Aunque dejamos nuestro alojamiento, el Pazo Almuzara, relativamente tarde, a las 12.00, el día nos cundió mucho. Nos dedicamos a patear la zona de Ribadavia, descubriendo algunos monumentos que teníamos previstos, otros que nos recomendó el recepcionista del Pazo y unos cuantos que vimos señalados por las carreteras y nos llamaron… Acabamos el día relajándonos en una de las muchas termas que hay por la zona y dormimos en el albergue para peregrinos en Tui que encontramos en… booking. Si, parece que hoy en día los peregrinos también se modernizan y se hacen más «tecnológicos» 😉
Pueblo de Boborás, hórreos y la iglesia.
Primera parada, a unos 3 kms del Pazo, por el camino a Pazos de Arenteira. Es un pueblo pequeñito, con una calle principal donde trascurre toda la vida del pueblo. En la entrada está la iglesia, muy pequeña, pero frecuentada por los lugareños. En el centro, está el conjunto de hórreos.
La verdad, aunque es un pueblo pequeño, pero vivo: las calles están llenas de vida: furgos repartiendo pan y otros productos, obreros arreglando una casa vieja, abuelitas paseando en búsqueda de últimas noticias y posando para la cámara, con sus sonrisas ricas.
Pueblo de Pazos de Arenteiro y la ruta pozo dos Fumes.
Nos recomendaron ir desde Boborás por la carretera DU0414 y NO adentrarse al pueblo, sino aparcar abajo y pasear a pié. Hicimos justo…. ¡lo contrario! Vimos la señal «Pazos de Arenteira«, tomamos el desvío y… nos percatamos demasiado tarde que fue un ¡¡¡error!!! Nos metimos justo por donde no deberíamos, por las calles muy estrechas, pendientes muy pronunciadas y salimos en frente de la iglesia en la plaza central… Ya no había vuelta atrás, así que aparcamos al lado de la iglesia y ya pensaremos luego como salimos de aquí. De momento vamos a disfrutar.
Pazos de Arenteiro sorprende por la riqueza de sus casas nobles y pazos, levantados a las orillas del río, fruto de su importancia en siglos pasados; hoy en día es un Conjunto Histórico Artístico.
La iglesia de San Salvador es del período románico y está escondida entre las casas. Lo curioso es que cualquier persona podía ser enterrado aquí, un derecho obtenido mediante el pago en… vino.
Además de la iglesia, no os perdáis la Casa de Arriba, el Pazo de los Feixóo, el de Tizón o el de Currelo.
Si aún os quedan fuerzas, se puede hacer una ruta cortita (no más de 1,5 hr ida y vuelta) siguiendo el curso del río Arenteiro. El sendero está bien marcado, empieza donde la iglesia, bajando al río. Lo primero que pasaréis es el puente romano, recuerdo de los tiempo cuando Arenteiro fue un pueblo importante en el cruce de caminos, frecuentado por distintas órdenes militares-religiosos, como la de Malta, la del Templo o la del Santo Sepulcro. El sendero pasa, en su mayor parte, por una pasarela de madera, lo que hace apto para cualquier nivel de preparación física.
Al llegar al mirador de una preciosa cascada, no podéis dar vuelta atrás, ya que el camino sigue, hasta llegar a un molino de agua, panorámicas preciosas y… un banco que señaliza el fin de ruta. No se puede hacer el último tramo, ya que aún no lo han renovado después de los temporales; lo comprobamos personalmente ;): no está compatible con el pantalón y las manos limpios 🙂
Un sorpresa final: Ya le dijimos «adiós» al pueblo, salimos a la carretera para ir a Ribadávia, cuando tuvimos que parar ante un puente medieval de una belleza y autenticidad incomparables. No pudimos no subirlo y apreciar las aguas bravas del río Avia. Por cierto, por aquí también se puede hacer la ruta de los pazos que habíamos descrito antes, seguir las señales.
Las iglesias de Lebosende, San Tomé de Serantes y Santa María de Lamas
Nos costó un poco encontrar estas iglesias, pero bien merecieron la pena. Desde Leiro hay una carretera, OUR CV 306, que pasa por las tres iglesias y llega hasta la zona recreativa de Pena Corneira.
La iglesia de Lebosende se encuentra al lado de la carretera con vistas inmejorables. Detrás de la iglesia se puede subir unas escaleras para contemplarla en su entorno. La portada occidental aún guarda la huella del románico tardío, con la puerta en «3 dimensiones».
Las iglesias de Serantes y de Lamas son unos ejemplos clásicos de románico rural, de una solo nave rectangular, techo de madera y extrema sencillez. Las dos iglesias se encuentran en las afueras de los pueblos, y están rodeadas de cementerios; un paisaje solitario y bello en esta soledad…
Ruta de Pena Corneira
La ruta completa va desde Leiro hasta Pena Corneira, con aprox. 400 m de desnivel, todo en subida, en poco menos de 9 km; es lineal. Otra opción es llegar en coche al area recreativa de Pena Corneira y hacer los últimos 800m aprox. con un desnivel de unos 50 m de subida. ¿Merece la pena? Si sólo vais a llegar a los bancos que supuestamente están al final de la ruta, no mucho… pero si vais a ir más allá de la señalización y subir el pico… las vistas son impresionantes… Además, si hacéis escalada, hay unas cuantas chapas en la piedra gigante – un espectáculo de vértigo y emoción.
Para volver Denys intentó seducirme para atajar… pero pude resistir su «gran idea» y menos mal, porque el bosque está lleno de sendas y senderos, y es muy aconsejable elegir una y seguirla en todo momento, sin desviarse, si no conocéis el terreno.
To be continued…
Más entradas sobre Galicia:
Ruta por Ribeira Sacra, Monasterio de Santa Cristina
Tesoros de la A52, en las proximidades de Ourense
Descubriendo la zona de Ribadavia. Parte II
Una reseña: Pazo de Almuzara, Ourense
Más sobre Galicia:
Me ayudó muchísimo preparar nuestra visita a Galicia la web de Galicia Maxica.