Dormir en monasterios en Bulgaria podría ser una de las experiencias más curiosas, emocionantes y enriquecedoras de tu viaje por este país, uno de los más antiguos de Europa.
No tienes que ser creyente ni demostrarlo. Los monjes no te obligan a mantener su rutina. Lo único que necesitas hacer es respetar su vida y seguir un par de normas sencillas. A cambio, tendrás la oportunidad de entreabrir la puerta a su mundo: mucho más cotidiano de lo que te podrías imaginar y mucho menos solitario.
La práctica de dormir en monasterios en Bulgaria es bastante habitual y tiene una larga historia. La mayoría de los más de 100 monasterios que hay en Bulgaria sigue funcionando sin interrupciones durante más de 1000 años, conservando la tradición, la fe y la vida dentro de las murallas que apenas ha cambiado en los últimos siglos.
#ReflexiónViajera: los monasterios de Bulgaria son vivos. No están abandonados ni mantenidos exclusivamente para turistas. Los monjes viven allí sus vidas y lo que hacen es simplemente compartirla con los que desean conocerla. Los monjes viven allí y por eso cuidan su casa, restaurándola y manteniéndola en pie. Cuando entras, no te preguntan por tu religión, ni prohíben el paso a los que no sean ortodoxos, ni te fuerzan a participar en ningún rito. No se cobra por visitar el recinto ni las iglesias. No se le vende nada al turista. Te invitan, te aceptan, te dejan en paz.
¿Por qué dormir en monasterios en Bulgaria?
Sobre todo, porque dormir en monasterios en Bulgaria es una experiencia muy diferente. No muchas veces tienes la oportunidad de pasar una noche en un lugar sagrado, tan cerca de la gente que se entrega a la fe. Incluso si no eres creyente, estoy segura de que te pica la curiosidad de cómo es la vida detrás de los muros de un monasterio.
Segundo, estar dentro de un monasterio después y antes de que se vayan/vengan todos los visitantes y verlo inmerso en su rutina es algo muy especial. A los huéspedes se les permite pasear libremente por el recinto, siempre y cuando no molestemos a los monjes y no invadamos su intimidad.
Por último, las habitaciones de los monasterios son curiosas: los detalles, la extraña mezcla de la austeridad y el intento de acomodar al huésped, unos toques religiosos y TV de plasma. En fin, si me permites un consejo, no tengas prisa en vivir esta experiencia. Dormir en monasterios en Bulgaria debe disfrutarse en modo lento, sintiendo cada momento y procurando recordar cada fragmento de esta particular vivencia.
#TipViajero: Hay una página donde consultar el mapa de los monasterios de Bulgaria e información sobre ellos: Bulgaria Monasteries. Así verás cuál te queda de camino en tu ruta por Bulgaria. Hay tantos que casi que no merece la pena desviarse por alguno en concreto.
Puedes intentarlo, pero nosotros no conseguimos encontrar ningún sitio web u oficina de turismo en Bulgaria que diera info detallada sobre pernoctas en los monasterios. Bulgaria aún está alejada del turismo de masas, los monjes no hacen negocio con el alojamiento. Se puede considerar la práctica de dormir en monasterios en Bulgaria una experiencia auténtica, no inventada para el turismo, sino arraigada en la mentalidad de la sociedad búlgara.
¿Cómo conseguir dormir en monasterios en Bulgaria?
Primero, nosotros no encontramos cómo reservar alojamiento a través de las webs de los monasterios. La única manera era llamar. Si tienes amigos búlgaros, mejor que mejor. Si no, lee nuestro post con consejos prácticos para saber cómo llamar a números búlgaros desde tu móvil.
#TipViajero: Contacto del monasterio donde dormimos nosotros conseguido gracias a la amable mujer que nos recibió allí: Bachkovski Monasterio, 0877838068.
Por otro lado, tampoco es imprescindible reservar para poder dormir en monasterios en Bulgaria. Suelen tener muchas habitaciones y salvo fechas excepcionales, siempre hay disponibilidad. Sin embargo, hay que tener en cuenta una cosa muy importante: los monasterios tienen un horario y debes llegar antes de que se cierre “la recepción”.
Cada monasterio tiene un horario diferente, pero por regla general a partir de las 17.00 ya no hay nadie para atender al viajero sin reserva. Si tienes una reserva, puede que tengas que entrar antes de las 19.00 o incluso 21.00.
Resumiendo, nuestro consejo es: si quieres dormir en monasterios en Bulgaria, ven antes, reserva, pregunta la hora del cierre de la puerta central y luego sal a hacer turismo.
También existen empresas que ofrecen la experiencia organizada de dormir en un monasterio de Bulgaria por un precio más elevado.
¿Cuánto cuesta dormir en monasterios en Bulgaria y qué incluye?
Normalmente en los monasterios suelen tener tanto habitaciones privadas, con baño privado, como privadas con baño compartido y habitaciones compartidas. Elige según tus necesidades y posibilidades.
El precio varía: entre 10 y 20 levas por persona. No incluye comidas.
Comidas pueden costar unas 3 levas por persona la cena y 2 levas / desayuno. Nosotros estuvimos en la época de Cuaresma, así que nos sirvieron todo sin carne. Igual si dan carne, el precio sube un poco. Para la cena, nos dieron un plato grande de repollo asado y postre. Para el desayuno, “palachinki” (pancakes) con fresa y té.
Consejos prácticos para dormir en monasterios en Bulgaria
- En las habitaciones en los monasterios suele hacer frío. Supongo, que en verano es incluso agradable. Pero a principios de primavera o finales de otoño puede llegar a ser una experiencia no apta para frioleros. En invierno, dicen, la calefacción funciona mejor. De todos modos, yo llevaría ropa térmica calentita para pasar la noche.
- Llevar chanclas para ducharse, el suelo suele estar frío, porque no hay calefacción en el baño, particularidades búlgaras en general, no de los monasterios.
- Se aparca fácilmente fuera de la puerta principal de los monasterios. No se suele pagar si llegas para pernoctar.
- A los monasterios más famosos se puede llegar en transporte público.
- Planifica tu ruta para llegar antes de que cierren y/o reserva.
- Respeta, únete a la misa y comidas con monjes.
- Llévate fotocopia del certificado de matrimonio, si estás casado y quieres dormir con tu pareja. No siempre lo piden, pero por si acaso.
- La puerta cierra por la noche, así que sube todo lo que necesites a tu habitación, no habrá acceso al coche hasta por la mañana.
- En los monasterios de Bulgaria suele haber servicio de guía que te lleva por todo el recinto y enseña algunos sitios que pueden estar cerrados. Preguntar en cualquier sitio que este abierto: la tienda, la oficina postal, los monjes, etc.
- Para visitar monasterios no sabría recomendar la hora ideal. Varía muchísimo de monasterio a monasterio. Por ejemplo, en el monasterio de Rila, cuanto antes; abren las puertas a las 06.00. Así hay menos gente y podrás disfrutarlo más. Sin embargo, en el Monasterio Bachkovsky esperamos hasta las 09.10 a que llegara el guía y no llegó. Igual conviene ir a éste más tarde. En fin, sigue tu ruta y qué tengas suerte.
Nuestra experiencia de dormir en monasterios en Bulgaria
Nuestro primer intento de dormir en monasterios de Bulgaria fue en el monasterio de Rila, el más famoso y turístico del país. Llegamos sobre las 21.15 y sin reserva. El guarda intentó ayudarnos, pero no nos dejaron entrar.
Sin embargo, nosotros estábamos decididos: queríamos dormir en un monasterio sí o sí. Así que el día siguiente pedimos a nuestra amiga búlgara que llamara al Monasterio Bachkovky y nos reservara una habitación. Teníamos que llegar antes de las 19.30.
#TipViajero: calcula bien el tiempo de tus trayectos con Google Maps y añádeles entre media y una hora por carreteras difíciles, imprevistos, carreteras cerradas, cosas curiosas que querrás ver por el camino.
Check-in en el monasterio Bachkovsky
Llegamos a las 19.26. Nos recibió el guarda y nos mandó a la iglesia, donde estaba la mujer que tenía que atendernos. Parecía una monja. Muy seria. Triste. Incluso un poco molesta, porque no teníamos pinta de peregrinos y se veía claramente que nos alojábamos en un monasterio por mera curiosidad. Nos invitó a entrar a la iglesia y nos enseñó el icono milagroso de la Virgen María y dijo que le podíamos pedir un deseo… Estaba expectante para ver qué hacíamos. Me sentía observada.
Cuando le pregunté a la mujer si debería cubrirme la cabeza en las iglesias de Bulgaria, me respondió de mala gana que ni ellos mismos sabían lo que se debería hacer. En aquel momento pensé que este error gramatical – “ellos” en vez de “nosotros” – se debía a que no manejaba muy bien el ruso, el idioma en el que se comunicaba con nosotros. Entendí que se podía entrar tal y como uno quería. Sin embargo, la mujer habló otra vez:
– Ves, la Virgen está con la cabeza cubierta, así que todas deberíamos hacer lo mismo.
El tono estricto no dejaba lugar a dudas y me puse la capucha enseguida.
Cuando nos movimos hacía la puerta, así mostrando que estábamos listos para seguir con el check-in, la mujer nos dijo que le dejáramos unos minutos para rezar. Salimos disparados, porque, la verdad, la mujer, con sus maneras disciplinadas, mirada austera y tono severo, incomodaba. Dimos por hecho que era una búlgara – gente sonriente, abierta, maja – y si se comportaba así, ¿la molestábamos? ¿Hacíamos algo mal sin darnos cuenta?
Salió en unos minutos y nos llevó a la oficina. Tomó nuestros datos. Una de las preguntas típicas para rellenar la ficha fue si estábamos casados. Si no lo estáis, no podéis dormir en la misma habitación. Cuando nos daba la llave, recalcó que aunque estuviéramos casados, las relaciones sexuales en un monasterio estaban prohibidas, ¿lo sabéis? Sí. ¿De verdad, lo sabéis? Que sí, mujer. Tampoco te creas que apetezca mucho. Aunque no me considero creyente practicante, tengo mis tabús formados por la sociedad.
La habitación de huéspedes en el Monasterio Bachkovsky
La habitación era mucho más cómoda de lo que esperaba. Han intentado hacerla lo más acogedora y confortable que podían. Incluso tenía calefacción encendida desde la hora de comer, aunque no surgía mucho efecto. Estábamos a 15ºC. Pero había colchas de sobra. El baño, como es habitual en Bulgaria, no tenía nada de calefacción y la ducha, sin mampara.
La mujer nos llevó de vuelta a la “recepción” para terminar con algunas formalidades y es cuando descubrimos que era rusa pero que llevaba más de 30 años en Bulgaria. ¡Vale! Ahora nos cuadró todo. Nos relajamos y la conversación fue más fluida. Ahora entendía sus maneras secas, que le costara sacar la sonrisa, su tono mandón y la impresión que estaba descontenta con nosotros. Son peculiaridades de la mentalidad. A la medida que cogía confianza con nosotros, sonreía más, contestaba a todas nuestras preguntas, se interesaba por nosotros. Hasta me pareció que nos tenía cariño y le entraban ganas de abrazarnos.
La cena en el Monasterio Bachkovsky
La misma mujer nos preguntó si queríamos cenar y nos llevó al refectorio. Quedamos en que después de la cena teníamos que subir a la recepción a pagarla.
#TipViajero: Incluso si no tienes hambre, ¿no tienes la curiosidad de cómo será la cena en un monasterio? En parte por eso dijimos que sí.
De cena nos sirvieron un plato grande de repollo asado con pan y postre. Estaban de cuaresma, así que un paraíso para los vegetarianos. La señora que nos sirvió la comida era muy maja y aunque no hablaba ruso ni inglés, nos entendíamos perfectamente mediante gestos, sonrisas y un búlgaro muy pausado. Nos invitó a desayunar a las 8.30, decía que a esta hora ya le daría tiempo terminar de hacer palachinki (pancakes).
La mujer que nos recibió estaba esperándonos con un look un poco más amigable. O simplemente así lo percibíamos ahora, que sabíamos que no era búlgara. Nos cobró y nos dijo que nos esperaría mañana a las 8.30 para llevarnos a desayunar. Le contamos que ya sabíamos qué iba a servir la señora mañana y que sí, efectivamente, nos dijo la hora a la que nos esperaría. La mujer pareció sorprendida de que nos entendiéramos con la señora y nos preguntó:
– ¿Entonces, sabéis cuándo y a dónde ir?
– Sí.
– ¿No hace falta que os acompañe?
– No.
Casi nos abraza de lo contenta que se puso. ¿Será porque le cuesta madrugar?
Momentos de soledad en el Monasterio Bachkovsky
Por fin, nos quedamos solos. Los trabajadores que estaban arreglando el suelo del patio también se fueron a sus habitaciones. Incluso la gata que salió a pedirnos cariño, desapareció. Hacía mucho que no había escuchado tanto silencio. Las luces en el patio son escazas, así que no molestan para contemplar el cielo estrellado y las siluetas de las montañas.
Dicen la verdad: la paz reina aquí.
La misa de la mañana en el Monasterio Bachkovsky
Nos levantamos sobre las 6.50 sin problema para ir a la misa de las 7.00. La verdad, deseaba que llegara la mañana, porque dormí un poco mal por el frío que hacía. Aunque conseguí calentar el cuerpo con las numerosas mantas, la cara y la cabeza lo pasaron mal.
Bajamos para la misa. Estábamos solo nosotros y los monjes. Nos veían, pero no nos hacían caso ni nos miraban mal. Temía que nos iban a hacer acercarnos o educar cuándo dar las cruces o inclinarse, como, casi seguro, hubiera ocurrido en Ucrania. Pero nada. Parecía que no existíamos para ellos. En unos 5 minutos me relajé y empecé a disfrutar de la misa y las voces fuertes.
Entre la misa y el desayuno nos dio tiempo pasear por el territorio del monasterio y hacer fotos a todos los detalles con la luz del día.
El desayuno en el Monasterio Bachkovsky y check-out
Durante el desayuno coincidimos con algunos monjes: gente alegre y curiosa. Sobre todo, querían saber de dónde veníamos. Pero tampoco te incomodan ni imponen que reces antes de comer ni nada. Un poco de conversación de cortesía, ofrecimiento de extra té y te dejan en paz.
#CuriosidadesViajeras: Notamos una cosa curiosa. Nosotros nos sentamos en la mesa grande con sillas cómodas, allí donde nos habían sentado para la cena. Sin embrago, los monjes se ponían en las mesas pequeñas con sillas más incomodas en un rincón. ¿Era por no incomodarnos? ¿Por modestos? ¿Por qué la mesa grande está reservada para eventos especiales? No lo sabemos.
Después del desayuno, dimos una última vuelta, dejamos la llave y nos despedimos.
De momento no teníamos más ganas de dormir en los monasterios. No, no por el ambiente, sino por el frío que pasamos anoche.
Más información sobre el Monasterio Bachkovsky
Información sobre el monasterio Bachkovo: Wikipedia en inglés (hay más info que en español).
Web oficial del monasterio Bachkovo con mucha información sobre el mismo.
Facebook de Bachkovo Monastery
Experiencias de otros viajeros que consiguieron dormir en los monasterios en Bulgaria
Follow the Sisters in Rila Monastery (en inglés).
Apuntes de Viaje en el Monasterio de Rila
Pack it and Leave in Monasterio Dryanov (en inglés).
Sin Visado en el Monasterio de Troyan