La verdad es que no nos esperábamos tanta variedad de escenarios, colores y sensaciones en los 30 kilómetros que hicimos en los alrededores de Oropesa del Mar. Eran las cinco de la tarde, el sol amenazante aún brillaba en el cielo, pero sus rayos ya no tenían bastante fuerza para quemarnos. Enrique de Eco-Km estaba en la puerta del camping Didota para entregarnos nuestras bicis y desear suerte en la aventura.
Ruta 1. Del Camping Didota al Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca
Empezamos por la pasarela de madera que une los campings de la zona y llega hasta el observatorio de aves del parque natural del Prat de Cabanes-Torreblanca. Este tramo es muy cómodo, con varios parkings de bicicletas, lo que permite parar y darse un baño prácticamente en cualquier momento.
¡Atención!: hay que tener mucho cuidado, porque la pasarela es de uso compartido con peatones. Y como pasa por las puertas de varios campings, los niños y perros aparecen sin previo aviso, y los abuelitos paran en medio de la misma.
Al llegar al minúsculo pueblo de Torrelasal, hay que pasar por el medio de la terraza de un restaurante y atravesar el paseo marítimo, hasta el cartel con rutas de diferentes colores.
Podéis elegir la que os guste más; nosotros decidimos hacer la más larga – 8 kms – y más completa, recorriendo distintos ecosistemas: mar, humedales, huertas, y canales artificiales.
El tramo entre el observatorio de los aves y la playa se hace un poco pesado en bici, ya que el terreno es piedra tipo calzada romana, pero más pequeña y suelta. La bici no para de vibrar, y con ella, todo el cuerpo.
A partir de la barrera de madera, en teoría la ruta continua entre la vegetación, pero como veíamos la senda muy estrecha e incómoda para ir con bici, escalamos la duna de piedra y seguimos por la playa, pedaleando por la arena mojada – una nueva experiencia y una nueva sensación curiosa.
A medida que íbamos progresando, nos dimos cuenta que no éramos los únicos que escogimos este camino: la arena estaba llena de las huellas de ruedas. A lo lejos se veían playistas con sus bicis y sus perros disfrutando de estas playas remotas. Por lo visto, la única manera de llegar aquí es andando o en bici.
En unos pocos metros descubrimos otras libertades de este rincón: cuerpos desnudos entregados al completo al sol, arena y la brisa marina; llegamos a la gran playa nudista. Aquí, al refugio de las ruinas de un antiguo edificio de vigilancia, hacemos nuestro descanso y nos damos un bañito, al estilo local 😉
Es la mitad de la ruta azul; de vuelta vamos por el interior, entre los humedales y canales artificiales que sirven para regar las huertas de las fincas que los rodean. Si te paras a pensar, el esfuerzo es realmente enorme para convencer estas tierras pobres y secas dar vida a alguna planta.
La ruta circular acaba donde el observatorio de aves, y de allí toca volver hasta el camping por el mismo camino.
Datos prácticos:
Inicio/Fin: Camping Didota.
Empresa del alquiler de bicicletas: Eco-Km, con precios muy económicos y entrega/recogida de bicis en el lugar seleccionado por el cliente.
Tipo de la ruta: parcialmente circular, señalizada
Longitud total: 14 kms
Tiempo con paradas: 2 horas 30 min.
Desnivel: prácticamente 0 m
Tipo de pista: pasarela de madera, asfalto, piedra, arena.
Dificultad: Fácil
Ruta 2. La Vía Verde: Oropesa del Mar – Benicàssim
Desde el Camping Didota: para llegar al comienzo de la Vía Verde tuvimos que atravesar toda la ciudad de vacaciones Marina Dor, y una vez en Oropesa del Mar, nos dirigimos hacia la montaña que se ve al fondo, giramos en dirección mar y pasamos por un túnel de bici. Y parando en mil sitios durante todo el recorrido intentando encontrar una barbacoa de un solo uso… Cosas que nos inventamos…
La Vía Verde empieza con una ligera subida – la única en todo el recorrido – y enseguida os da la recompensa por el esfuerzo: las vistas al puerto deportivo, un puente y un túnel: el conjunto es espectacular.
El túnel tiene iluminación, pero es recomendable llevar una linterna, por si acaso.
Al salir del túnel, preparaos para sorprenderos de nuevo: vais a adentraros en un pasadizo estrecho cortado en la roca del monte, rodeado por las altas paredes inquietantes. Al acabar los paredones, se abren las vistas al mar, interrumpidas por una torre de vigilancia.
Seguimos pedaleando y en nada llegamos a otro punto de interés, la playa de La Renegá, con calas privadas escondidas entre los pinos. Es un rincón perfecto para hacer snorkling, así que que no se os olviden el tubo, las aletas y/o zapatillas de agua.
Una vez en Benicàssim, tenéis varias opciones: dar una vuelta por el municipio, tumbaros en la playa, volver o hacer la ruta de las Villas… os la contaremos en detalles en la siguiente entrada 😉
Datos prácticos:
Inicio/Fin: Camping Didota
Tipo de la ruta: lineal, señalizada
Longitud: 5 kms (10 kms ida y vuelta) + 6kms (desde el camping)
Tiempo con paradas: 1 hora 30 min. (ida y vuelta) + 30 min. (camping)
Desnivel: prácticamente 0 m
Tipo de pista: asfalto
Dificultad: Fácil
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