La aventura empezó muy temprano por la mañana, ya que en teoría teníamos que coger el autobús directo de Zagora a Merzouga a las 7.00 a.m. por 120 Dhs por persona. Cuando llegamos a la estación de autobuses, resulta que el bus salía a las 8.00, costaba 140 Dhs e iba por el camino largo, muy largo… Pues, a buscar una alternativa… un gran taxi… Lo intentamos con varios pero algo raro estaba pasando en este bar donde nos sentamos a desayunar: llegaba el taxista, empezábamos a negociar con él, parecía que todo iba bien, de repente llegaba un tío de camiseta naranja, le decía algo al taxista y ya era imposible bajar el precio… O se acercaba el hombre que vendía billetes del bus y pasaba lo mismo… En fin, perdimos unos 30-40 minutos en intentar entender que es lo que estaba pasando y acabamos mandando a dos chicos a la parada de gran taxis para buscar una alternativa a la alternativa… Situación muy típica en Marruecos: siempre listo para cambios 😉
A las 8.30 o por allí nos montamos en el mini-bus que encontraron los chicos, dejando al señor de camiseta naranja con boca abierta y un poco enfadado, y nos dirigimos a Tazzarine. Un mini-bus local lleno de ambiente local es una historia a parte. Los que habéis viajado en uno de estos, me entenderéis y los que no, no quiero estropearos la primera impresión que seguramente no os dejará indiferente.
Por 35Dhs/persona llegamos hasta Tazzarine, allí cogimos un gran taxi por 25Dhs/persona hasta Alnif de donde justo cuando llegamos salía el mini-bus para Rissani por 20Dhs/persona. En total el viaje nos salió por 80Dhs/persona y con mínimas esperas, que en Marrocco es bastante inusual. Debía de ser nuestro día de suerte!
En Rissani ya empezaba nuestra aventura organizada. La empresa de Hostal Soleil Bleu ya nos estaba esperando con el 4por4. Dejamos las mochilas en el maletero y fuimos a dar un paseo por el mercado, ya que justo fue el día apropiado! A parte de típicos puestos de todos los colores, fuimos a ver el mercado de animales domésticos y parking de burros! Este último, por cierto, está vigilado!
El hit de nuestra visita fue encargar la pizza bereber (leímos sobre esta pizza en una de las guías). Para pedirla, hay un cierto ritual que hay que seguir: hay que comprar la carne que quieras al carnicero, y el se encarga de mandar a un niño al de la verdura y luego a la paderia y traerla de vuelta al carnicero en unos 40 min. Pagamos 10o Dhs entre 6, pero era tan grande que nos costó acabarla!!! Conclusión: si estáis por Rissani, merece la pena probar la pizza típica de esta región.
Sobre las 16.00 llegamos al albergue que está a unos 2 kms de Merzouga, comimos y preparamos para salir al desierto sobre las 17.30-18.00, cuando no pegue tanto el sol.
Como los dromedarios tenían sólo unas cuantas alforjas, pudimos llevarnos sólo lo imprescindible para pasar la noche en el campamento en el desierto: sacos de dormir, cámara de fotos, agua … y en teoría no necesitas nada más (sales por la tarde y vuelves a las 8.00 – 9.00 de la mañana, te dan cena allí y hay jaimas con camas para dormir. Bueno, si no os da cosa dormir en la cama donde duermen todos, ni hace falta el saco). p.s. yo me lleve también una chaqueta, para estar de lujo por la noche y por la mañana temprano, pero tampoco hacía mucha falta… (recordad: experiencia en junio, no os aseguro sobre otras temporadas)
Llegó el momento más emocionante: montar al dromedario… Todos los que tenían este tipo de experiencia, nos decían que no es lo más agradable y casi nadie lo quiere repetir… pero para asegurarnos de que fue así, tuvimos que comprobarlo en primera persona!!!
Hola, dromedario!… me monto y la frase del beduino «Agárrate bien» me hace tensa… el camello empieza a ponerse de pié… wow… más emocionante que parque de atracciones! Parece que ya se ha estabilizado… buscando mi punto de equilibrio y esperando a que los suban a los demás. Empieza el largo camino por las dunas… en principio está bien, te acostumbras fácilmente porque va caminando por el llano…
La fiesta empieza cuando hay que subir y bajar las dunas! Depende del dromedario y de donde esté en fila… si es un adulto y va primero, no pasa nada, pero si te toca, como a mí, un jovencito al final de la fila, … es divertido!!! Las primeras 10 dunas iba chillando cada vez que el animal bajaba la duna, porque me parecía que iba a volcarme encima de su cabeza y acabar en la arena… quería incluso ir andando… pero no me dejaron 🙂 A cabo de media hora o por allí, me acostumbré más o menos al movimiento constante de este barco del desierto.
Ya al final del viaje incluso saqué mi cámara de fotos para aprovechar el paisaje singular al atardecer 😉
Llegamos justo con tiempo suficiente para coronar una de las dunas más altas y contemplar el atardecer.
Momentos únicos.
Momentos inolvidables.
Momentos tontos 🙂
El campamento, por lo visto, es de varias empresas. Había gente de diferentes países, cada grupo con sus propios «cuidadores», camellos, cena y diversión.
Después de la cena, nos quedamos mirando las estrellas y hablando de … serpientes, bichos, ojos brillantes que hemos visto/podríamos ver en el desierto… Luego se unió un beduino de otro grupo que, según lo entendimos, quería practicar su español, y que nos invitó a escuchar música en el campamento de al lado…
Con el sonido de tambores y estrellas penetrando el techo de la jaima, el sueño se apoderó de nosotros, y daban igual las víboras, bichos, escarabajos…
Buenas noches!
p.s. Dato curioso: ¿sabéis que en muchos sitios en el desierto agua está a nada más 1 metro de profundidad!!?
… muy tempranito, sobre las 5.00 teníamos que levantarnos si queríamos ascender otra duna más alta para ver el amanecer. Buenos días!!! Qué frío!!! Yo incluso me puse mi chaqueta finita de plumas… Qué bien que me la traje!!!
Ascender dunas es igual de cansino que montañas con nieve!!! Así que hay que salir con tiempo, no vale empezar a correr 10 minutos antes del amanecer!!! Y llevad agua! Vuestro cuerpo os lo agradecerá! Seguíamos los pasos de David, técnico de montaña, y en 20-30 min. alcanzamos un sitio cómodo para tumbarnos y disfrutar del paisaje… amanecía del lado de Argelia…
Nada más descender, ya nos esperaban los dromedarios para emprender el camino de vuelta. Lo mismo: agárrate cuando el animal se pone de pié o te baja, movimiento constante por el camino y en 1,5 hr estamos en el albergue donde vamos a pasar todo el día y la noche.
Después del desayuno de lujo, nos duchamos y descansamos.
A mí no me apetecía dormir, así que fui a relacionarme con los dromedarios. Hay que decir que estos animales son flemáticos: parece que no les importa si llevan pasajero o no, y si lo pierden tampoco van a darle mucha importancia… les da igual si les acercas, si están comiendo seguirán comiendo, si están descansando seguirán descansando…
Nuestros anfitriones me vieron intentando relacionarme con los dromedarios y aconsejaron caminar… caminar todo lo que podía después de la «promenade» encima de estos animales; dicen que es necesario para combatir el dolor de caderas… y devolverles la misma forma 😉 y me fui con ellos de excursión al hotel de al lado…
Cuando volví, todos ya estaban preparados para visitar el pueblo cercano, a aprox. 1,5 km, Hassi Labied, y el palmeral. Por cierto, el palmeral no es exactamente los oasis que aparecen en cuentos: con lagos, cascadas y maravillas escondidas… los utilizan para… practicar huerting… huertas y más huertas… estos son los oasis…
Llegamos al pueblo Hassi Labied, pasamos por la tienda para comprar agua y un capricho – CocaCola local 😉 y… Denys le dio su palabra a un señor que volvería a visitar su tienda… pues nada, la palabra hay que cumplirla…
Depot Nomade, según su dueño, es el Corte Inglés del pueblo… y la verdad es que tiene una variedad de secciones y productos increíble! Como teníamos todo el tiempo del mundo ese día, pasamos a ver lo que nos proponía… una habitación, y otra, y otra más…
Llegamos a la sección de alfombras… y nos empieza a dar una lección de técnicas y significado de cada PATTERN. La verdad es que fue muy interesante: hay técnicas puras y mixtas, todos los materiales son naturales y alfombras creadas por mujeres de la zona. ¿Qué significan?… no lo sabe nadie, solamente la mujer que hizo la alfombra puede descifrar su significado… ya que muchas no saben leer ni escribir y esta es la única manera para expresar sus sentimientos…
Salimos con 2 alfombras 😉 No os doy los precios, porque en Marruecos no os servirá de nada: lo que regatearéis…
Nos invitó a un té y seguíamos hablando de … todo un poco… un placer no tener prisa y poder conversar tranquilamente con la gente del desierto tan maja!
Por la tarde fuimos en búsqueda del lago… Un consejo: si la gente del hostal Soleil Bleu os dice que no hay lago, no hay agua ni aves… hacedles caso! Aunque otra gente os diga que si que hay y es precioso! Pasamos un buen rato intentando encontrar lo que en esta época no existía… pero bueno, a cambio encontramos fósiles 😉
De allí se nos ocurrió una idea maravillosa: llegar a Merzouga haciendo auto-stop! Nos dividimos en parejas y marcamos estación de autobuses como punto de encuentro… En nada, la última pareja consiguió montarse en un pick-up… Arrancan… la segunda pareja para el mismo pick-up… y este para! Se meten en la parte de atras… y es cuando Denys me dice: «Parece que vamos a ser los únicos tontos jugando según las reglas y esperando al siguiente coche. Corre!!! Nos metemos también en el mismo!»
Así llegamos en 5 minutos a Merzouga 😉 donde paseamos un rato y emprendemos el «camino a casa», porque a las 21.00 nos esperaba la cena y un pequeño concierto de música del desierto.
Buenas noches en habitaciones calurosas con la puerta abierta, a ver si refresca un poco… 🙂 a ver si se cuela algún bicho ;)))
Por la mañana otra vez desayunamos de lujo y los del albergue nos gestionaron un taxi hasta Todra. Como todo el servicio, el mejor taxista que hemos tenido: nos paraba en todos los miradores, no ponía mala cara cuando le pedíamos parar para poder visitar algún museo que vimos al lado de la carretera, nos llevó al alojamiento, también aconsejado por el albergue, esperó a que nos alojáramos, tomó el té de bienvenida con nosotros y nos llevó a Todra!!! Vamos, un taxista de lujo!!!
Resumen: Hostal Soleil Bleu es definitivamente recomendable para contratar vuestra excursión por el desierto en dromedario o 4por4. También tienen otras actividades y alojamiento con mucho encanto. Bea se puso en contacto con ellos por facebook y regateó los precios antes de llegar. Lo único que puedo decir es que según preguntábamos por allí, tienen mejores precios que la mayoría de las empresas del sector. Si os convence la empresa, poneos en contacto con ellos a través de facebook o email y os resolverán todas las dudas. p.s. hablan español.
Aquí acaba el desierto y empezamos a andar por Rodra y Dades, zonas de montaña y escalada.