Los que conocéis nuestro blog, sabréis que no solemos publicar reseñas de hoteles, ya que los consideramos adicionales a nuestro viaje y no tan importantes como para dedicarles una entrada entera. Las características más importantes, para nosotros, de un buen alojamiento son: baratos, estar por el camino y limpios, en la medida de lo posible; no solemos pedir más. Pero si por el precio y la ubicación que nos convencen podemos pillar un palacio, mejor que mejor. Esto sucedió con el Pazo Almuzara, a pocos kilómetros de Ourense, en nuestra escapada #RumboNorteJuntos, edición #Galicia.
Aviso importante: NO es una entrada patrocinada, ni en dinero ni en especie, no nos invitaron a nada y tampoco nos prometieron nada por este post. Es nuestra propia iniciativa – compartir con vosotros nuestro descubrimiento de un alojamiento que nos enamoró, y tanto que no lo dejamos hasta las 12.00 del día siguiente; que es muy tarde para nosotros.
Encontramos esta oferta en Booking, costaba 30€/noche/hab.doble. Vimos las fotos – nos encantaron; las notas – 8,7, por encima de un 7 nos vale; miramos las opiniones – había una que describía la experiencia de tener que dormir en los establos… nos intrigó…
Llegamos muy tarde, sobre las 23.00, pero nos esperaban. El recepcionista nos enseñó nuestros «establos» ;), con su baño, bañera, tele y terracita privada. Además, nos hizo una visita guiada por las zonas comunes del pazo: 3 salas de estar en la primera planta de libre acceso, con muchos juegos sobremesa; uno nos atrajo la atención: ¿cómo se juega esto?
Esta noche nos acostamos pronto, después de un baño relajante en la bañera con geles y champúes aromáticos…
Pensamiento: Es muy curioso percibir un baño con agua caliente como un lujo deseado; sólo pasa después de un día ajetreado, corriendo montaña arriba, montaña abajo sin parar, en búsqueda de monasterios perdidos, bajo el sol veraniego inusual que nos acompañó en nuestro #RumboNorteJuntos por #Galicia todos los días…
El día siguiente decidimos disfrutar del pazo sin prisas… Nos levantamos a las 9.00, con el sol llamando a la ventana con temor de molestarnos. Preparamos nuestro desayuno y fuimos a tomarnos nuestro té al jardín, en una caseta donde antaño pasaban su tiempo libre los ricos propietarios del cobijo.
Un poco de historia: El Pazo Almuzara fue construido en 1880 por D. Perfectino Viéitez, un vecino de Almuzara Vella que emigró a Argentina y regresó con bastante dinero. En España se dedicó al comercio de piedras preciosas, se apoderó de varias mansiones y edificios en Carballiño, Ourense, Lisboa, Amsterdam, Buenos Aires y Madrid; en este último residía habitualmente. Lo tenía todo… menos los herederos… Después de su muerte, sus dos sobrinos recibieron la mansión en su posición y la dividieron entre dos; hasta ahora se puede percibir la linea por donde pasaba el muro que la dividía… Hasta 2001, cuando por fin se unieron las dos partes del edificio, se cuidaban y se manejaban por separado, de maneras diferentes; si andáis atentos, podréis encontrar estas leves diferencia que con el paso del tiempo están intentando eliminar y unificar…
Después del desayuno, tal y como es propio de familias burguesas, dimos un paseo por el parque: visitamos las piscinas que estaban preparando para la temporada, los hórreos, degustamos las cerezas 😉 para asegurarnos de que estaban ricas, y volvimos al palacete para conocer el perro-guardián, que acababa de despertarse 🙂 Ya había recogido su juguete – rata – y salió en búsqueda de los huéspedes con quien pasar un rato divertido. Fue verdad lo que nos advirtió el recepcionista: «Podéis encontraros con un perro por allí que ladra mucho, pero no pasa nada – nunca muerde» Y así fue: ladró un poco pero acabó calmándose y vigilándonos intentando participar en la recogida de las cosas y nuestro paseo por el recinto.
Por cierto, eso de dormir en los establos…. hubiera sido curioso, pero solo están allí como decoración. Y si el huésped que dejó el comentario que supuestamente durmió en uno de los establos se refería a las habitaciones donde pasamos la noche nosotros… ya me gustaría a mí vivir en unos establos como éstos ;)))
Datos prácticos:
Ubicación: Almuzara – Boborás, un edificio impresionante que veréis desde la carretera.
Servicios: wifi gratis (clave en la recepción), salones de estar con juegos y libros, servicio de comidas, parking privado gratuito, y los demás detalles básicos (geles de ducha, toallas etc.); recepción 24horas, pago con tarjeta, organización de actividades por la zona.
Precios: de domingo a jueves a 30€ en los anexos y a 35€ – habitaciones en el edificio del pazo (la verdad es que tampoco vimos muchísima diferencia y casi que preferíamos las habitaciones de fuera (anexo), aunque son más pequeñas, tienen terraza). En temporada alta llegan a 55€ y 65€ respectivamente (en oferta). En fin de semana puede costar entre 35 y 72€. El suit cuesta un poco más, pero para eso está 😉
Sin embargo, creo que incluso por estos precios valen la pena.
Entorno: en los alrededores del pazo, en una excursión de un día, se pueden visitar los pueblos de Pazos de Arenteiro, Leiro, Beade, Ribadavia, O Carballiño, y más iglesias, castros, monumentos y termas. Visitamos unos cuantos de ellos y lo iremos contando en las siguientes entradas.
Más información sobre Pazo Almuzara.
Más entradas sobre Galicia:
Ruta por Ribeira Sacra, Monasterio de Santa Cristina
Tesoros de la A52, en las proximidades de Ourense
Descubriendo la zona de Ribadavia. Parte I
La zona de Ribadavia. Parte II