Resumiendo la experiencia:
La cueva más sorprendente que hemos hecho
hasta el momento.
No es ninguna exageración, ya que desde el primer momento todo te parece un poco raro. Cuando haces cuevas, lo normal es que el punto de quedada esté en un pueblo perdido, en el único bar que hay en el radio de 50km, donde llegas esforzando el coche al máximo… Pues en este caso dejas el coche cómodamente en un parking de Tarragona (parkings de Tarragona merecen un post a parte ;)) o directamente vienes en transporte público, entras al bar Pallars, te pides algo para desayunar y a 50 metros está la entrada a la cueva. La entrada en sí también es algo espectacular: está en un garaje; la oficina y el vestuario están en el sótano y hay que pasar por el parking, con neoprenos puestos y todo el equipo para entrar a la cueva por un acueducto romano. Demasiados ¿¡cómo!? en la misma frase, ¿verdad?
Como ya he dicho, pasamos por el acueducto romano, donde la gente con claustrofobia se dará cuenta de que están en un sitio no apto para ellos, y llegamos hasta la bajada al inframundo, que, por cierto, está muy bien equipada: con cuerdas, peldaños y el monitor, Sergio, muy pendiente de todos los participantes.
Todas las maniobras requieren un esfuerzo físico, así que me meto en el lago que está al final sin pensarlo dos veces… Relax total… Me dejo flotar gracias al neopreno y un inchable en el que suelen transportar equipos pesados de espeleología y voy acostumbrándome a la oscuridad…
Cuando ya estamos todos, Sergio nos explica los orígenes de la cueva, como fue descubierta y como medir el nivel del agua y estimar la posibilidad de pasar por los sifones o elegir una ruta alternativa. Si el agua sobrepasa la cuerda, los sifones están llenos y es mejor ir por otro camino. En nuestro caso….
… aún está por debajo, por lo que ¡Tiembla sifón, que allí vamos! La verdad es que los sifones siempre me han dado un poco de yu-yu, pero si a tu lado está Sergio, todo lo que tienes que hacer es escuchar atentamente sus instrucciones y … darle la mano cuando te sumerges 🙂 el resto lo hará él 😉 Uno por uno, nos sacó a los ocho, al otro lado del mundo…
Llenos de emociones seguimos la ruta básica para ver como lo llevamos. Un paso, salir del agua, un agujero, un poquito de escalada, «déjate caer», una gatera… y Sergio nos avisa de que ya estamos haciendo una ruta un poco más avanzada 😉 nos henchimos de orgullo por lo valientes que somos y seguimos explorando la cueva con más confianza.
Por el camino habíamos visto alguna muestra de arte subterráneo, como caras y otros elementos de barro y alguien me preguntó: ¿A quién se le ocurre hacer esto mientras está de visita por la cueva? ¿No hay nada más que hacer o como? La respuesta vino sola: tuvimos que esperar bastante para que la gente pasara un tramo estrecho de uno en uno y de repente nos dimos cuenta que todos estábamos haciendo figuritas de barro… 🙂
Llegamos hasta el paso sumergido de 80 m que lleva al lago pero al no llevar el equipo de buceo no pudimos continuar 😉 Un chapuzón en la entrada al túnel, salimos y… Denys vuelve a entrar, y otra vez, y otra más 😉 Dejamos al niño jugando y empezamos la vuelta 😉
Todos, de diferentes edades, sexos, estaturas etc., llegamos salvos y sanos a la superficie, así que se puede decir que la cueva es apta para cualquier persona que no tenga claustrofobia. Si estáis en buena forma física mejor, pero si no, tampoco pasa nada, las agujetas del día siguiente es lo peor que puede pasaros 😉
La entidad que gestiona la cueva es la Societat d’investigacions espeleologiques de Tarragona (SIET) y os proporcionan neoprenos, cascos y linternas. Vosotros tenéis que traer calzado cómodo que podéis mojar, preferiblemente que sea de caña alta para evitar torceduras de pie. Si tenéis escarpines y guantes de barranco/cueva, añadiría comodidad pero no es imprescindible. Qué no se os olvide toalla 😉 gel de ducha y champú no hacen falta, ya que la visión de ducha aquí es bastante peculiar 🙂 masaje acuático de contrastes con público 😉
Si os apetece hacer la cueva, hay que contactar con la SIET directamente (Sergio Granados tlf: 671857590 email: sergio.cova.tgn@gmail.com), con antelación. El precio aprox. es de 60€/persona (un precio medio-bajo que vais a encontrar para este tipo de actividades).
Aquí os dejo planificando la visita a la cueva urbana de Tarragona, una de las maravillas desconocidas de la zona.
Links interesantes:
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