Pateando el Cabo de Gata. Parte II

Es la segunda parte contando nuestra experiencia por el Cabo de Gata, que no es solamente sol y playa, sino también muchas rutas de senderismo con paisajes únicos. En 24 horas disfrutamos de 4 de ellas, sin prisas y descansando en las playas blancas con aguas azules.

Ruta 3. Punta Colorá. Las calas del Cabo de Gata

Distancia: 4 km Duración: aprox. 1hrs Desnivel: 50m Dificultad: baja Tipo de camino: campo a través y pista Cuando: invierno y primavera. Verano muy temprano o si se quiere pasar tiempo en las playas, todo el día. Tipo: circular. Punto de inicio: aparcamiento de la playa de Mónsul.

Playa e Monsúl
¡Qué empiece la ruta!

Hay dos maneras de hacer esta ruta: andando todo el recorrido o parcialmente en coche.

Opción 1. Andando: Dejamos el coche en el parking de la playa Mónsul.

Importante: En temporada alta el precio es de 5€/día, la carretera de acceso es sin asfaltar; es posible acceder en autobús público desde San José.

De aquí nos acercamos a la playa de Mónsul, donde está la duna de Mónsul, un monumento vivo, «lugar de acción geológica poco común y de elevada fragilidad», tal y como lo pone en el cartel.

En la playa vemos una gran roca que se asemeja a la peineta; es donde se rodaron en parte las películas de «Indiana Jones y la última cruzada» o «Las aventuras de Barón Munchausen«.

Seguimos los carteles y llegamos a la siguiente cala: la playa de la Media Luna. Si la marea lo permite, se puede acceder por la playa, pasando por debajo de unas espectaculares cornisas.

ruta de las calas de cabo de gata
El camino sigue…
ruta de las calas de cabo de gata
Otra playa que invita

Después de disfrutar de la cala de la Media Luna, pasamos a la cala Carbón, por la que llegamos a unos acantilados con oquedades (casas laberínticas trogloditas).

El último punto de la ruta es Punta Colorada, desde la cual volvemos al parking por el carril sin asfaltar.

Cala Carbón desde Punta Colorada
El camino a seguir
Cala Carbón desde Punta Colorada
Cala Carbón desde Punta Colorada

Opción 2. En coche: Nosotros estuvimos en temporada baja, cuando no había que pagar por el parking ni había mucho tráfico. Como siempre, íbamos con prisas, así que elegimos visitar todas las calas en coche: fuimos por el carril sin asfaltar paralelo a las playas parando en frente de cada una y acercándonos a ellas a pie.

Información importante: en algunos mapas aparece una carretera secundaria que parece que llega a la carretera ALP822 que lleva al pueblo Cabo de Gata. NO es así, está cerrada y hay que volver por donde hemos venido y dar la vuelta entera por la ALP202 para llegar al pueblo de Cabo de Gata; para que calculéis bien el tiempo y el esfuerzo.

Ruta 4. Las Salinas. Avistando aves. Disfrutando del mar.

Distancia: 14 km Duración: aprox. 3hrs Desnivel: 0 m Dificultad: baja Tipo de camino: campo a través, senda y pista Cuando: otoño y primavera. Verano muy temprano. Tipo: circular. Punto de inicio: El Cabo de Gata.

En teoría hay que caminar por la carretera o la playa de San Miguel y luego volver por una senda que aparece al llegar a La Fabriquilla y gira a la izquierda, para rodear las salinas y llegar de vuelta a El Cabo de Gata. Cuando estuvimos nosotros, hacía muchísimo viento y elegimos ir en coche por la carretera parando en los puntos de interés (observatorios de aves, el torreón de San Miguel, la playa de «Cabo de Gata» y sus pintorescos barcos etc.).

Cabo de Gata
La playa de Cabo de Gata que inspira
Cabo de Gata
La playa de Cabo de Gata

Las salinas del Cabo de Gata tienen mucha historia: son albuferas naturales de las que los fenicios extrajeron sal y después los romanos las utilizaron de forma industrial. Hoy en día se producen aprox. 30.000 toneladas anuales de sal y se destinen, en su mayor parte a… ¡Islandia! para la conservación del bacalao.

Las salinas están formadas por varios charcones separados por caballones. Cuando sube la marea, el agua del mar entra por un canal a estas charcas y a medida que va pasando de un embalse al otro, se va evaporando y eliminando las sales por precipitación. La última etapa es un sistema de calentadores o cristalizadores de donde se obtiene el sal.

Las salinas de Cabo de Gata
Avistamiento de pájaros de Las salinas de Cabo de Gata
Las salinas de Cabo de Gata
Las salinas de Cabo de Gata

Cuando la marea «manda» al agua para el canal, una multitud de organismos como peces, plancton, crustaceos etc. entran junto a las aguas y constituyen la comida de las aves que vienen a las salinas en búsqueda de alimento o un lugar de cría; gracias a esto podéis disfrutar de un avistamiento cómodo y relativamente cercano.

Datos prácticos:

El Cabo de Gata es un destino muy variado: a parte de las playas maravillosas, tiene muchas sorpresas naturales que ofrecernos. Nosotros solamente pasamos 24 horas por allí, pero prometimos que volvíamos para conocer la zona mejor.

La única noche la pasamos en el camping «Los Escullos«, en régimen «solo pernoctación» que suponía que teníamos que entrar a partir de las 20.00 y salir antes de las 8.00 a.m. El precio fue de 16€/2 personas; no es el camping más barato que conocemos, pero por la zona si que lo fue.

Cenamos en un restaurante/pizzería/bar/discoteca «El Oasis» que está al lado. Una pizza, un vino y una cerveza nos salieron por unos 15€. Es un sitio curioso, sobre todo cuando encienden las luces de la disco 😉 También tienen una terraza con vistas al mar.

Cabo de Gata
El chiringuito donde cenamos

Buen viaje y nos vemos por España 😉

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