Acercarse al castillo de Baños de la Encina es como avistar uno de los castillos de las 1001 Noches, donde vivía la princesa del desierto. No es que el entorno parezca mucho al manto amarillo sin fin, sino que las paredes del castillo deslumbran la vista con sus formas arenosas. Es tabiyya – o tapial – una mezcla de arcilla, arena, cal y piedra con la que se rellenaban las cajas de madera y se dejaban solidificar. Con el paso del tiempo se endurecía hasta convertirse en algo indestructible – el hormigón del antaño.
#Curiosidad: ¿Sabes qué son los agujeros en las paredes? ¿Y manchas blancas? Los agujeros son las marcas que dejaron las cajas de madera, después de solidificarse la tapia; las vigas se quedaban allí y con el tiempo se descomponían, dejando los huecos. Y las manchas blancas son cal, que por una razón u otra, sale a la superficie.
Podemos discutir con los locales sobre la edad del castillo – aquí se cree que es la fortaleza mozárabe más antigua de la península e incluso de Europa, aunque existe otra versión – pero no podemos negar que es el mejor conservado, ya que apenas ha necesitado restauración en casi mil años. ¡Y cuántas transformaciones ha vivido en este tiempo! Ha sido el castillo mozárabe que fue el primero en rendirse en la famosa Batalla de Tolosa, así salvándose de la destrucción; también ha sido el castillo de los Cristianos quienes construyen la 15ª torre, la más alta y la más curiosa – vigila el propio pueblo, no las vías por las que podría llegar el enemigo, ¿será porque no confiaban sus reinantes en su propia gente?
Durante decenas de años el castillo también estuvo cubierto por una gruesa manta de arena; fue el cementerio del pueblo, lugar de reuniones y hasta pista de baile… si, en este orden cronológico… hasta que se decidió darle la importancia que se merece por su historia y belleza.
El último proyecto está a punto de ver la luz: la primera visita de realidad aumentada en un castillo.
#TipViajero: Hay un rincón muy especial dentro del castillo – donde se encuentran tres épocas diferentes: los restos de una muralla del primer asentamiento de hace 5000 años, los escalones de un templo romano y las murallas del propio castillo del s. XII. ¿Dónde está? A la izquierda de la entrada, al fondo.
Información práctica
Horario:
- Mañanas de Lunes a Viernes: 11:15 h. ó 12:00 ó 12:45 h.
- Tardes de Jueves a Viernes: 17:15 || 18:00 || 18:45 h.
- Entrada gratuita: Miércoles de 16:30 a 18:30 en base a la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz 14/2007
- Sábados, Domingos y Festivos: 10:30 || 11:15 || 12:00 || 12:45 || 13:30 || 16:30 || 17:15 || 18:00
- Consultar horarios de verano
Precio: Venta de entradas en la Oficina de Turismo. Previa reserva
- Entrada Normal: 3 €. Entrada +65 años. 2 € (Previa acreditación)
- Entradas Niños 7-14 años: 1,50 €. Niños Gratis hasta 6 años.
Duración de la visita: 45 min. aprox.
Cómo llegar: Cerro del Cueto, Plaza de Santa María, 1,23711 Baños de la Encina, Jaén
Contacto: 953 61 33 38 / 626 81 84 46 turismo@bdelaencina.com
Dónde comer
En nuestro paso por la zona conocimos dos sitios para comer y los dos nos gustaron mucho, tenéis donde elegir.
Empecemos por el hotel-restaurante Palacio de los Guzmanes que está en el centro de Baños de la Encina.
El hotel posee un pequeño restaurante en el patio con vistas al mar de Olivos. Una opción interesante para comer o cenar y probar la gastronomía Andaluza. Sirven platos de la cocina jienense y comida local casera. Todo bastante bien logrado y en un entorno muy agradable, terraza con vistas, piscina al lado, y buen servicio de camareros. Los precios: menú del día 12€, a la carta serian unos 20-25 por comensal.
En desayunos no destaca.
Otro sitio se llama Hotel Baños y posee un restaurante con vistas increíbles. Eso si esta en un alto, aunque viene bien para ir andando, para abrir el apetito, o bajar la comida después. Aquí podéis venir a desayunar, comer o cenar – siempre tendréis las mejores vistas del castillo. Si queréis ver el castillo iluminado, procurad llegar antes de las 24.00.
Un sito, muy recomendable tanto por su cocina, como por rapidez de los camareros.
Siguiendo la costumbre jiennense sirven tapas gratis con cada bebida. Algunas de ellas tan curiosas como pan con tomate y en vez de sal, le echan migajas de bacalao rallado.
La decoración con animales disecados no nos acaba de gustar, pero representa costumbres de los habitantes de la zona donde la caza es muy arraigada.
Si queréis probar unos de los mejores postres de la zona – los míticos hojaldres – id al cercano Guarroman y buscad su típica panadería/pastelería. Pero ¡cuidado! Hay dos pastelerías – la auténtica está en frente de la farmacia.
Dónde dormir
Sin duda recomendaría el hotel Palacio de los Guzmanes, donde pasamos dos noches magníficas con vistas desde la terraza sobre el mar de olivos jienense.
Se trata de un antiguo palacete, adaptado al alojamiento turístico. Lo más interesante es que todas las habitaciones son diferentes, amplias y bien decoradas. El personal es atento y buena limpieza.
A nosotros nos tocó una Suit Nupcial, con una cama de matrimonio, zona de estar, jacuzzi, ducha, y una terraza estupenda. La verdad es que hemos podido cotillear varias habitaciones y todas están muy bonitas y muchas tiene jacuzzi o bañera.
También tienen una pequeña piscina donde refrescarte en verano. Precios desde 60€ por una habitación estándar.
Qué ver en los alrededores
El yacimiento de Peñalosa – de más de 5000 años de antigüedad – es una visita que nos quedó pendiente. Es un yacimiento muy curioso, tanto por su ubicación como por la manera de llegar hasta él. Está situado a las orillas del embalse de Rumblar, y cada vez que el nivel de las aguas sube, se inunda una parte de la zona, y cada vez que el nivel baja, resucita para volver a ver la luz del sol. Y, tal y como se podía esperar por su ubicación, se puede llegar hasta el yacimiento de Peñalosa… en canoa o kayak, una excursión que les encanta a los niños. Para reservarla, hay que ponerse en contacto con la diputación.
En la vecina localidad de Linares hay otro yacimiento, de la época íbero-romana, que se llama Cástulo.
Los enamorados de la naturaleza pueden hacer avistamiento de aves y del lince ibérico en el cercano Parque Natural de la Sierra de Andújar.
Otro atractivo turístico es el mismo pueblo de los Baños de la Encina. Pasear por sus calles estrechas y empinadas, fotografiar los atardeceres y macetas de flores en cada esquina, llegar hasta el molino, subir hasta la ermita, comer, dormir o contemplar la belleza del paisaje…