Abadía de Orval: Tradición y Actualidad
Lo que nos trajo a la Abadía de Orval fue su aire misterioso y ambiente lleno de leyendas…
Su nombre significa «Valle del Oro»; Matilde, la viuda, había perdido el anillo de oro de boda que se cayó en el río (pozo, según otra versión). Ella rezaba cuando apareció una trucha con su anillo en la boca. Matilde, en su felicidad, exclamó: «En verdad este lugar es el Valle de Oro» y donó para fundar el monasterio.
Según otra leyenda, la abadía esconde dos tesoros importantes, uno de los Caballeros Templarios y otro de Guerra de Luis XVI y María Antuanetta. No nos dio tiempo para buscarlos, pero volveremos 😉
En el año 1070 al bosque de las Ardenas, propiedad de Godofredo de Bouillon, llegaron varios monjes de Calabria, sur de Italia, para asentarse aquí. Según los documentos del priopato, eran descendientes de Jesucristo y primeros habitantes de los terrenos del monasterio.
Otro misterio de esta abadía es … su cerveza, tan especial y tan… asquerosa… Vamos por partes. La cerveza fue inventada por un monje. Y unas de las mejores cervezas están asociadas con monasterios, sea por su sabor exquisito o por la peculiaridad de su origen – cerveza trapense. Cerveza trapense se produce únicamente en 6 abadías de Bélgica y una en Holanda.
Desde que se produce cerveza trapense, su popularidad va creciendo y con ella – la cantidad de cerveza que se hace. Pero dicen los monjes de Orval que ya están llegando al máximo nivel de producción y que no van a aumentarla más. Por esto la cerveza se puede encontrar en un número de sitios limitado. Incluso en el monasterio se puede comprar un máximo de 6 botellas. La mayoría de los beneficios va para el mantenimiento y recuperación de la abadía; una parte se destina a fines sociales.
Pero… aunque la abadía tiene un museo de cerveza y una cervecería, NO hay degustación de la cerveza de Orval… Al principio nos pareció un poco raro, pero no nos atrevimos comprar la caja de cervezas sin probarla. Y … luego lo agradecimos… al probar la cerveza en un bar… para nuestro gusto resultó la … peor que habíamos degustado… Lo siento mucho, sea que nos sirvieron cerveza estropeada o que somos nosotros que no entendemos el sabor sofisticado de esta marca, pero nos pareció… un… p.s… 🙁 Pero como se dice: Cuanta gente tantos gustos.
Hoy en día al lado de las ruinas de la abadía antigua está la abadía nueva, construida a principios del siglo XX. No podemos decir con toda seguridad si se puede entrar; no hay señales que indiquen por donde… pero vimos la gente paseando dentro, averiguamos por donde salían, entramos por la misma puerta… y no nos dijeron nada, así que supongo que se puede hacer :). Entramos por la puerta que está a la derecha de la mesa de la información, según entráis desde fuera.
No tuvimos ningún problema en encontrar la abadía, llegando en coche. Si vais en transporte público, puede ser un tanto complicado por los horarios; comprobad muy bien si os da tiempo ver todo. Yo diría que con 2 horas tenéis suficiente. Pero si queréis además de pasear a vuestro ritmo, uniros a la excursión contad una hora más. Visita detallada al museo de la abadía, una hora más (nosotros únicamente dimos una vuelta por el museo sin leer TODAS las explicaciones). Visita exhaustiva a la Nueva Abadía, hablando con monjes, preguntando cómo se puede alojar en el monasterio, otra horita…
Nuestra opinión final: merece una visita si tenéis tiempo de sobra. Si habéis planeado mucho y ya habéis visto la Abadía de Villers-le-Ville, podéis omitir tranquilamente la de Orval; para nuestro gusto es demasiado comercializada, masificada… pero si tenéis tiempo e imaginación, os van a encantar las ruinas y la posibilidad de pasar unas noches en las habitaciones del monasterio actual, en el corazón de tranquilidad y silencio…
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#Postamigo:
La Abadía de Orval, piedras con aroma a cerveza de Dónde Vamos Eva?
Me encantan, las abadías y las ruinas, así que me parece que Orval podría ser sin duda un lugar a incluir en alguna futura ruta por tierras belgas. Genial vuestro comentario sobre la cerveza, lo cierto es que por mucho prestigio que tenga, no tiene que gustarle a todo el mundo y una cata animaría a muchos a llevarse consigo esas 6 únicas cervezas que venden por visitante. Aunque ya sabéis que hay mucha gente que es capaz de comprar sobre por el prestigio de un lugar, y claro, si tienen poca producción y encima hacen catas pues se quedarían con pocas para vender. Yo que soy muy cervecera opino como vosotros, hay que probar, que el nombre no lo es todo y la cerveza de abadía es muy especial como para gustar a todos.
Si, finalmente compramos solo 1 botella, y la probamos en nuestro hotel:) Ademas las cervezas belgas son muy especiales. Un saludo
Como bien dices… para gustos no hay nada escrito; pero me parece muy injusto ese comentario sobre Orval, ya que está considerada como una de las mejores cervezas del mundo, y a mi personalmente me encanta.
Aconsejo a todo el mundo que no pierda la oportunidad de probar esta cerveza, porque si te gusta la cerveza de verdad, te enamorará.
Gracias por tu comentario y por defender la cerveza de Orval. Aunque no nos guste este tipo de cerveza, creo que nos podemos llamar los verdaderos amantes de la cerveza igual, porque los gustos son muy particulares :)))
A probarlo todo y a disfrutar de la vida!!!
Por supuesto, y más aún sin conocer qué tipos de cerveza os gustan. Es un mundo muy rico el de la cerveza y hay sitio para todos los gustos 😉
Cuando decía «cerveza de verdad», me refería precisamente a la cerveza, no a vosotros. Para mi, existen cervezas de verdad (Bélgica es un paraíso) y otras cervezas de tipo industrial, que aunque son las que más se consumen, están muy lejos del concepto tradicional de cerveza, que por suerte se mantiene en muchos países (Bélgica, Alemania, Reino Unido, etc…), y cada vez más, gracias al auge de la cerveza artesanal en todo el mundo.
A la gente que está acostumbrada a beber sólo cerveza industrial, las otras pueden resultarles fuertes, demasiado amargas, pesadas… a eso me refería.
A parte de eso, puede ser que os gusten las cervezas «de verdad» y la orval no… completamente respetable 😉
Nos ha encantado el paseo que habéis dado por la Abadía de Orval y esperamos que no sea la última visita que hacéis ¡Saludos! 🙂
Tiene super buena pinta la abadía! Me la apunto, porque estoy segura de que disfrutaría mucho del lugar… eso sí, tomo nota y NO probaré la cerveza!