Decidimos pasar una noche en los alrededores de Vardzia, porque parecía que la zona era curiosa. Y no nos equivocamos. Si volviera a Georgia, seguramente pasaría aún más tiempo allí, desplazándome en marshrutkas, autostop o andando. Para hacer rutas de senderismo culturales es uno de los mejores rincones. Además, no es una zona muy turística. Me explico: la ciudad excavada en la roca, Vardzia, sí que recibe muchos turistas, pero casi nadies se queda a explorar sus alrededores.
Alrededores de Vardzia
Los alrededores de Vardzía, parte de la región Samtskhe-Javakheti, se encuentran en un estrecho barranco, rodeados de montañas altas. Al fondo del cañón corre el río Mtkvari que pinta de verde las orillas, llenas de vegetación. Estate atento, prácticamente detrás de cada curva te esperan sorpresas: castillos, ciudades en la roca, mercados de esclavos, termas de aguas minerales, montañas de colores y georgianos majos.
Castillo de Tmogvi
Otro de los puntos de interés en los alrededores de Vardzia son las ruinas del castillo de Tmogvi datan del s. X. El castillo está encima de una montaña y desde abajo parece imposible alcanzar sus murallas. Parece que ocupa toda la cima, sin dejar donde poner el pie a los que se atreverían a escalar la montaña escarpada. Sin embargo, con un poco de suerte, persistencia y cuidado se puede visitar. Tienes que seguir la ruta que describimos en el post Guía de Vardzia. Ciudad excavada en la roca, ya que nosotros cogimos un camino alternativo, que pasa por el Castillo, para llegar a la ciudad escavada en la roca.
El único problema es que para entrar dentro hay que buscar por dónde y hacer un poco de escalada. Nosotros, por falta de tiempo, no lo conseguimos. Creo que la mejor opción es pedir a alguien local que te acompañe y enseñe el acceso más fácil.
Un poco más abajo que el castillo, visible desde la carretera principal, está la iglesia, a la que sí que se puede acceder relativamente fácil desde la senda de la ladera que se bifurca: la de arriba va al castillo y la de abajo, a la iglesia. En la iglesia, dicen, hay frescos del s. XII.
Vanis Qvabebi
Siguiendo la carretera hacía la ciudad de Vardzia, a unos 2 kms del recinto, está Vanis Qvabebi (Las Cuevas de Vanis). Es otro monasterio escavado en la roca. También funciona, aunque es mucho más pequeño y menos habilitado para las visitas que Vardzia.
Desde la carretera habrá que subir aprox. 1 km por una pendiente interesante para llegar a la entrada. De allí, seguir las flechas.
#TipViajero: la entrada es libre. No hay donde comprar agua o comida. Se tarda aprox. 1 hora dentro.
Si hay misa en la iglesia, hay que respetarla y no meterse dentro. Se puede pasear por las cuevas cavadas en la roca de la montaña sin restricciones. El único criterio que hay que respetar es el de la seguridad. Como este recinto no está adaptado para las visitas, no hay barreras, ni cuerdas y tampoco todos los pasadizos están en buen estado. Así que, antes de pisar algo, mirad dos veces.
La parte que está en mejor estado es la de la izquierda, encima de la iglesia. No visitamos la ladera derecha, ya que nos pareció menos interesante y mucho más inestable.
Al igual que en Vardzia y otros rincones de Georgia fuera de las ciudades, se recomienda bota alta, pantalón y manga largos. Por un lado, por la comodidad, ya que el terreno es irregular. Pero por otro lado, a saber qué bichos se pueden esconder entre hierbas altas.
Si lo prefieres, consulta nuestra ruta en ViewRanger para llegar a Vanis Qvabebi desde nuestro alojamiento de Terebi.
Curiosa historia educativa
Como ya llevábamos un tiempo en Georgia, adoptamos la costumbre de decir palabras básicas en georgiano, entre ellas, saludar. Pasando la iglesia, saludamos, en georgiano, a la gente que salía de la misa, y sonreímos. Nos contestaron, sonriendo también.
Por la tarde estábamos intentando pillar autostop hacía Kutaisi. Nos paró un señor que dijo: «Os conozco. Estabais en Vanis Qvabebi por la mañana. Nos saludasteis en georgiano». Resulta que vino a ver a su amigo que es monje y vive allí. No voy a decir que paró y nos llevó a Kutaisi por eso, pero, creo, que lo hizo con más ilusión.
Montañas de colores
Cuando queríamos volver a Kutaisi, entendimos que habíamos perdido la última marshrutka. En vez de ir a buscar un taxi – que ¡cuidado! tampoco los hay aquí y los dueños de los alojamientos tampoco se ofrecen intentando ganar un extra, como en otras zonas – nos relajamos. Decidimos tomarlo con calma y si no llegábamos ese día a Kutaisi, no pasaba nada.
Salimos andando desde el alojamiento dirección carretera principal, pasando por algunos puntos de interés que nos recomendaron los dueños de la casa. Nada más salir a la pista, estaban las montañas de colores.
Karavan Sarai
Más adelante, cruzando desde la pista hacía la carretera principal, está Karavan Sarai, o que es lo mismo – mercado de esclavos. En ruinas.
Jakuzzi de aguas minerales
Cruzando un puente y caminando a lo largo de la verja, al final se llega a la entrada a una fábrica que se dedica a separar las burbujas de las aguas minerales que salen desde la tierra. Sí, lo sé, suena raro, pero en Georgia lo hacen mucho. Preguntamos varias veces, en diferentes regiones, y todos nos lo confirmaron: sacan el agua mineral que sale de la tierra con burbujas, las separan y las utilizan para otras bebidas. El agua mineral la desechan.
En la entrada de la fábrica hay un cartel «Prohibido pasar». Pero todo el mundo pasa. Cuando llegamos, salía un señor y nos preguntó si buscábamos la piscina con jacuzzi mineral. Dijimos que sí y nos mandó para dentro. Aún tenía mis dudas sobre la legalidad de todo esto cuando salieron varios trabajadores de la fábrica, nos saludaron y sonrieron. Es cuando se hizo muy claro:
¿Para qué desaprovechar las aguas si se puede hacer feliz a la gente?
La piscina es un recipiente donde se desechan las aguas minerales. A veces, cuando hacen mantenimiento o simplemente no les da tiempo «trabajar» todas las burbujas, desechan las aguas incluso con burbujas. Sale por un tubo como si fuera el cuello de cisne de un spa, pero a mucha más presión.
El procedimiento es llegar, cambiarse allí mismo tapándose con una toalla y disfrutar. Saludar y despedirse con una sonrisa si hay más gente.
Nuestra ruta desde el alojamiento de Terebi hasta la piscina de agua mineral pasando por la montaña de colores y caraván sarai en ViewRanger.
Los georgianos son amables
Nos reafirmamos en que los georgianos son muy majos. Justo cuando estábamos disfrutando de jacuzzi con vistas al monte, llegó la tormenta. No teníamos dónde escondernos. Pero lo que más nos preocupaba es no tener donde esconder la cámara y el ordenador. Intentamos meter la mochilita más valiosa bajo una tubería, una piedra, otra mochila… pero la lluvia era bastante fuerte y no funcionaba. Es cuando un tío que estaba en el coche observando nuestra desgracia, abrió la ventanilla y nos dijo meter nuestras cosas en su maletero. Así lo hicimos. Nosotros nos metimos en la piscina y esperamos a que terminara la tormenta.
Más ciudades excavadas en la roca
Desde el jacuzzi se ve una senda que lleva hasta las montañas al otro lado del valle. En aquellas montañas… hay cuevas escavadas. No teníamos tiempo para visitarlas, pero si estás por la zona y te apetece, hazlo y cuéntanos qué tal.
Fortaleza Khertvisi
La fortaleza Khertvisi no está inmediatamente en los alrededores de Vardzia. Está a un par de kilómetros, en la carretera de Akhaltsikhe, sobre un montículo reposa la fortaleza Khertvisi, una de las más grandes y mejor conservadas de Georgia. Nosotros la vimos desde nuestro coche de autostop y no pudimos parar para visitarla. Sin embargo, desde fuera tenía muy buena pinta. Así que, si estás descubriendo la zona con calma, qué no se te escape.
Dónde dormir y comer
Si quieres pasar varios días en los alrededores de Vardzia, sería conveniente alojarse en la misma zona. Nosotros encontramos nuestra guesthouse a través de Booking. Se llama Terebi. El dueño tiene dos alojamientos: uno a 10 kms y otro, a 6 kms de la ciudad escavada de Vardzia. Nosotros estuvimos en el más cercano, al lado de la montaña de colores.
El hotel es bastante bueno, ¡incluso tiene baño privado en la misma habitación! Pero el precio también está por encima de la media: 60 lari/habitación doble/noche sin Booking, y 65 lari a través de Booking. Por 17 lari / persona se puede pedir cena- +5 lari si quieres que además incluya trucha de cría casera (en el jardín tienen una mini-piscifactoría). Nosotros, como sabíamos que no íbamos a poder con toda la comida, pedimos cambiar el plato principal (normalmente carne) por la trucha y no nos cobró el suplemento. El desayuno cuesta 13 lari, lo que nos pareció una barbaridad.
#NotaMental: Creo que los desayunos cuestan casi igual que las cenas, porque a los dueños les da pereza prepararlos. Suelen tener huerto, ganado… simplemente les cuesta encajar al turista en sus labores mañaneras.
El trato por parte de los dueños – correcto, pero sin excesiva amabilidad.
Para llegar al guesthouse desde la carretera principal, hay que bajar hasta el puente colgante y cruzarlo. ¡Cuidado! si está mojado, se vuelve resbaladizo.
Para explorar los alrededores de Vardzia desde nuestro alojamiento tenéis a 6 kms, Vanis Qvabebi, a 3 km, y los demás encantos de los alrededores de Vardzia, a entre 1 y 7 kms, salvo la Fortaleza Khertvisi, que ya pilla más lejos.
Para leer más sobre Georgia, te invitamos a investigar nuestra recopilación de posts en categoría Georgia. Si tienes duda, estamos para ayudarte. Georgia es un país precioso para conocer, aunque un poco complicado para turistas sin ruso.