Es una ruta en coche que pasa por los 6 dólmenes de Vimianzo y una ermita. Y es una ruta que NO recomendamos si no disponéis de tiempo, por la complejidad de encontrar la mayoría de los dólmenes. Sólo es apta para cazadores de secretos escondidos.
Si ya de por si es complicado seguir las indicaciones que desaparecen sin llevarte a la meta, o conducir por carreteras de tierra, nosotros, para darle aún más emoción, decidimos hacer la ruta al revés… y aunque parezca raro, NO siempre hay indicaciones en ambas direcciones; vamos, que sólo está pensada en hacerlo de la manera señalizada en el plano:
El objetivo de esta entrada es prevenir y avisar de las dificultades del camino elegido, y también facilitar datos extra para los más atrevidos, que finalmente querrán realizar la Ruta De los Dolmenes de Vimianzo.
P.S. Intentamos contactar varias veces con el Turismo de Galicia, por Twitter, pero nos ignoraron, por completo 🙁 Ni tampoco nos preguntaron si salimos vivos ;))) Así que si os perdéis, no esperéis ayuda por su parte…
Dólmen de Casota de Freáns (Berdoias)
Empezamos muy bien la ruta, ya que es uno de los dólmenes de más fácil acceso, relativamente, ya que el último tramo trascurre por una pista de tierra que se puede hacer intransitable después de las lluvias. De hecho, nosotros ni con tiempo seco pudimos llegar hasta el mismo dolmen en coche, tuvimos que dejarlo a unos 50m, en un lateral.
Este dólmen es una estructura simple de una sola habitación: curioso sobre todo por su ubicación y como lo han conservado en medio del campo.
Nota Bene: Si estáis atentos, allí donde acaba el asfalto y empieza la pista, hay una señal que dice: con coche NO, hay que dejarlo aquí mismo. 😉 Pero entre que no vimos el cartel y que Denys cree sinceramente que su Rover de 15 años es un todoterreno… pues, nos metimos por la pista 😉
Ubicación: Entrar en el pueblo de Berdoias (cruce de carreteras AC552 y AC440) y enseguida veréis los carteles hacia el dolmen. Atravesáis el pueblo, salís en dirección a las huertas; donde acaba la carretera asfaltada, aparcáis y seguís andando por una pista de tierra (unos 15 min.) hasta llegar hasta el final de la pista: a la izquierda están las huertas y a la derecha, el dolmen.
Dólmen de Pedra da Arca (Baiñas)
Un dolmen muy paisajístico, entre campos de maíz y bosques verdes.
Ubicación: Se llega hasta aquí por una pista de tierra; desde el pueblo de Baiñas (AC441) hay que ir dirección Regoelle y en la entrada al pueblo habrá una señal para el dólmen. A cabo de unos 10 min. se llega a él; está a la izquierda.
Dólmen de Arca da Piosa (Serramo)
Este dolmen es muy vistoso: cuando estuvimos, estaba casi enterrado bajo la abundante vegetación, entre flores y eucaliptos: huele a frescor e historia. Tiene un guardián: una araña que enredó todos los accesos al dolmen con su telaraña…
Ubicación: El dolmen más conflictivo a la hora de orientación. Se recomienda evitarlo a toda costa 😉 Parece que empieza bien: hay una señal en la carretera «Ruta dos Dolmens», hay que girar dirección Comareiro, por un carretera estrecha que pasa entre dos hórreos de piedra. Seguir la carretera pasando por 2 hórreos más y un perro. Otra señal os mandará por una pista de tierra… Se adentra al bosque de eucaliptos… A cabo de un buen rato llegaréis a un cartel que dice: Dolmen «Pedra da Arca»… si, está mal escrito… no es el dolmen en cuestión pero hay que seguir esta señal. A pocos metros habrá otro cartel con el mismo nombre. Seguirlo. Ahora, ¡muy atentos! En el segundo cruce, a la izquierda; está a pie de la pista, con el cartel ya con el nombre correcto. Para continuar la ruta, volver a Serramo, a la AC441 e ir en dirección Baio.
Dólmen de Pedra da Lebre (Serramo)
Si no sois muy rigurosos por coleccionar todos los puntos de la ruta, podéis omitir este dolmen, ya que está destruido y no presenta interés para no-especialistas en dolmenes o para los que no ven belleza entre las ruinas.
Ubicación: Casi lo pasamos sin darnos cuenta, ya que sólo hay señal en otra dirección; la vimos por el retrovisor… Dimos la vuelta, no avistamos ningún cruce a la derecha, dimos otra vuelta, fuimos despacio, otra vez sin ver nada, otra vuelta… aparcamos y decidimos investigar el terreno a pie. Resulta que hay que girar ¡justo detrás de la señal! sólo es posible llegar andando, hay que dejar el coche en la carretera (casi no hay donde aparcar, así que que cada uno que busque su rinconcito ;)) A unos 20 metros, adentrándose al busque de eucaliptos, están las ruinas.
Dólmen de Pedra Moura (Carnio)
Otro dolmen medio derrumbado, pero está en un entorno muy bonito y le podéis sacar unas fotos interesantes. No pudimos llegar hasta él en coche y tuvimos unos momentos de agobio e incertidumbre por el camino, casi nos damos la vuelta… pero al final la curiosidad logró que llegásemos por un camino de cabras hasta el cartel de «Pedra Moura» a la derecha, dejamos el coche, casi en medio de la carretera, ya que dudábamos de que alguien más se iba a atreverse ir por aquí, y seguimos andando (unos 300m).
Ubicación: por la carretera Vimianzo habrá un cruce que os llevará a Carnio. Siempre hay que seguir los carteles, aunque parezca que no os llevan a ningún lado.
Dólmen de Pedra Cuberta (Treos)
También es un dolmen medio destruido, pero curioso, porque se ve claramente cómo fue construido: como colocaban las piedras, como las sujetaban y de que tamaño eran.
Ubicación: Relativamente fácil de encontrar: casi está en la carretera (unos 5 m para dentro, andando). En la iglesia de Treos se coge la carretera que trascurre a su izquierda y atravesar el bosque, cruzar un puentecito y en el cruce girar a la derecha hasta llegar al cartel del dolmen. Para continuar la ruta, volver al cruce y seguir recto.
Ermita de Monte Torán (Bamiro)
Cuando vimos otro camino de cabras – asfaltado lo justo para cuatro ruedas, entre bosque, perdido de la civilización – estábamos a punto de darnos la vuelta y huir de la ruta de los dólmenes de Vimianza… Pero solemos terminar todo lo que empezamos, y después de que encontramos TODOS los dólmenes, no podíamos dejar de ver el último punto… Y no nos decepcionó: un poco de sufrimiento para el coche, y llegamos ante una ermita preciosa rodeada de robles que ya empezaban a coger el color oro otoñal… Un lugar solitario, mítico… y con algún boletus de sorpresa 😉
Ubicación: Llegar a la iglesia de Bamiro y girar a la izquierda. Seguir la carretera hasta el final. Para volver a la civilización, coger alguna carretera local para llegar hasta AC552 y por ella, a Vimianzo o a cualquier destino de vuestro interés 😉
Más info sobre la ruta:
Vimianzo.es con las coordenadas de cada punto de interés
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