Tres sitios para comer por la zona de Nerja

Cuando viajamos normalmente no nos preocupamos dónde o qué comer, no pasamos horas eligiendo el sitio ni tampoco investigamos el destino de antemano en búsqueda del mejor restaurante. A lo mejor en el futuro, nos volveremos gourmets, pero de momento nos conformamos con un durüm o McDonalds si no nos atrae ningún «speciality» de la zona.

En el viaje a Nerja tuvimos mucha suerte: cada día de los tres que estuvimos por la zona, nos topábamos con un sitio muy a nuestro gusto para comer. Desayunábamos y cenábamos en el apartamento, así que problemas resueltos.

Día 1. En búsqueda de surf… encontramos un restaurante en la playa

El Áncla del Cirilo es un chiringuito familiar, en «bussiness» desde 1969, ubicado en la playa de Peñoncillo, Torrox Costa, a unos 8 km de Nerja (11 min. en coche o en transporte público desde la estación de autobuses de Nerja). Lo vimos desde la carretera y como somos amantes de chiringuitos, guachinches y cualquier establecimiento que tiene pinta de ser familiar y con tradición, decidimos comer allí.

Y no nos equivocamos: todo ¡¡¡BUENÍSIMO!!! Cada uno cogimos algo diferente y como no, lo compartimos … para asegurarse de que «el mío es lo mejor» u «oh, como siempre, debería haber pedido lo otro…» – dependiendo de la suerte de cada uno 😉

Los precios están en la media (78€ entre los 5): ni barato ni demasiado caro y por si tuvierais alguna duda de haber pagado de más, mirad las vistas 😉 y dejaos llevar por el buen rollo del restaurante 😉

Día 2. Cansados, hambrientos, un poco perdidos … ¡y aquí está la pizzería-salvavidas!

Restaurante-pizzería La Dama está ubicado en pleno casco histórico de Nerja, en una de las callejuelas que encontramos a la vuelta de la cueva de Nerja – sí, volvíamos andando de la cueva, ¿ahora entendéis el porque de nuestro cansancio ;)?

Y allí lo vimos, entre 2 ó 3 restaurante más, el único con todas las mesas ocupadas; siguiendo la lógica de siempre: «si aquí come mucha gente debe de ser muy rico y en tiempos de crisis – barato«. Miramos el menú – pues, sí que es barato – pizza entre 3,50€ y 5€, sangría 1L a 5€, vino a 1,20€, refresco a 0,80€… vamos a comprobar si es rico…

Sí, (com)probado: rico, barato, sirven muy rápido – en menos de 10 min. tienes tu pizza – y con un bonús muy majo – el camarero que te trae lo que pidas, te encuentra la mesa, aunque todas estén ocupadas, y que aguantó a Denys que ese día cambió  de opinión unas 5 veces 😉

Curiosidad: ¿cuántas pizzas creéis que venden al día?… Después de la investigación (preguntas al camarero majo ;)) descubrimos que de media son unas 200 unidades y en temporada alta – más de 350 pizzas al día!!! P.S. Además, en temporada abren hasta la madrugada – para tener en cuenta si vais de fiesta por Nerja 😉

p.s. Cuidado con «un vaso de vino, por favor» – no sé cuánto había en el vaso pero tenía pinta de ser 1/4 de botella!!! Las dos veces que comimos allí, salí muy contenta ;)))

Día 3. Paseando por Frigiliana. Amor a primera vista…

Día de programa individual: cada se ha ido por su lado; a mí me dejaron en Frigiliana y me dieron 3 horas para ver el pueblo… El pueblo merece una entrada a parte, pero después de 2 horas corriendo para arriba y para abajo, entendí porque tenía tantos restaurante: los turistas se cansan viendo el pueblo que no tiene ni una calle sin desnivel, y quieren recuperar las fuerzas o simplemente descansar disfrazando el cansancio de «me gustaría tomar un vinito… aquí mismo» 😉

Aún en mi primera vuelta por el pueblo – sí, dí varias, digo yo gracias a estar acostumbrada a la montaña 😉 – pues, en la primera vuelta descubrí este rinconcito escondido entre varias callejuelas, escaleras interminables, un bebedero de las tres culturas y un bosquecito en una calle cubierta… con su música y todavía sin gente… A través de las puertas abiertas se veía al personal – Rosario y sus cuatro hijas – que preparaban comida en la cocina de su propia casa cantando al ritmo de la música…

Volví en 2 horas y … ocupé la última mesa libre que quedaba, al lado de la puerta mirando las escaleras que llevaban al otro nivel pasando por varias casas con sus abuelitas sentadas en las sillas en la entrada y contemplando la vida… y los turistas 😉

Una camarera se me acercó y en 2 minutos ya tenía mi vino y en 5 más – mi cóctel de gambas :)…

Seguía llegando gente: unos se disponían a esperar, otros se iban previamente haber acordado con la dueña la hora a la que volverán… ni una mesa libre…

La Bodeguilla está en Frigiliana, a unos 15 min. en coche o a unas 2 horas andando desde Nerja, pero merece la pena desplazarse para degustar sus platos caseros y ver el pueblo. Además de La Bodeguilla, escondida del sol de mediodía, tienen también La Bodeguilla de Abajo, con vistas panorámicas.

Después del vinito, me dio tiempo dar una última vuelta por el pueblo… y me recogieron para volver a Madrid…. Hasta la próxima 😉

Más entradas:

Comer en Madrid

Comer en Las Rozas

Comer en Rascafría