises, muertas, playas, bosques – se puede ver perfectamente cómo iba formándose el istmo, porque… el proceso sigue.
Además, se pueden visitar pueblos de pescadores y conocer su historia. Algunos tuvieron que cambiar de ubicación varias veces, porque las dunas los «atacaban» sepultando las casas.
También es un destino perfecto para los amantes de los animales salvajes. Es muy fácil verlos en Curlandia, ya que la anchura de este trozo de tierra es de un máximo de 6 kms. Además, los jabalíes, corzos, zorros, y los demás están muy acostumbrados a la gente, por lo que se acercan mucho a los turistas.
Consejos prácticos para organizar tu viaje a Curlandia.
Delta del Nemunas – Palanga – Liepaja, Lituania/Letonia. Día 4
Enfrente del istmo de Curlandia, cruzando la bahía de Curlandia, está el delta del río Nemunas. Esta zona también se llama Venecia de Lituania. De la romántica Venecia hay poco, pero lo que no le falta es el agua. Aquí es donde desemboca el río más grande de Lituania, Nemunas.
Palanga, otra ciudad favorita del veraneo lituano, es una parada medio-obligatoria en una ruta por Países Bálticos. Depende un poco de tus intereses. Aquí se encuentra uno de los museo de ámbar más importantes del mundo. Tiene una colección impresionante, pero lo que le falta es despertar el interés del visitante. Es bastante académico, hay mucho que leer, pero muy poco con que interactuar, escuchar u observar. Un paseo por Palanga tampoco sería de más. Tiene una playa rodeada de pinos y una pasarela que se adentra al mar.
Parque regional del delta del Nemunas.
Minija – la pequeña Venecia de Lituania.
Liepaja – Kuldiga – Ventspils – Roja, Letonia. Día 5
Primer contacto con Letonia: Liepaja, la ciudad de vacaciones veraniegas letonas. Si estás de camino, merece la pena parar un par de horas y recorrer sus calles – una mezcla entre lo nuevo, lo soviético y lo antiguo.
#TipViajero: El mercado de Liepaja fue uno de los más auténticos que vimos en Países Bálticos. Allí puedes comprar mallas «térmicas» por si estás pasando frío. Qué quede claro: no son térmicas ni técnicas, pero las chicas que llevan falda en invierno las abogamos.
Kuldiga fue uno de los pueblos más bonitos que visitamos en Letonia, aunque es verdad que casi no tiene turismo, sobre todo, extranjero, y aún menos, en invierno. Tuvimos la suerte de descubrir todos sus encantos casi en solitario y bajo la nieve. Aquí está la cascada más ancha de Europa, un campanario sin seguro que se puede subir y casas de madera encantadoras.
En Ventspils – otra ciudad de playa. Solo visitamos sus parque y la playa. Fue aquí donde por primera vez durante nuestro viaje de dos semanas por Países Bálticos vimos arena cubierta de nieve. ¡Hipnótico! El museo etnográfico está cerrado en invierno. Lo mismo pasa con el tren de vapor. En verano se puede llegar en ese trenecito desde la ciudad al museo.
Acabamos el día en el alojamiento cerca de Roja, donde reservamos sauna. Sauna es una experiencia imprescindible si viajas por Países Bálticos. Y mejor, si es con escobas. Y sería perfecto si pudieras refrescarte haciendo la croqueta en la nieve recién caída en vez de en la ducha.
Kuldiga – un pueblo con mucho encanto.
Kolka – Jurmala – Riga, Letonia. Día 6
El cabo de Kolka es paisaje bonito, antigua base militar soviética secreta, cementerio de barcas y mucho bosque denso con animales salvajes. Además, es pueblecitos escondidos entre los árboles y playas que ni se intuyen desde la carretera. Francamente, desde la carretera no se intuye nada: o sabes dónde tienes que girar o no verás nada.
Si quieres ver los sueños veraniegos de la gente de la URSS, vete a Jurmala. Era el destino de verano soviético más deseado, más sofisticado, más caro, El más. En realidad, son dos calles de 7 kms de largo siguiendo el trazado de la playa en la que no se baña casi nadie en verano, porque el mar es nada profundo durante kilómetros para dentro, pero muy frío. Las dos calles de Jurmala están llenas de mansiones de oligarcas rusos, cámaras de vigilancia y coches caros. Con un paseíto para hacerse una idea, creo que valdría.
Península de Kurzeme – un lugar salvaje.
Riga – Sigulda, Letonia. Día 7
En Riga se puede pasar el tiempo que uno quiera. Si sólo tienes medio día, pasea por sus calles barrocas y art-nouveau. Si dispones de un día, entra en algún museo. Y si es más tiempo, visita los alrededores de Riga. En nuestra lista de preferencias entre capitales bálticas la capital de Letonia está justo en medio, entre Tallinn y Vilnius.
#Curiosidad: Entre Jurmala y Riga hay un trozo de autopista (única en Letonia) que se llama «10 minutos en América«. Viene de que todas las pelis soviéticas ambientadas en los Estados Unidos se rodaban aquí. La verdad, después de 5 días sin ver carreteras de dos carriles por sentido es como volver a Madrid por… 10 minutos.
Sigulda – Cesis – Valga/Valka – Pärnu, Letonia/Estonia. Día 8
La zona de Sigulda, especialmente con nieve, es un cuento de hadas. Está llena de castillos, bosques y ¡montañitas! desde cuyas cimas se pueden ver vistas panorámicas. También por aquí está la cueva más grande de los países Bálticos, pero al mismo tiempo es accesible a cualquiera y gratis. El museo al aire libre también se merece una visita: recrea un pueblo entero, con casas, granjas, iglesia, castillo, y hasta una colina de deidades paganas.
Dicen que Cesis es el pueblo más bonito de Letonia. Para nosotros, quizá, el segundo, después de Kuldiga. No está nada mal, pero no conectamos. Aunque debo decir que subir a la torre del castillo antiguo con una farola en la mano es una experiencia muy interesante.
Y llegamos a Valga/Valka – una ciudad dividida por la frontera entre Estonia y Letonia. La parte estonia se llama Valga y está muy bien cuidada, y también, más cara. Valka – la parte letona – sigue marcada por su pasado soviético. Otra curiosidad de Valka son los Alco shops – tiendas de bebidas alcohólicas. Quiero pensar que no es porque a sus habitantes les gusta ponerse ciegos, sino porque la otra parte de la ciudad, Valga, se rige por otras leyes, donde los impuestos de alcohol son más altos, por lo que los precios también suben. Aunque pareciera una broma, la comida y, sobre todo el alcohol, es más barato en la parte letona de la ciudad.
#CuriosidadViajera: Hoy en día no hay puestos fronterizos, pero sí carteles que recomiendan llevar el pasaporte encima si decides cruzar la frontera tanto en coche como a pie. Por ejemplo, por si vas al Alco Shop o súper en Letonia.
Cesis – ¿el pueblo más bonito de Letonia?
Pärnu – Haapsalu – Tallinn, Estonia. Día 9
Pärnu es uno de los lugares preferidos de veraneo de los estonios. Es una ciudad compacta y encantadora. En invierno se cubre de nieve y se congela el mar Báltico. Las calles de Pärnu te ofrecen un encantador paseo entre los edificios coloridos.
Desde Haapsalu se puede continuar por la carretera hasta llegar al ferry para ir a las islas de Vormsi y Hiiumaa. En el puerto hay mucho viento y frío en invierno. Pero en Haapsalu puedes refugiarte entre los muros del castillo-catedral, en las estrechas calles, o en la torre de observación.
Tallinn – Rakvere, Estonia. Día 10
Sin rodeos: Tallinn es nuestra capital preferida de los Países Bálticos. Es una ciudad encantadora, sobre todo, si tienes la suerte de visitarla cubierta de nieve. Se puede tardar días e incluso meses en descubrir todos los encantos de las capital de Estonia, pero para enamorarse de ella te bastaría con un par de horas.
Pasear por las calles de Tallinn, comer y beber en sus restaurantes, entrar en los museos y ver la ciudad baja desde los miradores – elige lo que más te guste o hazlo todo.
Y si te gustan museos etnográficos al aire libre – los llamados scansens – el Museo al aire libre de Estonia es una excelente opción, de los pocos que siguen abiertos en invierno.
Altja – Valaste – Lago Peipus – Tartu – Gulbene, Estonia/Letonia. Día 11
Probablemente, ese día visitamos la parte más natural e impresionante de Estonia – Parque Nacional de Lahemaa, Reserva Natural de Ontika y el quinto lago más grande de Europa – el lago Peipus.
En el parque nacional de Lahemaa, a parte de playas kilométricas, encontramos pueblos auténticos con mucho encanto. ¿Conoces los columpios tradicionales estonios? En Altja no sólo podrás verlos, sino también probarlos… si te atreves.
A pocos kilómetros del parque nacional de Lahemaa está la reserva natural de Ontika y la cascada de Valaste. Si viajas en invierno, probablemente estará congelada e infinitamente preciosa. En esta zona de la costa báltica de Estonia también podrás contemplar klint báltico – acantilados no muy altos – hasta unos 54 m – pero para los países Bálticos, con el punto más alto de 318 m, son una auténtica pasada.
#TipViajero: cuando no hay nieve, podrás encontrar muchos lugares para ir descubriendo los klint bálticos. Sin embargo, en invierno no se limpian ni parkings ni accesos, por lo que recomendamos visitar la cascada de Valaste – siempre accesible por el gran flujo de visitantes – donde podrás verlos sin complicaciones.
Llegamos al lago Peipus en el momento más apropiado: al atardecer. No puedo describir la imagen que vimos. Olas congeladas, nieve recién caída sobre el hielo y un rayo del sol, el último, tocando con mucho cariño los copos de nieve.
Última parada del día: Tartu, una ciudad universitaria, sofisticada y encantadora, tranquila y llena de cosas que ver y hacer. Tiene una zona de edificios de madera muy poca distancia del centro, algo más moderno.
#Curiosidad: Tartu fue la cuna del resurgimiento nacional estonio en el s. XIX. Hoy en día se considera «capital espiritual de Estonia».
Ruta en coche por el norte de Estonia.
Población rusa en el norte de Estonia: cómo viven.
Qué ver en el Lago Peipus y alrededores.
Lagos del Parque Natural de Rezekne – Utena, Letonia/Lituania. Día 12
En el Parque Natural de Rezekne, puedes encontrar el lago más grande de Letonia, más profundo, el que más agua tiene y hasta el lago del diablo. Éste último lo llaman así, porque en su cercanía no funcionan brújulas, dicen, que por culpa del diablo que vive en el fondo. Otro dicen que es por culpa del meteorito que aterrizo aquí hace millones de años y se quedó debajo de las aguas del lago del diablo. Sea como fuere, el lugar es espectacular.
Letgale – región de los lagos de Letonia.
Vilnius, Lituania, Días 13 y 14
Esta vez volvimos a Vilnius para quedarnos dos días. En esta ocasión teníamos mucha suerte, porque toda la ciudad estaba blanca y las vistas panorámicas no podían ser mejores con icebergs flotando en el río Neris.
Vilnius es una capital muy maja que acoge a todos y te da lo que buscas. Si solo quieres pasear, tienes una red de calles en varios barrios que esconden muchos rincones bonitos. A los amantes del buen comer les ofrece bares, restaurantes y mercados típicos a buenos precios. Y a los frioleros los auxilia en museos calentitos de todo tipo.
#TipViajero: Si quieres conocer Vilnius en profundidad, te recomendamos hacerte con su City Card. En el post dedicado a la capital de Lituania te contamos todos los detalles.