Por fin conocimos la Costa del Azahar, o la Costa de Castellón, la única que nos faltaba para completar nuestra vuelta a la Península Ibérica a través de sus playas. Y nos sorprendió mucho: la variedad de playas – para todos los gustos – y una diversa oferta de alojamiento hacen de ella un buen destino para las vacaciones de verano. Le dedicamos tres días y descubrimos tanto las playas más populares, llenas de veraneantes, como las escondidas y solitarias.

Playas recónditas:
Playa Nudista, Parc Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca
Una playa «privada», de arena, escondida detrás de los campos de cultivo en medio de la nada. Hay como mínimo 3 kilómetros en cada dirección hasta la población más cercana. Los playeros prestan muy poca atención a lo que está pasando a sus alrededores, así que sentidos libre de pedalear en bici por la arena, traer a vuestro perro o bañaros desnudos. Mientras no molestéis a nadie, ni os mirarán.

Como llegar:
Nosotros llegamos a esta playa en bici, haciendo la ruta azul por el parque natural del Prat de Cabanes-Torreblanca. Sin embargo, se puede acceder en coche desde Torreblanca, atravesando los campos de cultivo y canales. Muchas veces son pistas de tierra con «piscinas» en medio, avisados estáis 🙂

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Calas del Parc Natural de la Serra d’Irta
Es un paraje idílico, un exclusivo rincón para la gente que busca un escondite del jaleo de las playas más accesibles. Las calas forman unas playitas «personales» y la gente suele respetar la privacidad de cada uno, instalándose en la siguiente cala libre para no molestar.


Como llegar:
Llegar hasta Alcossebre y buscar la carretera que lleva al Faro y camping Ribamar. A partir del cruce (Faro-Camping) la carretera se convierte en una pista ancha de tierra. Podéis aparcar donde el camping y bajar andando hasta las calas. También se puede seguir la carretera por el Parque Natural explorando las demás calas, y acabar en Peníscola.

Playas/Calas de La Renegá, Benicàssim
Aunque muy cerca de Benicàssim, hay mucha menos gente que en la playa de la ciudad, ya que el acceso es un tanto complicado, por el laberinto de las calles de las urbanizaciones, caminos de tierra, túneles estrechísimos, por los que sólo se atreven los profesionales. Entre las pistas, baches, charcos y arena, Denys se vino arriba y quiso poner a prueba el coche, metiéndose por las pistas poco transitadas. Qué creéis, ¿conseguimos llegar… y salir…? 🙂


Como llegar:
Desde Benicàssim coger la carretera «A Oropesa del Mar por la costa» y seguir la ruta en la imagen. En el punto marcado encontraréis un mirador panorámico de Benicàssim impresionante. Una vez llegáis a un túnel estrecho, podéis aparcar aquí o seguir, si os veis capaces 😉 Podéis llegar (tanto a la derecha como a la izquierda) hasta donde os permitan las características de vuestro coche. Es una pista de tierra muy accidentada.



Playa entre las dunas de piedra, desembocadura del río de les Coves o de San Miquel
De muy fácil acceso, es una playa curiosa, de piedra, que cambia el nivel del agua según las mareas. Al mismo tiempo os podéis bañar tanto en el río – en aguas dulces y más cálidas – como en el mar – más frío y salado. También podéis haceros la foto tipo Robinson Crusoe en una tira de tierra en medio de las aguas infinitas del océano.


Como llegar:
Siguiendo la carretera de la «playa» desde Alcossebre en dirección Oropesa del Mar, poco antes de cruzar un puente del río de les Coves o de San Miquel, veréis un hueco para dejar el coche. Subir la duna de piedrecitas y disfrutar de las vistas de la desembocadura del río en el mar. O desde la Carretera Nacional, como en el plano:

Playas populares de la Costa del Azahar:
Alcossebre, 5 kms de playas
Desde Alcossebre, en dirección Oropesa del Mar, a lo largo de la carretera de la playa, tenéis 5 kms de playas de todo tipo: arena, piedra, más o menos frecuentadas, urbanas y en las afueras, con restaurantes populares al lado y en medio de los campos salvajes. Las podéis recorrer tanto en coche, como andando por la costa.

Kilómetros de playas entre Oropesa del Mar y Torrelasal
Son playas de arena, muy cómodas, con servicio de duchas, parkings para bicicletas y fácilmente accesibles por carreteras asfaltadas. Hay poblaciones en las cercanías, con tiendas, alojamiento y ocio. Uno de los campings, Didoto, está en la misma playa, se puede ver el mar desde su piscina.


Las playas de Benicàssim
Qué no os asuste que están en medio de la ciudad, son tan anchas y largas, que hay un hueco para cada uno. Relativamente es fácil aparcar en los alrededores, y, a parte de una ruta histórico-cultural de la Villas, podéis daros un capricho entregándose a las manos del masajista en la misma playa, con las olas rompiéndose de fondo y olor a briza marina…


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