En el post anterior os contamos nuestras primeras impresiones de este verde país, lleno de sorpresas naturales y gente amable. Ahora toca analizar nuestra experiencia desde un punto de vista más práctico y contestar algunas preguntas que seguramente os haríais antes de elegir Eslovaquia vuestro destino de vacaciones. Y si veis que falta alguna duda por resolver, avisadnos, dejando la pregunta o reflexión en el comentario.
¿Es fácil viajar por libre por Eslovaquia?
Información:
Para empezar, cuando metes en Google «Viajar a Eslovaquia», su primer instinto es corregir la búsqueda: ¿Querías decir «Viajar a Eslovenia»? y cuando le dices que no, que quieres ir a Eslovaquia, te saca un par de enlaces en español, unos cuantos en inglés y el resto, en eslovaco. Eso sí, con Google Traductor te apañas.
Pero incluso en eslovaco no hay demasiada información sobre el país, hay que ir buscando destino por destino, atracción por atracción, página por página. Y cuando por fin das, por ejemplo, con el Parque Natural de Altos Tatras, sigues sin encontrar las rutas que existen, ni su dificultad ni características para prepararte con tiempo… Nosotros tuvimos que organizar nuestra travesía «in situ», en dos horas, con la ayuda del señor muy majo del centro de información de Stary Smokovec (la puerta de Vysoke Tatry).
Así que, mejor esperad a que saquemos los posts de Eslovaquia con las experiencias de primera mano, y así será más fácil organizar vuestro viaje.
Oficinas de turismo:
Muchas veces parecía que en las oficinas de información turística no valoraban las riquezas de las zona y no sabían aconsejar; al final dejamos de visitarlas porque no nos contaban nada que no supiéramos o no tuviéramos en nuestra «lista» de visitas. Daba la sensación que no esperaban ver ningún turista por libre extranjero (que no fuera eslovaco, checo, polaco o húngaro), en temporada baja, y que les diera la libertad de sugerir algo «fuera» del mapa con los puntos de interés marcados…
Atracciones:
No esperéis más de lo que son: si son ruinas del castillo, vais a encontrar las ruinas, sin reconstrucciones y probablemente con un cartel «Bajo su propia responsabilidad«; si es una iglesia de madera, es lo que habrá, no un complejo religioso, y si pone que hay que llamar para visitarla por dentro, así lo tendréis que hacer; si hay 2 kilómetros desde el parking hasta el punto de interés, así será, sin ascensores ni caminos «cómodos», habrá una senda atravesando el bosque; y si es una torre de una iglesia desde la cual podéis ver los alrededores, tendréis que subir todos los escalones que; los interiores de los palacios son lo que son: si ha sobrevivido algo, es lo que veréis, si no, os mostrarán una exposición de arte.
Repito: «Eslovaquia al Natural«
Además, la mayoría de las visitas son en eslovaco; como mucho, os pueden dar una hoja en inglés (no en español) para que podáis seguir la excursión. Nosotros, con ucraniano, al final nos hemos acostumbrado al eslovaco tanto que seguíamos las visitas sin traducción 😉
Importante: Elegir los lunes como vuestros días de descanso o de escapar a la montaña, ya que casi todos los puntos de interés que se pueden cerrar al público estarán cerrados en todo el país.
Alojamiento:
Con Booking es muy fácil 😉 Ofrece muchas opciones y la reserva se realiza muy fácil. De 11 noches sólo tuvimos un problema.
También hay bastantes campings, pero en septiembre nosotros pasamos frío. Si no es un impedimento, se puede ahorrar bastante (uno de los campings más caros nos salío por 11€/noche/2 pax.+coche).
Fuera de los Parque Naturales está permitida acampada libre, pero a ver quién se atreve en el país con mayor concentración en osos en Europa…
Ver el post «Primeras Impresiones» donde hago la pregunta a los locales «Have you ever seen a bear?» ¿Sabéis qué me contestan?
Comida:
Te puedes llevar alguna sorpresa si eliges el plato sin preguntar qué es o compras algo en el super sin informarte de qué es lo que estás comprando; en los destinos menos turísticos, no encontraréis menús en inglés, y olvidaros del español. Siempre conviene pedirle consejo a alguien 😉
Transporte:
Paciencia si alquiláis coche; las carreteras son bastante deficientes, y siempre en obras; calculad un 30% más de tiempo para llegar al destino de lo que habéis previsto 😉 Si hay señal de animales, cuidado, allí estarán (nosotros vimos 2 ciervos de noche al lado de la carretera). Y qué no os asusten los locales que empiezan a adelantar en los lugares más inesperados, no hagáis movimientos bruscos, y no os harán daño 😉
Transporte público bastante bueno entre los puntos principales, pero olvidados de descubrir pueblos o atracciones retiradas con él, tiraréis todo el día para conseguirlo.
Curioso: De momento es el único país donde NO HAY FlyBus desde el aeropuerto al centro de Bratislava. Los turistas tienen que llegar del mismo modo que los locales: primero, cogiendo un bus, y luego, haciendo un trasbordo en tranvía. El precio también es popular: 0,90€
Consejos prácticos sobre transporte entre Bratislava y Viena.
¿Merece la pena hacer de Eslovaquia tu destino de vacaciones?
Si te gusta la naturaleza, definidamente SI. Se puede desplazar entre los parques fácilmente en transporte público y una vez en el destino, piérdete por los senderos bien marcados o las rutas de alpinismo más exigentes.
Según Denys – que ya sabéis que le gusta valorarlo todo desde el punto de vista de finanzas – la relación precio-oferta turística de Eslovaquia está por debajo de la media, es decir, es bastante caro para lo que ofrece. De media nos salió 64€/día/2 pax., todo incluido, + 200€ vuelos (2 pax.).
Si no se mete por los senderos innumerables, con una semanita – 10 días es más que suficiente para hacerse una idea de Eslovaquia. Y si se combina la visita al país con otros destinos cercanos (Polonia, República Checa, Austria, Hungría o Ucrania), podría salir una ruta muy bonita y variada.
A modo de resumen:
Al terminar las vacaciones casi siempre me quedo con «Tengo la sensación que me ha faltado algo por descubrir en este país». Sin embargo, no sucedió lo mismo en Eslovaquia: me voy cumpliendo el objetivo al 100%; si que volvería para hacer más rutas por las montañas, pero no de turisteo.
Nos guiábamos por Lonely Planet y la verdad es que no descubrimos nada fascinante que no estuviera en la guía, tal y como suele suceder en otros destinos. No sé: o nosotros hemos perdido el olfato por las cosas buenas, o ésta es la realidad…
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