La Buena Vida de Galicia. Destino #SlowTravel por excelencia

Nada más adentrarse en la Costa da Morte, Galicia… el ritmo de vida se hace mucho más despacio, desaparecen las prisas, no te enfadas con el que te da empujones… no hay nadie para molestarte; no hay agobios, ya que si no llegas para la puesta del sol al Cabo Finisterre, giras al de Cee o Touriñan… por aquí cada rincón tiene vistas de muerte. Tampoco hay que preocuparse por la comida: si no quieres ir al bar/restaurante, tienes muchas cadenas de supers para elegir, y si no, hay sitios donde se puede hacer barbacoa; y en otoño hay vayas y setas. Y nada de aburrimiento: playas, vistas, rutas, hórreos más grandes, iglesias más emblemáticas, dólmenes más perdidos…

Puesta de sol en Muxia, Costa da Morte, Galicia
La magia de la tierra gallega
Entornos mágicos de Galicia, Costa da Morte, Galicia; dolmen
Los dólmenes es otra historia muy bonita… y perdida de la Costa da Morte
Entornos mágicos de Galicia, Dumbría, Costa da Morte, Galicia
Es una aventura encontrar esta piedra…
Entornos mágicos de Galicia, Costa da Morte, Galicia; iglesia
Las iglesias más curiosas están en la Costa da Morta…

Nuestro #SeptiembreSlow por la Costa da Morte

Nos despertábamos con los rayos de sol penetrando la densa cortina de nuestro palacete – La Casa de Carmen – y salíamos a la terraza a desayunar. Sin prisas: caviar con mantequilla y pan, salmón ahumado, tostadas con queso al horno, pasteles artesanales – nos cuidábamos cada detalle y sonreíamos al sol que escalaba los edificios de enfrente para vernos. También saludábamos a los perros de los vecinos – dos bestias maleducadas 😉

Así es la Costa da Morte: el buen comer en buena compañía está en su sangre.

Desyuno en la terraza de la Casa de Carmen, Corcubión, Costa da Morte, Galicia
Desayunar en la terraza todos los días… esto es calidad de vida
Casa de Carmen - lujo que no querrás abandonar. Corcubión, Galicia
Casa de Carmen – lujo que no querrás abandonar

Pensábamos qué queríamos ver este día, así, un poco por encima, porque tampoco tenía sentido dedicarle mucho tiempo a la planificación que siempre fracasaba 😉 Básicamente elegíamos la dirección: hacía Muros, Muxia o Laxe… y por el camino decidíamos los detalles.

Así es la Costa da Morte: espontánea y odia-planes; te fastidia las rutas elaboradas y te gratifica con sorpresas quita-aliento.

Por la mañana normalmente visitábamos algún monumento o sitio especial, recomendado por la información turística, mapa, guía, Internet, la gente que nos encontrábamos por la calle, o amigos virtuales 😉 como fue el caso de ir a conocer a los chicos de Albergue da Costa y descubrir los mitos de la Punta de Barca...

Así es la Costa da Morte: tiene muchos tesoros escondidos, y para descubrirlos, hay que  usar todos los métodos disponibles.

Entornos mágicos de Galicia, Costa da Morte, Galicia; capilla
Capillas perdidas en el bosque; hay que saber llegar hasta allí…
Entornos mágicos de Galicia, Costa da Morte, Galicia; vistas
Las vistas de colores de la Costa da Morte
Entornos mágicos de Galicia, Costa da Morte, Galicia; iglesia
Las iglesias de la Costa da Morte están vivas, y siempre rodeadas de flores
Entornos mágicos de Galicia, Costa da Morte, Galicia; castro
Los castros… donde duerme la magia celta

¡La hora de comer! El momento favorito de Denys, porque le gusta comer y porque después venía el momento relax 🙂 Siempre intentábamos buscar un sitio para hacer barbacoa. A veces la gente nos miraba… no, raro no, con interés, y creo que con un poco de envidia 😉

Así es la Costa da Morte: muy cómoda para viajar por libre, a tu rollo.

Barbacoa en la Costa da Morta, Galicia
La buena vida en Galicia… barbacoas a cada paso 🙂
Barbacoa en la Costa da Morta, Galicia; Laxe
Comer barbacoa en la playa… ¿qué puede ser mejor?
Barbacoa en la Costa da Morta, Galicia
Castañas recién recogidas… también a la barbacoa 😉

Después de comer, tocaba descansar 😉 ¿Y Qué mejor forma de hacerlo si no en una playita? Siempre pillábamos un buen sitio en un rincón privilegiado y allí pasábamos una horita… descansando, tumbados, dormidos, paseando, buscando conchas, jugando con perros que esperaban a sus dueños-surfeadores…

Así es la Costa da Morte: Siempre tiene una playa al alcance de la mano

Playas de la Costa da Morte, Galicia
Las playas atlánticas de Galicia… un espectáculo con la marea baja
Playas de la Costa da Morte, Galicia; perro surfista
Perro-surfista esperando al dueñio
Playas de la Costa da Morte, Galicia; olas
Las olas en la playa de Laxe…
Playas de la Costa da Morte, Galicia; marea baja
Las vistas que descubres por casualidad… llendo por una carretera secundaria, por la que te mandó el GPS

Luego tocaba visitar algún pueblo con encanto y… una puesta de sol; cada día en un sitio diferente, pero siempre místico y encantador…

Así es la Costa da Morte: tiene las mejores puestas del sol… prácticamente desde cualquier punto

Después del atardecer volvíamos a casa… a veces con el nervio en alto, ya que el tanque de gasolina estaba al límite… Por una parte, nuestro coche no tiene bombilla de reserva, y por otra, hay muy pocas gasolineras por la zona…

Así es la Costa da Morte: a pesar de problemillas con gasolina, siempre llegábamos a casa, con última gota, pero llegábamos. Creo que los duendes nos tienen cariño 😉

Puesta del sol sobre un río; Costa da Morte, Galicia
Puesta del sol sobre un río
Puesta del sol en la playa de Carnota; Costa da Morte, Galicia
Puesta del sol en la playa de Carnota; Costa da Morte, Galicia
Puesta del sol en el Cabo de Touriñan; Costa da Morte, Galicia
Puesta del sol en el Cabo de Touriñan; Costa da Morte, Galicia
Puesta del sol en la playa de Traba; Costa da Morte, Galicia
Puesta del sol en la playa de Traba; Costa da Morte, Galicia

Volver a casa no significaba terminar el día. Como era un viaje slow, nos tomábamos nuestro tiempo y cocinábamos: una pizza, una pizza con boletus, un bocadillo al horno, con queso y el mejor vino de la zona, una ensalada acompañada de marisco y velas, pescado y carne al horno, una chimenea encendida, un champan, una partida de… algo, un baño relajante… y ahora si que se puede ir a dormir…

Así es la Costa da Morte: Un lujo a un paso Slow…

Corcubión, la Costa da Morte, Galicia
¡Bienvenidos a la Costa da Morte!

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