El lago está situado en la frontera entre Montenegro y Albania y pertenece a los dos países, siendo la parte de Montenegro más grande. Se dice que su nombre deriva de Shkodra (Skadar, Scutari), ciudad del norte de Albania, de dos mil años. El lago antes fue una bahía marítima que se iba cerrado hasta convertirse en el lago más extenso de la península balcánica.
Se alimenta con aguas subterráneas y 2 ríos. Su clima y características únicas lo han transformado en un paraíso de los aves. Los hay de todos los tamaños, colores y tipos: algunos sobrevuelan las aguas, mientras otros se esconden entre la vegetación del lago.
En los islotes del lago, que son su mayor atractivo y protagonistas de todas las fotos, durante la Edad Media los monjes se dedicaban a copiar libros.
Dos entradas más importantes son pueblos de Rijeka Crnojevica y Virpazar, siendo la parte entre estas dos localidades la más espectacular para explorar. Hasta Virpazar te lleva una carretera buena, asfaltada. Para llegar Rijeka Crnojevica hay que coger una carretera muy estrecha y con muchas curvas. El paisaje es espectacular, pero si hay miedo, mejor ir a Vizpazar.
Nosotros llegamos en autobús desde Budva a Rijeka Crnojevica y allí cogimos un barco que nos llevó por el lago hasta un viejo barco casi hundido donde nos dimos un baño.
De vuelta contemplamos el amanecer… No necesita comentarios, ¿verdad?
En la orilla encontraréis un par de restaurantes que tienen muy buena oferta con vistas impresionantes. Aunque Montenegro es un país muy turístico, aquí por lo visto no llega demasiada gente, y aún se puede disfrutar de un ambiente auténtico.
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